«No han faltado en estos años, estudios y profundizaciones sobre Pablo VI, el “timonel del Vaticano II” y sobre la Fundadora de los Focolares. Pero no había aún llegado el momento para conocer profundamente el entretejido providencial de relaciones entre Giovanni Battista Montini y Chiara Lubich que se remontan precisamente a ese período. Un Papa y una laica, una mujer: ¿qué podían tener en común?» La historia no termina nunca de sorprender. El 7 y 8 de noviembre de 2014 se realizaron dos jornadas de estudio, organizadas conjuntamente por el Instituto Pablo VI y el Centro Chiara Lubich. El tema tratado en esas jornadas fue Pablo VI y Chiara Lubich. La profecía de una Iglesia que se transforma en diálogo. A raíz de este evento se logró la esperada publicación del libro. El texto, que salió de la imprenta en julio de 2015, sigue el hilo de esas “jornadas” que permitieron conocer, bajo la perspectiva histórica, social, eclesial, ecuménica y teológica, la relación entre Mons. Montini, quien era entonces el sustituto de la Secretaría de Estado, y Chiara Lubich. Una relación que comenzó en 1952 y concluyó en 1978 cuando Pablo VI falleció. El itinerario del libro hace referencia a períodos importantes, tanto para la Iglesia como para el Movimiento de los Focolares, y al impulso carismático que lo distinguió desde sus primeros pasos en la ciudad de Trento. El libro recuerda el estudio sobre el Movimiento que hizo la Iglesia en los años ’50, donde surgieron fuertes dudas por parte de la autoridad eclesial con respecto a la novedad que éste representaba y la superación de estas dudas en los comienzos de los años ’60, cuando llegaron las primeras aprobaciones. En este aspecto, Pablo VI desempeñó un rol fundamental con su compromiso personal en la progresiva configuración jurídica e institucional del Movimiento. Un aspecto todavía poco conocido, pero de gran interés está vinculado a la presencia de los Focolares en los países de Europa del Este, desde principios de los años ’60, en plena Guerra Fría, así como la multiplicación de importantes contactos en el campo ecuménico realizados en el mismo período. Lo que se expone está ampliamente documentado por una nutrida correspondencia epistolar entre Chiara y Pablo VI y por lo que Chiara Lubich escribía en su diario después de las audiencias privadas con el papa Montini. Junto a estas dos figuras se evidenció también el rol de Igino Giordani, quien fue amigo personal de Pablo VI, el cual, cuando era todavía un joven Monseñor en Roma, acostumbraba visitar la casa del entonces bibliotecario del Vaticano, futuro miembro de la Asamblea Constituyente y cofundador del Movimiento de los Focolares a la par de Chiara Lubich. Maria Voce, presidente de los Focolares, puso de relieve «la consonancia profunda entre ambos, que se revela de modo especial en la finísima capacidad espiritual de Pablo VI para captar en el carisma donado por Dios a Chiara Lubich, la actuación del Espíritu Santo en el momento crucial de la celebración del Concilio Vaticano II, que llevó a la Iglesia a establecer un diálogo a 360º. En sus encuentros con Chiara, Pablo VI la escuchó, la valoró, la alientó. Impactado por el carácter ecuménico del Movimiento, en 1964, la exhortó: “Así como usted ha abierto un diálogo con los cristianos no católicos, haga lo mismo con aquellos que no tienen fe”». «Es una historia – comenta el Padre Angelo Maffeis, presidente del Instituto Pablo VI- cuyo inicio se remonta a un período bastante anterior a la época del Vaticano II y que merece ser reconstruida para iluminar el marco en el que tuvieron lugar contactos personales y experiencias eclesiales que gradualmente hicieron madurar las orientaciones propuestas por Pablo VI en el curso de su pontificado» Otras contribuciones al texto –de Andrea Riccardi, Alberto Monticone, Lucía Abignente, Paolo Siniscalco, Joan Patricia Back, Alberto Lo Presti, Adriana Cosseddu y Piero Coda- iluminaron bajo varios aspectos «la grandeza de la profecía de una Iglesia que se hace diálogo». El de Pablo VI y Chiara fueron dos carismas que se encontraron, se reconocieron y trabajaron juntos para convertir a la Iglesia en “casa de comunión”, y por lo tanto, en diálogo con el mundo. El libro Pablo VI y Chiara Lubich. La profecía de una Iglesia que se hace diálogo fue escrito por Paolo Siniscalco y Xenio Toscani y editado por “Studium”». Caterina Ruggiu
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