La República Democrática del Congo (RDC) atraviesa un momento político muy delicado, por la renuencia, el pasado 14 de noviembre, del premier Augustin Matata Ponyo después del acuerdo firmado en octubre pasado, que prolonga el mandato del presidente Joseph Kabila. Kabila tenía que terminar su encargo el próximo 19 de diciembre, pero su coalición y una parte de la oposición decidieron que continuará hasta las próximas elecciones, previstas para abril de 2018. En este contexto incandescente, el pasado 29 de octubre se constituyó el Movimiento Político por la Unidad (MPPU) congolés, que se inspira en los valores de la espiritualidad de Chiara Lubich. «En este período la Iglesia, mediante la Conferencia Episcopal, está trabajando para evitar el caos en el país –cuentan Damien Kasereka y Aga Ghislaine Kahambu, responsables locales del Movimiento de los Focolares-. El lanzamiento del MPPU en este momento es precisamente una respuesta a una necesidad. Estamos felices de ver que los miembros del Movimiento más comprometidos en la política, sobre todo los jóvenes, están convencidos de que las cosas pueden cambiar. A pesar de todo no se pierde la esperanza». El pasado 3 de diciembre, el MPPU se presentó oficialmente en la sala polivalente del centro médico Moyi Mwa Ntongo, en Kinshasa. El periódico Le potentiel dedicó un largo artículo al evento, titulándolo “Amor y fraternidad en la sociedad: lanzamiento de un movimiento de concientización de masa”. «Lejos de ser un partido político, el MPPU es más bien una red de reflexión y de acción para promover la fraternidad en la vida política congolesa. Sus iniciadores están convencidos de que la fraternidad universal es el fundamento y el motor esencial para lograr un cambio positivo en la sociedad, sobre todo la congolesa, en donde los antivalores están muy arraigados», escribe el periódico. Entre los presentes había profesores universitarios e investigadores, diputados y otros actores políticos, periodistas, abogados, religiosos, médicos, activistas sociales y exponentes de otras categorías socio-profesionales. Durante el encuentro se subrayó la oportunidad y la importancia del MPPU en la RDC, en cuanto ayuda a “hacer política para la unidad”, de la cual hay tanta necesidad en este difícil momento. El diputado Dieudonné Upira, uno de los iniciadores del MPPU en la RDC, afirmó: «Quisiéramos preparar una juventud que no crezca con miedo como nosotros. Ciertamente no hemos hecho mucho por este país. Quizás no estamos formados, y esta es la razón de nuestro temor. Por eso queremos formar jóvenes interesados en hacer el bien, en grado de denunciar, anunciar y renunciar. De jóvenes que, delante de la bipolarización del espacio político congolés, puedan decir: “Tenemos que trabajar por nuestra nación”. Una juventud formada puede influir en la sociedad con su forma de comportarse». Y Georgine Madiko, ex diputada, también ella entre los iniciadores: «Vamos a empezar a realizar cursos universitarios periódicos, que nos permitan formar a los jóvenes mediante módulos de estudio. Procederemos formando una especie de tela de araña para cubrir, poco a poco todo el país y todos los campos. Esta telaraña nos servirá de soporte, si no para erradicar, al menos para atenuar el mal en nuestra sociedad y promover el bien». Se va a empezar con un primer grupo de 50-60 personas. Como conclusión, Aga Ghislaine Kahambu, agradeció a todos: «Su presencia demuestra que desean que haya cambios en nuestro país. No hace falta una multitud para cambiar la sociedad. Cada individuo realiza muchas acciones positivas. Ahora pretendemos que estas acciones no permanezcan aisladas. Gustavo Clariá
Ser madres/padres de todos
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