Movimiento de los Focolares

El oído de Dios está sobre tu corazón

Jul 22, 2017

El tiempo del descanso es el más propicio para la oración. Un pensamiento acerca del arte de orar de Klaus Hemmerle (1929-1994), quien fue Obispo de Aquisgrán (Alemania).

Klaus 1Agustín nos regala una de las más preciosas intuiciones del misterio de la oración: «El oído de Dios está sobre tu corazón» (comentario del Salmo 148). Dejar que el oído de Dios se pose sobre nuestro corazón, abrir nuestro corazón al oído de Dios. De esto se trata, éste es el arte de la oración; un arte, en verdad, para todos; de hecho, no es nuestro, sino del Espíritu que Dios nos da y que ora en nosotros, porque nosotros no sabemos cómo y por qué cosas tenemos que rezar (cf. Rm 8, 26s). […] Orar es elevar el corazón a Dios. Pero ¿somos capaces de ello? ¿Acaso no es demasiado limitado el radio de nuestra percepción, para que nuestro corazón pueda por sí solo elevarse hacia Dios? ¿El impulso de nuestro corazón no es demasiado débil? ¿No están colgados a nuestro corazón unos pesos que, gravando sobre él, lo paralizan y lo arrastran hacia abajo? ¿Qué es lo que nos da el valor de afirmar: Tenemos el corazón dirigido hacia el Señor? Su oído. Él lo inclinó hacia nosotros. El Padre escucha al Hijo. Y Éste descendió entre nosotros, en nuestra carne, en nuestro corazón. En el corazón del Hijo, el Padre oye cada latido de nuestro corazón, en el corazón del Hijo encuentra nuestro corazón. En Él, en el cual hemos sido creados, amados, sostenidos, acogidos, Él nos escucha. Elevar nuestro corazón significa dejarlo ahí donde está, y descubrir que, ahí donde está, cerca nuestro, está el corazón de Dios en el corazón de su Hijo. Abandónate en Él y te sostendrá. En Él, el oído de Dios está sobre tu corazón; en Él, tu corazón está atento al oído de Dios. […] Lo contrario también es válido: Dios tiene su corazón cerca de tu oído. Él te ha revelado, transmitido, donado no algo de Sí mismo, sino Sí mismo. Si crees en Él, si te adhieres a Él, si lo escuchas, entonces no escuchas una noticia, una directriz, un mandato: tú oyes su corazón. Permanece a su lado hasta que descubras este corazón suyo. Él necesita de tu paciente escucha para abrirte su corazón; de hecho, sólo la paciencia comprende el amor y aprende el amor. A quien lo ama, a éste Él se le revelará y hará morada en él (cf. Jn 14, 21-23). […] Dios tiene su corazón atento a tu oído, para que, a través de tu oído, su corazón penetre en tu corazón, llegue a ser tu corazón. El oído de Dios sobre tu corazón – el corazón de Dios atento a tu oído: alternancia de la oración. Sólo el que ora conoce a Dios. Sólo el que ora conoce al ser humano.   De Klaus Hemmerle, “Con l’anima in ascolto, Guida alla preghiera”, Città Nuova Ed., Roma 1989, pagg. 9-11.

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

Esta maldición de la guerra

Esta maldición de la guerra

“Vi el absurdo, la estupidez y, sobre todo, el pecado de la guerra…”. Igino Giordani, escribiendo sus memorias, reflexiona sobre el terrible período de la Primera Guerra Mundial, en el que él mismo se enroló. La ‘masacre inútil’, como la definió Benedicto XV. Sus palabras nos hacen reflexionar sobre cómo la historia podría enseñarnos a trabajar por la paz hoy, combatiendo contra las nuevas, absurdas e inútiles masacres de nuestro siglo.

Jubileo de los jóvenes: itinerarios de camino, esperanza, reconciliación

Jubileo de los jóvenes: itinerarios de camino, esperanza, reconciliación

Una peregrinación a Roma durante el evento que contará con la participación de jóvenes de todo el mundo, para recorrer el itinerario histórico de las siete iglesias a través de la catequesis, la oración, los testimonios, la profundización espiritual vinculada al carisma de la unidad, la música y el compartir.

Indonesia: distribuir esperanza

Indonesia: distribuir esperanza

En Medan, capital de la provincia de Sumatra, en Indonesia, tras el tsunami de 2004, la comunidad local de los Focolares creó el Centro Social «Sumber Harapan», Fuente de Esperanza, para atender las necesidades de los más pobres de la ciudad. Maximus y Fretty, animadores del centro, nos cuentan las acciones que llevan a cabo.