Movimiento de los Focolares

Evangelio vivido: “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros” (Juan 13, 34).

May 10, 2022

The new commandment calls us to make space within ourselves  for the power of Jesus' boundless love and to allow its wonderful sound to echo forth. It means understanding just  how precious is the immense love that we have received without merit and ensuring that it circulates among others.

Comprender la preciosidad de un amor inmenso, recibido sin mérito, y ponerlo a circular. Ése es el significado del mandamiento nuevo: dar espacio a la fuerza del amor sin límites de Jesús y dejar que el sonido maravilloso de esa visita se propague, como un eco, hacia todos. Una receta ganadora Estamos casados desde hace poco menos de catorce años y no hemos tenido una verdadera crisis.  Ambos tenemos una formación cristiana, y somos conscientes de la fragilidad del amor conyugal.  El mayor reto es la educación de los hijos: ahí es donde tenemos algunos desacuerdos. Por ejemplo, cuando se trata de castigarlos, yo sería más indulgente que Pavel. A veces los defiendo de manera irracional.  En todo ello me ayuda el hecho de pensar que mi esposo también quiere lo mejor para ellos y trato de respetar lo que siente como deber de padre (por otro lado, muchas veces me doy cuento de que él tiene razón). Cuando no sé qué hacer, rezo. También tratamos de poner en práctica las palabras que el Papa Francisco nos aconseja: «Por favor, gracias, lo siento», o bien «que el sol no se ponga sobre tu ira». Por experiencia personal, considero importante respetar el tiempo que el otro emplea para afrontar una situación difícil.  En tales momentos trato de expresar mi amor con un beso o una caricia. El matrimonio educa realmente a la alteridad.  Hemos visto que funciona la receta de elogiar al otro por cosas mínimas. Pavel es un maestro en ello. (K.S. – República Checa) Nuestra huésped Desde los comienzos de la pandemia, con la comunidad de la que formamos parte nos habíamos comprometido a mantener los contactos con los miembros del grupo para asegurarnos de que todos estuvieran bien, dándoles prioridad a las personas que están solas. Cuando una de ellas, que por lo general es muy activa, se fracturó el brazo derecho a raíz de una caída, mi esposo y yo le ofrecimos hospitalidad durante algún tiempo, en nuestra casa.  Aceptó. Mientras tanto, debido a  las fiestas de fin de año, se imponían nuevas normas sanitarias, cada vez más restrictivas. Como nuestra huésped iba a quedarse aislada en Navidad y Año Nuevo, le propusimos que prolongara su estadía con nosotros. Quedó muy impactada por el espíritu de verdadera familia de nuestra comunidad, y ella lo atribuyó a que poníamos en práctica el precepto de Jesús «Lo que ustedes le hayan hecho a uno de mis hermanos más pequeños, me lo habrán hecho a mí». Y cuando, ya físicamente más autónoma, regresó a su casa, consciente de que el Evangelio puede ser el cimiento de la vida, se puso enseguida a ayudar a los que podían encontrarse en necesidad. (Constance – Canadá) “Ese” violín Cuando tenía doce años, el matrimonio de mis padres se deshizo, pero durante los siguientes diez años seguimos viviendo en el mismo apartamento. Mi madre y yo en una habitación, mi padre en la otra. El resto de las habitaciones eran de uso común.  Las escenas vividas con ocasión de los trámites de divorcio me hicieron insegura y temerosa. Yo me había puesto claramente del lado de mi madre y por ello tuve que devolverle incluso el violín con el que me ejercitaba.  Algunos años más tarde, quise presentarle a mi novio, pero él no quiso conocerlo; no vino al casamiento y ni siquiera quiso conocer a los dos nietos que nacieron. Pero nosotros no nos dimos por vencidos y  para vivir con coherencia nuestra vida cristiana, olvidando las viejas heridas, seguimos escribiéndole e invitándolo a nuestra casa. Al final, un día vino a conocer a su yerno y a sus nietos. Sintió que lo queríamos, y poco a poco empezó a quedarse cada vez más tiempo y a traerles regalos a los niños. Cuando supo que uno de ellos estaba aprendiendo a tocar el violín, trajo “ese” violín. (S. – Hungría)

A cargo de:  Maria Grazia Berretta

(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VIII, número 2, mayo-junio 2022)

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

A che serve la guerra?

A che serve la guerra?

In questo momento in cui il mondo è dilaniato da conflitti efferati, condividiamo uno stralcio del celebre volume scritto da Igino Giordani nel 1953 e ripubblicato nel 2003: L’inutilità della guerra. «Se vuoi la pace, prepara la pace» : l’insegnamento politico che Giordani ci offre in questo suo volume può riassumersi in questo aforisma. La pace è il risultato di un progetto: un progetto di fraternità fra i popoli, di solidarietà con i più deboli, di rispetto reciproco. Così si costruisce un mondo più giusto, così si accantona la guerra come pratica barbara appartenente alla fase oscura della storia del genere umano.

¿Para qué sirve la guerra?

¿Para qué sirve la guerra?

En estos tiempos en que el mundo se ve desgarrado por conflictos brutales, compartimos un extracto del famoso libro escrito por Igino Giordani en 1953 y reeditado en 2003: La inutilidad de la guerra. «Si quieres la paz, prepara la paz»: la enseñanza política que Giordani nos ofrece en este libro se resume en este aforismo. La paz es el resultado de un proyecto: un proyecto de hermandad entre los pueblos, de solidaridad con los más débiles, de respeto mutuo. Así se construye un mundo más justo, así se deja de lado la guerra como una práctica bárbara propia de la fase oscura de la historia de la humanidad.

El Padre Foresi: los años de su trabajo en la encarnación del carisma

El Padre Foresi: los años de su trabajo en la encarnación del carisma

Hace diez años, el 14 de junio de 2015, moría el teólogo Padre Pasquale Foresi (1929-2015), a quien Chiara Lubich consideró cofundador del Movimiento. Fue el primer focolarino sacerdote y el primer Copresidente de los Focolares. Ha salido algunos meses atrás el segundo volumen de la biografía de Foresi, escrito por Michele Zanzucchi. Hablamos del tema con el profesor Marco Luppi, investigador de Historia Contemporánea en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia).