«Me llamo Num. Nací en Tailandia y soy un gen budista. Soy músico y pintor profesional. Actualmente doy clases de computación a personas discapacitadas. Como ven, mi cabello está muy corto porque recién terminé una experiencia como monje budista.
De hecho, según nuestra tradición, un joven dedica un período de su tiempo viviendo como monje en un monasterio. Lamentablemente en la actualidad, esta costumbre no es muy practicada. Siendo gen, yo quiero conocer mejor mi religión y así vivir mejor mi vida espiritual. Por lo tanto decidí ser ordenado monje. La ceremonia de ordenación tuvo un gran significado para mí. Los focolarinos y los gen estuvieron presentes en esta importante ocasión. En esta experiencia sentí muy fuerte su cercanía.
Tenía mucho tiempo para rezar. Comenzaba con las oraciones muy temprano, a las 4.30 de la mañana. Salía con los otros monjes, a hacer una colecta para conseguir comida, y enseguida después de las oraciones de la mañana. Descubrí que las personas depositan su confianza en los monjes y los respetan mucho. Comprendí también que es muy importante esta confianza y que, nosotros monjes, debemos ser fieles a las enseñanzas de Buda, para preservar esta confianza que la gente tiene en nosotros. Las enseñanzas del budismo me ayudaron a aprender muchas cosas y principalmente aprendí mucho de los monjes más ancianos. Y aunque estaba en el monasterio, sentía que los otros gen vivían su vida en unidad conmigo.
Conocí a los gen a través de uno de mis amigos budistas. Él conoció el ideal gen a través de un monje budista de su pueblo. Cuando me encontré por primera vez con los gen, noté enseguida que se relacionaban de un modo muy amistoso, como si fueran hermanos y hermanas, aún si eran y somos todos muy distintos, inclusive de religiones distintas.
¿Qué significa ser un gen budista? Tenemos muchas cosas en común con los cristianos, como por ejemplo, tratar de ser personas comprometidas y buenas, y también tenemos en común la elección de hacer el bien a los demás. Puedo vivir como un gen en cualquier lugar, en cada momento, y, sobre todo, puedo amar a todas las personas que encuentro ayudando a construir relaciones de fraternidad con todos. Nosotros, los gen budistas, tratamos de vivir el ideal de la unidad cada día; tratamos de amar y de construir la unidad donde estamos. Junto con los gen cristianos, hacemos muchas actividades buscando el bienestar de la sociedad. Por ejemplo, nos organizamos para recoger fondos para ayudar a las víctimas de las catástrofes naturales. Ahora estamos trabajando para ayudar a los que sufrieron por el tifón que hubo en Filipinas. ¡Vamos adelante juntos!».
0 comentarios