“Las cátedras de Sophia” son lecciones magistrales de exponentes competentes de la cultura contemporánea. Después de Ugo Amaldi, el Card. Marc Ouellet, Stefano Zamagni y Sergio Zavoli es el turno de Martha Nussbaum. Quizás pocos conocen su nombre: pero fue ella quien en 1986 introdujo el concepto de “bienes relacionales” –que hoy día se maneja establemente en Economía- y la ha influenciado notablemente, gracias al capability approach (“Enfoque de las Capacidades”) elaborado junto con el premio Nobel Amartya Sen, incluso a las Naciones Unidas, en la elaboración del índice de desarrollo humano. Y no, no es una economista, sino una filósofa: se trata de la estadounidense Martha Nussbaum, docente de Derecho y Ética en la Universidad de Chicago, y conocida en los ambientes académicos –y no sólo- por haber introducido el tema de las emociones en la reflexión política y social. Y precisamente las “emociones públicas” han sido el centro de las conferencias que la llevaron a Italia. En Loppiano se encontró primero con los estudiantes de Sophia, dando vida a un interesante intercambio en el cual no sólo ellos le dirigieron preguntas, sino que fueron interrogados a su vez por Nussbaum. Siguió un intercambio no sólo sobre la convivencia entre culturas y religiones diferentes, sino también sobre los diferentes sistemas educativos, especialmente sentido en virtud de la variada proveniencia geográfica de los participantes. Pero también la relación entre Filosofía y Economía ocupó una buena parte del debate, a partir de la narración de una experiencia directa de Nussbaum con Sen: la cual abrió el tema de la interdisciplina del saber y la necesidad de una colaboración entre estudiosos de varios sectores.
Con respecto a la experiencia de Sophia específicamente, Nussbaum observó que ella ofrece “un tipo de formación interdisciplinaria que es crucial en la formación de “ciudadanos del mundo”; si nos limitamos a un sólo campo del saber, no estamos suficientemente equipados en este sentido”. Y a los estudiantes les dirigió la invitación a “tratar de entender cómo conjugar el enfoque crítico y el emocional”, elementos esenciales, según su pensamiento, para construir una sociedad que sepa respetar todos los aspectos de la vida humana. La conferencia abierta al público, con el título Public emotions and the decent society (“Emociones públicas y la sociedad decente”), fue una especie de viaje a través del tiempo y del espacio –de la Europa posterior a la Revolución Francesa y el pensamiento de Comte y Mill, hasta la India de Tagore y de Gandhi –para examinar cómo la idea de una sociedad construida alrededor de una “religión civil” sostenida –precisamente- por las emociones se abre camino, y se concreta de forma especial en la experiencia del Subcontinente. Emociones intensas sobre todo en el sentido de “empatía” con el otro, de capacidad de percibir un “bien común” por perseguir que abraza toda la sociedad, que el Estado mismo está llamado a promover a partir de la educación de los jóvenes. Fuente: Città Nuova online
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