Más de 1.200 cadáveres se encontraron después del terremoto y el tsunami que afectó a la isla de Sulawesi. El sitio del Vaticano informa que “se encontraron 1.203 cuerpos, pero algunos todavía no han sido identificados o recuperados”, dijo Insan Nurrohman, vice presidente de Aksi Cepat Tanggap, una de las principales ONG de Indonesia. Los socorristas trabajan sin descanso. Lograr sacar a las personas que todavía están vivas es una tarea delicada. “El gobierno está mandando maquinaria pesada para liberar los escombros –afirma Matteo Amigoni, responsable de Cáritas italiana para Indonesia y Filipinas- pero hay que sortear el problema de la falta de electricidad y gasolina, que no permite utilizar los medios”. En el Angelus, el Papa Francisco dijo: “Rezo por los difuntos, tristemente numerosos, por los heridos y por cuantos han perdido la casa y el trabajo. Que el Señor los consuele y sostenga los esfuerzos de quienes están comprometidos en llevar socorro”.
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