Movimiento de los Focolares

Tanzania: Profundizar en los valores evangélicos bajo el signo del “nosotros”

Jul 20, 2011

A finales de junio tuvo lugar un curso de formación para “los voluntarios y las voluntarias de Dios” en Singida, en Tanzania. Una escuela donde el intercambio fue uno de sus rasgos característicos.

Después de un viaje de alrededor de 32 horas, Franco Pizzorno y Pierangelo Tassano del Movimiento Humanidad Nueva llegaron a Singida, en Tanzania. El objetivo del viaje: participar en una escuela de formación, del 21 al 25 de junio, para 70 dirigentes de los “voluntarios de Dios”</strong> provenientes de Kenia, Uganda, Burundi, Ruanda, Congo y Tanzania comprometidos en infundir en varios ámbitos de la sociedad los valores del Evangelio. Intensos y fructíferos los cinco días de escuela, durante los cuales se puso en evidencia la importancia de dar testimonio con la vida de la actualidad y la eficacia de las palabras del Evangelio. Las reflexiones culturales y espirituales, a cargo de los mismos voluntarios y voluntarias, suscitaron un intercambio profundo de experiencias, hicieron surgir las líneas fundamentales para la búsqueda del bien común y de la paz en la sociedad y entre las etnias, con especial referencia al mundo del trabajo y de la educación.  «Los pueblos de estas Naciones –cuentan Franco y Pierangelo- llevan en el ADN la semilla de la comunión y de una auténtica creatividad, quizás en una medida mayor con respecto a la de los de otros continentes. El término típicamente africano “Ubuntu”, que expresa la realidad “yo soy lo que soy por mérito de lo que somos todos”, es la raíz natural de una cultura hecha de relaciones que hace ver los problemas desde una óptica distinta, abriendo espacio a nuevas intuiciones desde donde surgen soluciones válidas para los problemas de la sociedad africana y no sólo». ></Cuenta Jean Bosco, ugandés: «M. vive en mi ciudad. Es una persona enferma de SIDA y otras enfermedades colaterales. Es anciano e indigente. Convoqué a una reunión del comité ejecutivo de la parroquia para entender cómo ayudarlo, y con mi esposa nos hicimos cargo de él: lo mantuvimos con comida, medicinas, lavándole la ropa… y también otros amigos nos ayudaron a asistirlo. M. hora forma parte de nuestra comunidad. Estos gesto no pasaron desapercibidos y nuestro testimonio se ha convertido en un estímulo para que muchos mejoren su sensibilidad hacia quien pasa necesidad».  Concluyen Franco y Pierangelo: «Partimos con la conciencia de que los pueblos de este continente tienen mucho que donar a todo el mundo, y por lo tanto nos pusimos a la escucha de sus necesidades más urgentes, pero sobre todo de una cultura tan distinta y tan rica. Como siempre hemos recibido muchísimo más de lo que hemos dado.»  

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

Esta maldición de la guerra

Esta maldición de la guerra

“Vi el absurdo, la estupidez y, sobre todo, el pecado de la guerra…”. Igino Giordani, escribiendo sus memorias, reflexiona sobre el terrible período de la Primera Guerra Mundial, en el que él mismo se enroló. La ‘masacre inútil’, como la definió Benedicto XV. Sus palabras nos hacen reflexionar sobre cómo la historia podría enseñarnos a trabajar por la paz hoy, combatiendo contra las nuevas, absurdas e inútiles masacres de nuestro siglo.

Jubileo de los jóvenes: itinerarios de camino, esperanza, reconciliación

Jubileo de los jóvenes: itinerarios de camino, esperanza, reconciliación

Una peregrinación a Roma durante el evento que contará con la participación de jóvenes de todo el mundo, para recorrer el itinerario histórico de las siete iglesias a través de la catequesis, la oración, los testimonios, la profundización espiritual vinculada al carisma de la unidad, la música y el compartir.

Indonesia: distribuir esperanza

Indonesia: distribuir esperanza

En Medan, capital de la provincia de Sumatra, en Indonesia, tras el tsunami de 2004, la comunidad local de los Focolares creó el Centro Social «Sumber Harapan», Fuente de Esperanza, para atender las necesidades de los más pobres de la ciudad. Maximus y Fretty, animadores del centro, nos cuentan las acciones que llevan a cabo.