Movimiento de los Focolares

La ciudad y el diálogo por un futuro de esperanza

Jul 12, 2010

El Movimiento Humanidad Nueva publica un aporte suyo a la reflexión sobre los tiempos que vivimos, entre crisis y esperanza. La ocasión la da la 46ª semana social de los católicos italianos. Les proponemos amplios fragmentos del documento.

La reflexión propuesta por Humanidad Nueva – ramificación que sintetiza las expresiones sociales de los Focolares –nos empuja a encontrar nuevamente la confianza necesaria, en este tiempo de crisis, para recorrer un camino ciertamente arduo pero fascinante.  Es la invitación contenida en la introducción del documento, cuando, citando a Don Carlo Gnocchi, se invita a amar “con un amor ardiente a nuestro tiempo (…) tan grande y tan abatido, tan rico y tan desesperado, tan dinámico y tan dolido, pero en todo caso siempre sincero y apasionado”.

La ocasión para esta reflexión la da la 46ª edición de la “Semana Social” de los católicos italianos, que tendrá lugar del 14 al 17 de3 octubre de 2010, en Reggio Calabria, en el Sur de Italia. “Católicos en la Italia de hoy. Una agenda de esperanza por el futuro del país” es el título del evento en cuya preparación está colaborando también el Movimiento Humanidad Nueva, mediante la publicación de un documento titulado “Estar en pie en un tiempo apasionante”.

Amar a nuestro tiempo por lo tanto. ¿Pero cómo? He aquí la propuesta: concentrar las energías en dos pistas de trabajo privilegiadas, la ciudad y el diálogo; la primera como lugar, la segunda como medio para concretar este “amor” por nuestra sociedad, por nuestro tiempo. “Dialogar” –se lee en el documento- “significa considerar al máximo al otro (…) Se dialoga entrando en la realidad del otro, en su condición, en el patrimonio del cual es expresión, considerándolo, a la luz de la fraternidad universal, como a sí mismo”.

Una premisa es que también un programa de trabajo allí donde está el resultado de muchos de los retos actuales: la ciudad, precisamente: “Existe un ulterior encanto al trabajar dentro de la ciudad. A lo largo de sus arterias viajan las contradicciones más escandalosas de la aldea global (…) Si se da vida a relaciones nuevas, se ofrece a la ciudad la respuesta que ella espera y que de ella debemos dejarnos contagiar. Se abre por lo tanto la posibilidad de que nuestras ciudades cambien de destino: en lugar de ir hacia la fragmentación total, con los consecuentes problemas de inseguridad, de desconfianza entre los distintos suburbios, sucede que se pueden encaminar procesos en dirección opuesta”.

En una ciudad que se construye “con” el otro y se convierte en lugar “para” el otro: no puede faltar, en este sentido una nota de reciprocidad: “es un término inusual” –se lee- “revelador de un enfoque cultural que ve en el amor y sobre todo en el amor recíproco la condición indispensable para hacer una lectura de la realidad más completa, más objetiva, más auténtica, más penetrante”.

Es un enfoque que valora el esfuerzo común pero también el aporte específico de cada sujeto, para un auténtico desarrollo de la población, sostenible, para todos y que da plena ciudadanía a esa cultura de la resurrección que apunta, como dice claramente el documento, “a lo global y a lo local en la perspectiva de la única familia humana cual meta de la historia y fin del proyecto de salvación que lleva al abrazo en el único Padre”.

Recientemente Lucia Crepaz – corresponsable de Humanidad Nueva – ha otorgado una entrevista a Città Nuova on line, que se puede leer aquí:  http://www.cittanuova.it/contenuto.php?TipoContenuto=web&idContenuto=26569

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