Movimiento de los Focolares

Suecia, testimonio del Obispo Ake Bonnier

Sep 6, 2014

Desde la Diócesis de Skara nos llega el relato de un obispo luterano de la Iglesia Sueca, en el camino hacia la unidad de los cristianos en sus tierras.

Vescovo Åke«Poco tiempo después de mi elección como Obispo de la Diócesis de Skara (Suecia), en el año 2012, decidimos realizar un encuentro ecuménico en la sede episcopal con ocasión de la fiesta de Pentecostés, día en el que se celebraban además los mil años de la fundación de la diócesis. La idea, fue inspirada por el Papa Juan Pablo II y solicitada varias veces también por el obispo católico Monseñor Anders. El objetivo era reunir a los representantes de las diversas iglesias y movimientos cristianos, presentes en la diócesis, tomando como ejemplo lo que se había realizado en el pasado en la diócesis católica, justamente en Pentecostés. Cuando comuniqué la propuesta, me quedé gratamente sorprendido al ver que nadie de mi nuevo equipo, se expresaba negativamente. Al contrario, todos los dirigentes sentían que esta experiencia habría sido un complemento indispensable para nuestra celebración del milenario. «Las reacciones de los miembros de las distintas Iglesias mostraban, sin embargo, que el camino era todavía cuesta arriba. Muchos estaban ocupados, tal vez fuera de la ciudad y además la celebración coincidía con la Jornada Nacional Sueca. Un descubrimiento, para mí, fue que el día de Pentecostés tiene un papel importante en la tradición ortodoxa, es una especie de “All Souls Day”. Esto significaba que solamente un ortodoxo podría representar a toda la familia de su iglesia. Enviamos las invitaciones con gran anticipación y llamamos la atención sobre este evento repetidas veces. El esfuerzo realizado produjo resultados francamente buenos. El encuentro que tuvo lugar este año, reunió a más de 300 cristianos de distintas iglesias y distintos Movimientos entre los cuales estaba el Movimiento de los Focolares. El tema fue “Dejen que hablen en mil idiomas” (aludiendo al libro de los Hechos cap. 2 y a nuestro 1000º aniversario). Dos de las intervenciones principales fueron ejecutadas por teólogos suecos como Ylva Eggehorn y Magnus Malm. La mañana de Pentecostés, cuando llegué a la catedral antes del comienzo del programa, había ya mucha gente en la iglesia. Con gran alegría tuve así la oportunidad de saludar a muchos conocidos y también a personas nuevas, compañeros de fe. Después de una breve explicación sobre cómo transcurriría la jornada, nos subdividimos en grupos, mixtos, para discutir y reflexionar sobre la importancia de la oración. También lo hicimos a la tarde, reunidos, en cambio, de acuerdo a la ciudad de procedencia. La jornada concluyó con una celebración en la catedral de Skara. Muchos de los participantes quedaron impresionados por la oportunidad de encontrarse más allá de los límites confesionales y constataron que tenemos verdaderamente mucho  en común. Se puede tranquilamente decir que tenemos necesidad de comunicarnos más unos con otros. Las comunidades representadas fueron: la iglesia luterana sueca, la iglesia católica, la iglesia ortodoxa y algunas iglesias libres. Pero no era importante la iglesia a la cual pertenecía cada uno, lo importante era encontrarse, estar juntos y compartir nuestras experiencias sobre la oración y mucho más. Fue fundamental transcurrir esta jornada como hermanos y hermanas, y, prescindiendo de todo, tener a Jesús en medio nuestro. La jornada generó en mí un nuevo impulso para el futuro. Se puede decir que hemos dado un paso en el camino hacia la unidad y que podemos continuar caminando con el Señor ¡crucificado y resucitado! Reitero el lema de esta jornada para alcanzar la unidad de la Iglesia, unidad en la diversidad: “Dejen que hablen en  mil lenguas”».

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