Movimiento de los Focolares
Up2Me Niños: una nueva oportunidad de formación

Up2Me Niños: una nueva oportunidad de formación

Up2Me es un programa de formación y educación sobre afectividad y sexualidad propuesto por el Movimiento de los Focolares. Nació en 2015 como respuesta a los retos educativos de las jóvenes generaciones del tercer milenio. Actualmente, está presente en 35 países de todo el mundo y ofrece cursos dirigidos específicamente a cada grupo de edad: niños y niñas con sus familias, preadolescentes y adolescentes (con un curso paralelo para sus padres) y jóvenes.

Conocemos más profundamente el curso para niños de 4 a 8 años, junto con Paolo y Teresa Radere, quienes llevan años comprometidos con la formación, en particular de las nuevas generaciones de los Focolares.

Paolo, Teresa, ¿en qué consiste Up2Me para niños?

Es una experiencia que los niños viven con sus padres, un itinerario de formación integral que parte del desarrollo de la afectividad, la emocionalidad y la sexualidad, estimulando también la esfera espiritual y la inteligencia existencial, para asumir una visión abierta y profunda del mundo y de las personas desde la infancia. El camino busca una relacionalidad positiva, creativamente abierta al diálogo, a la aceptación, al respeto por la singularidad e irrepetibilidad de la persona humana, para generar el marco necesario para una experiencia de crecimiento personal y comunitario, y para la apertura a los demás.

¿A quién va dirigido?

Está dirigido a todas las familias con niños, preferiblemente de 4 a 8 años. Si, como ocurre en todas las familias, hay niños mayores o menores, participar en Up2Me no es un problema, sino una oportunidad, ya que toda la familia vive una experiencia. El programa también se puede ofrecer a hijos de familias de acogida, familias monoparentales o separadas. En estos casos, los niños serán acompañados por la figura adulta que les sirva de referencia (uno de los dos padres biológicos o de acogida, o ambos, un tío, un abuelo, etc.).

El proyecto también puede proponerse y llevarse a cabo en grupos familiares, en la parroquia o en un ámbito escolar.

¿Cuáles son los objetivos?

Para los niños, el objetivo final es compartir experiencias con sus padres y otras figuras de referencia, necesarias para el desarrollo de su identidad y un crecimiento integral y armonioso. Reconocer, acoger y expresar emociones primarias con un valor positivo de forma adecuada al contexto; tener una comunicación positiva y efectiva con los padres; desarrollar la interioridad, el autoconocimiento, crecer en la dimensión espiritual — entendida como la capacidad de contemplar y trascender —, y aprender a cuidar el propio cuerpo, de los demás y a la naturaleza.

Para los padres, el curso es útil para favorecer el crecimiento de la capacidad de comunicarse entre generaciones dentro de la unidad familiar, entre familias y con la cultura contemporánea para valorizar su potencial latente; profundizar en el conocimiento del desarrollo sociocognitivo y psicológico del niño y el tipo de relaciones que lo favorecen; comprender cómo las formas en que los padres actúan y se relacionan con sus hijos influyen en su crecimiento y aprender buenas prácticas educativas para la regulación emocional; conocer la influencia de las nuevas tecnologías en la educación de los niños y el papel de los padres en ella.

¿Cuáles son los contenidos del camino?

A partir de la experiencia y el estudio de estos años, y para darle un carácter orgánico al camino, hemos elegido la metáfora de “un viaje juntos hacia la felicidad”. Decidimos trabajar en la educación afectivo-relacional de los niños porque esta constituye la base de su relación afectiva y sexual; las emociones permiten la articulación del cuerpo y la mente, lo que favorece el crecimiento personal integral. El método de formación experiencial permite a padres e hijos compartir sus experiencias diarias en reuniones comunitarias, dialogar, profundizar e iluminar, construyendo así nuevos saberes que surgen de la propia sabiduría y la de los demás.

Los contenidos se presentan a través de una pluralidad de lenguajes: el juego, el movimiento, la sensorialidad, la representación icónica, la narración, las imágenes, la danza como características del abordaje de las diferentes temáticas.

La idea es un viaje en avión que transmite al niño la imagen de la continuidad del itinerario, la sensación de espera y descubrimiento, y la necesidad de trabajar para prepararlo. Después de cada etapa, la experiencia continúa en casa, ya que cada núcleo familiar recibe una propuesta que ayuda a continuar el diálogo y el clima construido con el objetivo de buscar espacios de crecimiento familiar.

Para más información, clica aqui o envíe un correo electrónico a teresa.radere@focolare.org

Lorenzo Russo
Foto: © Archivio Up2Me

Ikuméni: en busca de la solidaridad religiosa

Ikuméni: en busca de la solidaridad religiosa

“Ikuméni ha transformado la forma con la que los jóvenes nos relacionamos, la forma en que nos miramos, la forma en que podemos mantener la unidad en la diversidad”, dice Edy, peruano, católico, desde el escenario del Genfest 2024 en Aparecida, acompañado por otros 13 jóvenes de diferentes Iglesias cristianas y países latinoamericanos.

Pero ¿qué es Ikuméni? Es un itinerario de formación de cuatro meses de duración en un estilo de liderazgo basado en el arte de la hospitalidad, la cooperación y las buenas prácticas. “Lo más destacado de todo esto es nuestra reunión presencial y de cierre”, continúa Edy. Luego, Pablo, salvadoreño, luterano, dice: “Algo que nos ha marcado es aprender a generar juntos iniciativas de cooperación que llamamos buenas prácticas ecuménicas e interreligiosas, trabajando juntos, personas de diversas Iglesias y diferentes religiones, dispuestas a servir en los desafíos que enfrentamos hoy en nuestras ciudades y zonas rurales”.

En efecto, Ikuméni ofrece a los jóvenes diferentes itinerarios para la implementación de buenas prácticas: así nacieron iniciativas de cooperación para la construcción de la paz, la resolución de conflictos, la ecología integral y el desarrollo sostenible, las cuestiones humanitarias y la resiliencia, trabajando juntos no sólo con personas de diferentes Iglesias, sino también con la sociedad civil para cuidar juntos.

“En mi caso comenzamos con una iniciativa para la construcción de la paz en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad donde estudio”, dice Laura Camila, colombiana, quien vive en Buenos Aires y es miembro de una comunidad eclesial pentecostal. Y reitera, “necesitamos trabajar juntos por la paz, realmente la necesitamos. Así, en colaboración con distintas Iglesias, nacieron iniciativas para fortalecer la resiliencia creando redes ecuménicas e interreligiosas y talleres para la formación al diálogo y la resolución de conflictos”.

El itinerario formativo Ikuméni es un programa de becas y por tanto no tiene costo para los participantes que son seleccionados para participar en el itinerario. Requiere un compromiso de 4 horas semanales y participación en el encuentro regional presencial de Ikuméni. Pueden participar jóvenes de entre 18 y 35 años que hayan completado la educación secundaria. Está organizado por CREAS (Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio) con la colaboración de diversas organizaciones.

Ya está abierta la inscripción para el laboratorio 2025. Encuentras toda la información en: https://ikumeni.org/

Invitamos a ver nuestro reportaje realizado hace unos meses en Buenos Aires con motivo de la reunión del equipo de trabajo.

Carlos Mana
Foto: © Ikuméni