“Es en primer lugar una historia de amistad”. Con estas palabras empezaron los trabajos del convenio promovido por la Comunidad islámica de Sicilia y el Movimiento de los Focolares, que tuvo lugar en Catania el pasado 14 de abril. “Algunos miembros del Movimiento de los Focolares conocimos al Imán de Catania y esta amistad creció y se extendió a otros musulmanes y personas del Movimiento, sobre todo a familias, con momentos en los que hemos podido compartir juntos los valores de la fraternidad universal, realizando experiencias concretas”. La que habla es Giusy Brogna, de los Focolares, experta en el diálogo interreligioso con el Islam luego de haber vivido varios años en Medio Oriente, quien, junto con el periodista Roberto Mazzarella y Kheit Abdelhafid, Imán y Presidente de la Comunidad Islámica de Sicilia y el vicepresidente Ismail Bouchnafa, organizaron este evento.
Fueron casi 500 las personas que asistieron: familias completas provenientes de diversas ciudades sicilianas en donde ya desde hacía tiempo había nacido amistad entre comunidades del Movimiento de los Focolares y algunas familias musulmanas.
La visión cristiana de la familia y el valor agregado que tiene la familia musulmana gracias a la sociedad italiana: este fue uno de los temas centrales, presentado respectivamente por los esposos Gaetano y Grazia María Amore y por el Imán Kheit Abdelhafid, que dijo que estaba satisfecho por la jornada y por el largo trabajo de preparación: “La familia es central para ambas religiones, sobre todo pensando en el futuro de nuestros hijos, que quisiéramos vivieran en un mundo sin barreras, en el que la diversidad sea vista como una riqueza”. Las experiencias dieron consistencia a todo lo que se dijo: se presentó una familia de Scicli: Giosi y Zanja, compañeros de una escuela en Ispica, Fátima y Hamed de Rosolini con su hija Rabia y con algunos amigos católicos. Algunos de ellos apoyan desde hace años –en locales parroquiales- una escuela para las mujeres emigrantes.
En la tarde se continuó con los jóvenes quienes juntos –cristianos y musulmanes- en las semanas pasadas pasaron un corto metraje para describir con ironía los principales lugares comunes donde hay desencuentros cuando no se conocen las diversas tradiciones culturales y religiosas.
El arzobispo de Catania, S.E. Monseñor Salvatore Gristina, presente en el encuentro, alentó a continuar en este camino. “Confiemos en la ayuda de Dios” – dijo- y vayamos adelante de la mano”. Entre las personalidades civiles que intervinieron, estaba también el alcalde de Catania Raffaele Stancanelli, quien quiso agradecer por haber elegido su ciudad para este evento tan importante “capaz de contagiar en términos positivos nuestra comunidad nacional”
Este encuentro del 14 de abril en Catania forma parte de las experiencias de fraternidad que hace tiempo se llevan adelante entre algunas comunidades islámicas y los Focolares, en el ámbito del Proyecto Italia, y que han tenido un momento importante de notoriedad el pasado mes de noviembre en Brescia.
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