Movimiento de los Focolares

Evangelio vivido: «Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo» (Lc 10, 27).

Dios nos creó para participar de su vida, para amarlo y sentir su amor. En particular, al poner a nuestro lado a los hermanos, nos invita a salir de nosotros mismos, a reconocer las necesidades de los demás y a usar ese mismo Amor para apoyar y animar a todos. De Benín En los ocho meses que pasamos en Benín, con la ayuda de amigos de Europa pudimos cubrir las necesidades más urgentes de nuestros vecinos: proporcionamos alimentos, pagamos la matrícula escolar de algunos niños, incluido el material escolar, compramos medicamentos… Trabajamos para mejorar la suerte de los que estaban sin trabajo y vivían en situaciones extremas, convencidos de que sólo el amor puede lograr una promoción humana. Un fin de semana del pasado mes de noviembre nos reunimos con la comunidad, unas cien personas que habían venido desde muy lejos, con sacrificio. Son ocasiones importantes en las que es posible crear juntos el boceto de una sociedad nueva. Precedentemente, algunos habían hecho las copias de la Palabra de Vida para distribuirlas a los demás junto con las invitaciones, otros que se habían preparado las comidas comunes. La mayoría de las familias llegaron con un gran deseo de profundizar en la vida del Evangelio, una vida que tiene a Jesús presente entre nosotros como su Maestro. (Una pareja de París – Benín) ​En el tren De pie en el tren abarrotado, de repente me doy cuenta de que un anciano frente a mí se siente mal, sostenido por la mujer que debe ser su esposa. Me acerco para tomarle el pulso: es arrítmico. Solicito a los viajeros que se alejan para darle aire, le desabrocho el cuello de la camisa y lo hago acostarse. Hay agitación entre los pasajeros, interesados ​​por el estado de salud del anciano. Llega también el conductor del tren, lo invito a llamar una ambulancia, y presentándome como médico, tranquilizo tanto al señor como a su mujer: “Ha sido sólo un desmayo, un colapso”. En la primera parada, con la ambulancia ya fuera de la estación, el señor recuperó el color. Tranquilizo a la enfermera y al médico que han llegado mientras tanto, luego los acompaño, con el anciano tendido en la camilla, a la ambulancia, en medio de los agradecimientos “corales” de los viajeros y del conductor del tren. Reanudé mi camino, viendo con alegría cuánta participación humana había suscitado mi simple intervención en tantos desconocidos, que se convirtieron, aunque fuera por poco tiempo, en “prójimos” de aquel hombre. (C.F. – Italia) ​La conferencia Estaba pasando por un mal momento tanto en el trabajo como en casa. Me sentía desmotivado y sin fuerzas. Para complacer a mi esposa, la acompañé a una conferencia que no era para nada de mi interés. Pero escuchando al orador que hablaba de un teólogo ruso, me llamó la atención su afirmación de que todo lo que está movido por el amor a alguien es creativo. Entonces reflexioné sobre mi vida, sobre el trabajo en el banco que se había vuelto repetitivo, sobre las relaciones con colegas enfermos de arribismo y desconfianza. ¿Qué significaba para mí ser creativo en un entorno así? Al día siguiente, en mi forma de tratar a los clientes, intenté añadir una palabra, una cortesía, una sonrisa; y en cuanto a los compañeros, interesarme por ellos, pidiendo noticias de sus hijos, de un familiar que sabía que estaba enfermo… y donde todo me parecía gris, poco a poco volvía el sol. Naturalmente, también quería saber más sobre ese teólogo, Solov’ëv, que, como un hermano mayor, me había “despertado”, ayudándome a salir al encuentro de los demás con la creatividad del amor. (ZW – Polonia)

Maria Grazia Berretta  (tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año X– n.1 enero-febrero 2024)

 

Hacia el Genfest: un camino de sinodalidad

Hacia el Genfest: un camino de sinodalidad

El 18 de enero de 2024 algunos jóvenes del Centro Internacional del Movimiento de los Focolares, acompañados por sus responsables, visitaron la Oficina Jóvenes del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, para presentar el próximo Genfest. Ha sido un encuentro de gran enriquecimiento el del 18 de enero, en donde algunos jóvenes de varias nacionalidades del Centro Internacional del Movimiento de los Focolares estuvieron en la Oficina Jóvenes del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.  Los recibieron el Padre João Chagas, responsable de la Oficina,  Gleison De Paula Souza, secretario del Dicasterio, y todo el equipo. El objetivo de la reunión era presentar el próximo Genfest, el evento mundial promovido por los jóvenes del Movimiento de los Focolares, que se llevará a cabo en julio de 2024 en Brasil e involucrará en la primera fase también a otros países de Latinoamérica. “Durante ese encuentro tuvimos la oportunidad de compartir nuestras experiencias personales más importantes con miras al Genfest 2024 –nos cuenta Mariane (Brasil)–.  Además –sigue diciéndonos – sentí que estábamos en un ambiente acogedor que reflejaba la diversidad y la interculturalidad que nos caracterizan a nosotros también, los del Centro Internacional de los Focolares”. “Era la primera vez que yo participaba en un encuentro en el Vaticano”, dice Sole, en representación de los jóvenes de Asia. “Antes pensaba que la Iglesia era seria y con autoridad. Me impresionó, por el contrario, el deseo que tenían de escuchar las voces de los jóvenes”. Los chicos, tras las presentaciones y los primeros momentos de intercambio, pudieron dialogar sobre varios temas con todos los presentes. “Los miembros de la Oficina, junto con el Padre Chagas, nos hablaron del trabajo que realizaron con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en 2023 en Lisboa (Portugal) – cuenta María José  (Venezuela)– y nos invitaron a contar cómo había sido esa experiencia para quienes entre nosotros habíamos podido participar.  Por último, les contamos de nuestro trabajo para el Genfest en sus diversas fases.  Lo que me impresionó más fue experimentar un clima de familia.  Nos dijeron de su gran confianza en el proyecto que estamos llevando adelante. Somos conscientes de que tenemos muchos retos, pero ello también es una riqueza que nos invita a ir adelante”. “Juntos para cuidar”  es el tema escogido para el próximo Genfest, y justamente el concepto de “juntos”, de “sinodalidad”, fue un punto de partida para una gran reflexión durante ese encuentro.  “A lo largo de ese diálogo –nos cuenta David (Venezuela)– el secretario Gleison De Paula Souza mencionó el Evangelio de San Marcos (cfr. Marcos 10,46-52), en donde se habla del ciego Bartimeo.  Utilizó ese pasaje bíblico para hablar de la sinodalidad, de ir hacia quienes se ven rechazados, para acogerlos y hacer que se sientan amados. Tenía la sensación de que Dios me estuviese diciendo: ‘Éste es el camino que tenemos que seguir’.  Además, pienso que todos los días podemos encontrar a personas inspiradas por el Espíritu Santo y, como Iglesia, debemos estar abiertos a escuchar lo que nos llega de afuera también. Ésta es para mí la sinodalidad”. Por su experiencia, en cambio, Masha (Rusia), que pertenece a la Iglesia ortodoxa rusa, la sinodalidad es caminar juntos en la diversidad sin miedo: Es ir al encuentro del otro, encontrar el lenguaje común, el que llega directamente al corazón de cada persona; es ir al encuentro de un hermano o una hermana de una Iglesia diferente, de un no creyente, pero sin esfuerzos. Sólo con el deseo de dar testimonio y caminar. No habrá futuro si no hacemos juntos este camino”. A la conclusión de ese encuentro, el Padre João Chagas, responsable de la Oficina expresó su alegría por ese momento de intercambio tan participado y activo, un momento que lo enriqueció a él personalmente. Compartimos el siguiente vídeo con algunas impresiones al respecto, y con sus buenos deseos para el próximo Genfest.

Maria Grazia Berretta

Ver el video (Activar los subtítulos en español) https://youtu.be/ul4JF7f8Zg8