El Rev. Saito de la Asociación budista Rissho Kosei-Kai junto con su esposa Hiroyó y la Sra. Erikó estuvieron este año en Italia realizando un viaje rico de citas y encuentros, comenzando por el centro Familias Nuevas del Movimiento de los Focolares.
El compromiso de la Rissho Kosei-Kai en el área de la familia tiene una particular afinidad con los fines de Familias Nuevas, con quienes colaboran desde hace varios años: “Yo pertenezco a la Rissho Kosei-kai. Entre las enseñanzas en que ésta se inspira hay una que dice así: nosotros los integrantes queremos comprometernos para construir la paz en el mundo, en el Estado, en la sociedad, en la familia. Me acuerdo que también Chiara Lubich dijo que la familia es el inicio de la sociedad, por lo cual es importante practicar el amor, vivirlo en primer lugar en la familia que es la realidad más cercana a nosotros; luego en la sociedad que está hecha de muchas familias, luego en el Estado, luego en el mundo. En este orden podemos construir la paz. Podemos decir que la familia es sustancialmente un aporte de amor al mundo”.
Una cita particularmente importante en este viaje fue la audiencia con el Papa Benedicto XVI, el Rev. Saito recuerda así ese momento: “En Japón ocurrieron grandes desastres, como el tsunami del pasado marzo, por esto muchas personas murieron, muchos perdieron la familia, la casa y el trabajo. El Papa hizo un llamado pidiendo a la gente que rece por Japón y creo que esto haya movido profundamente el corazón de muchas personas del mundo. Pude decirle que los japoneses no olvidarán nunca sus palabras y le expresé mi personal y profunda gratitud. Benedicto XVI sonrió y me estrechó la mano con mucha amabilidad. Esto me hizo comprender cuánto amor tiene en su corazón”
Fue importante para el Rev. Saito la visita a Asís: “Las palabras de Dios – Buda se convierten en reales porque hubo personas que las pusieron en práctica. Así es para las palabras de Jesús ‘Amense uno al otro como yo los he amado’; ‘Cualquier cosa que hagan al más pequeño de mis hermanos la han hecho a mi’. Estas palabras de Jesús se han convertido para nosotros en enseñanzas concretas para vivir porque fue el testimonio de san Francisco”
El conocimiento personal y la gran estima que el Rev. Saito tiene hacia Chiara Lubich lo llevó finalmente a visitar personalmente su casa: “Cuando entramos en la habitación donde vivió los últimos momentos de su vida, delante de su cama, la focolarina que nos hacía de guía nos dijo que en el último período Chiara había querido releer todos los Evangelios para verificar si había tratado de poner en práctica todas las palabras de Jesús. Cuando confirmó esto, Chiara partió para el cielo. Yo quisiera vivir la fe como la vivió Chiara, siguiendo su ejemplo”
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