Movimiento de los Focolares

Líbano: una elección valiente

Ene 13, 2014

El relato de una familia libanesa que, aún teniendo la posibilidad de escapar a países más seguros, eligió permanecer para sostener a su propia gente y transmitir esperanza.

Daisy: Mi marido y yo nacimos en familias cristianas. Conocimos el Movimiento de los Focolares en una Mariápolis, y desde aquel momento la elección de vivir la espiritualidad de la unidad  dio un sentido a nuestra vida.

Samir: En 1989, durante la guerra del Líbano, la situación era dramática: el conflicto provocaba muertes y destrucción en todas partes, por lo tanto: desocupación, cierre de escuelas y oficinas. Nos trasladamos a los Estados Unidos, donde vivía mi  hermano. Como docente universitario podía tomarme un año sabático. En los Estados Unidos, encrucijada de culturas, vivimos la experiencia de pueblos distintos que viven juntos.

Daisy: Fue un año intenso y lleno de pruebas que nos permitieron experimentar el amor de Dios, manteniéndonos siempre unidos. A menudo nos preguntábamos cual era la decisión justa, si volver al Líbano o quedarnos en un país que nos ofrecía tantas oportunidades. Cada uno de nosotros había encontrado un trabajo y teníamos la posibilidad de adquirir la nacionalidad estadounidense. Además, el futuro para nuestros hijos estaba asegurado.

Samir: La decisión no era fácil, pero sentíamos también que no podíamos abandonar nuestro país en la difícil situación que atravesaba. Dialogamos con los hijos y con la familia del Movimiento y decidimos volver al Líbano. Estábamos convencidos de que amar a nuestro pueblo era más importante que la seguridad que los Estados Unidos nos ofrecía.

Daisy: Al volver al Líbano nuestra vida cambió. Comprendimos que la felicidad no depende de las circunstancias externas, sino que es fruto de nuestra relación con Dios y con los hermanos. Efectivamente, en nuestro país convivimos con los musulmanes, y con la espiritualidad de la unidad construimos una real fraternidad con muchos de ellos.

Una vez debíamos asistir a un encuentro del Movimiento que se hacía en Siria, un país que había estado en conflicto con nuestro país. Las relaciones eran todavía difíciles y llenas de desconfianza y prejuicios. Sin embargo, experimentamos que ellos son hermanos nuestros y que debemos dar la vida también por ellos.

Samir: Comprendimos aún más nuestro rol de testigos del amor entre musulmanes y cristianos. Un ejemplo de este amor entre nosotros es el de  haber recibido en nuestro Centro Mariápolis a 150 personas que en su mayor parte eran musulmanes. Formamos juntos una familia unida por la fraternidad. Creemos que nuestro rol como cristianos en Medio Oriente no es sólo  el hecho de vivir allí, sino mostrar una presencia activa en la vida política y en las instituciones gubernamentales.

Daisy: En el momento actual en que la mayor parte de los libaneses está angustiados por el futuro y muchos tratan de abandonar el país, nosotros sentimos el amor de Dios que nos acompaña y nos radica día tras día en nuestra tierra ayudándonos a transmitir esperanza.

 

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

En la misma barca: un viaje hacia la paz

En la misma barca: un viaje hacia la paz

8 meses de navegación, 30 puertos y 200 jóvenes. Tras zarpar en marzo de 2025 de Barcelona (España), el buque-escuela por la paz “Bel Espoir” prosigue su viaje que terminará en octubre, uniendo las cinco orillas del Mediterráneo. A bordo, se alternarán ocho grupos de veinticinco jóvenes de distintas nacionalidades, culturas y religiones que, animados por el deseo común de construir un mundo mejor, convivirán conociéndose, entre debates y experiencias personales, abordando nuevos temas en cada escala. Entre ellos también una veintena de chicos y chicas, entre jóvenes embajadores de Paz de Living Peace y jóvenes del Movimiento de los Focolares. Berhta (Líbano), implicada en el proyecto MediterraNEW, que trabaja por la educación de los jóvenes del Mediterráneo, principalmente inmigrantes, nos cuenta su experiencia.

Argentina: compromiso con el diálogo intercultural con los pueblos originarios

Argentina: compromiso con el diálogo intercultural con los pueblos originarios

Agustín y Patricia y sus dos hijos son una familia argentina. Tras un curso en Sophia ALC, la sede latinoamericana del Instituto Universitario con sede en la ciudadela internacional de Loppiano (Italia), fueron en busca de sus raíces entre los pueblos originarios y nació un fuerte compromiso por el diálogo intercultural.