En un estrecho diálogo con personas de convicciones no religiosas, Chiara Lubich, en 1995, se encontró explicándoles porqué, sin los no creyentes, los Focolarinos perderían su identidad.
«¡Esto es absolutamente cierto! Porque nosotros tenemos, como Movimiento, como nueva Obra surgida en la Iglesia, una vocación universal.
Por eso nuestro lema es: “Que todos sean uno”. Ahora bien, en el ‘todos’ estáis dentro también vosotros. No podemos prescindir de vosotros, porque estáis en el ‘todos’, de lo contrario dejaríamos fuera a medio mundo o por lo menos a un tercio, y lo excluiríamos, mientras que nosotros decimos: “Que todos sean uno”.
Por supuesto debemos “ser uno” como podemos: seremos uno en los valores, seremos uno en otras ideas, seremos uno en algo concreto».
Chiara Lubich a los amigos de convicciones no religiosas, Loppiano 7 de mayo de 1995
Publicado en DiaLogos 02, CNx, septiembre del 2012
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