Movimiento de los Focolares

Piero Coda: las nuevas expresiones del Patriarca

Oct 28, 2015

Entrevista al Rector del Instituto Universitario Sophia, con motivo de la entrega del doctorado h.c. en “Cultura de la Unidad” al Patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I.

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. Foto © CSC Audiovisuales

El Patriarca Bartolomé I hizo un recorrido histórico del camino ecuménico, según su parecer ¿cuáles son sus nuevas expresiones? «Las nuevas expresiones son básicamente dos: la primera es la palabra fraternidad entre el Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé. El mensaje que el Santo Padre le mandó a Bartolomé llegó a lo más profundo del corazón del Patriarca, quien respondió invocando la oración ad multos annos para el Papa Francisco, para llevar este camino de unidad. Y la segunda expresión nueva que me ha impresionado mucho es “unidad en la diversidad”, que entre otras cosas es un lema de muchas intervenciones del Papa Francisco, y subraya que el Evangelio no es uniformidad, sino valoración de las diferencias. Las diferencias son unidad precisamente en la medida en la que, proviniendo de la misma naciente, se ponen en relación entre ellas y saben descubrir recíprocamente los dones de los que cada uno es portador. Por lo tanto la diversidad es la flor de la unidad, cuando se vive como relación, es decir como fraternidad, como comunión. Éstas son, me parece, dos expresiones muy fuertes, muy nuevas, que resuenan con especial eficacia por el eco que tuvieron en la gran multitud presente -1400 personas- que subrayaron los momentos fundamentales de las intervenciones con nutridos aplausos, aplausos que venían del corazón». En un mundo donde se levantan barreras en nombre de la diversidad y del no reconocimiento del otro, ¿cuál es la responsabilidad de los cristianos de hoy? «Una responsabilidad única, porque en el fondo ha sido sólo Jesús quien ha traído a la historia de la humanidad un modelo de unidad que es capaz de mantener unidas las diferencias y las sabe valorar. Ninguna visión humana, ninguna ideología ha logrado poner juntas la unidad y la diversidad. O han buscado la uniformidad o han caído en la anarquía. Jesús nos enseña el camino, estrecho, difícil, que al final pasa por la cruz, pero que lleva a la resurrección, a la transfiguración de las diferencias en unidad. Ésta es la perla del Evangelio, la unidad en la diversidad, la comunión, la Santísima Trinidad encarnada en las relaciones con todos, empezando por los pobres, los últimos, como recuerda el Papa».  Esta visión suya desde la Trinidad para entender cómo orientarse en dirección a la unidad en la diversidad hace recordar fuertemente el carisma de Chiara Lubich, y su visión de las “relaciones trinitarias” como paradigma según el cual poder caminar… «El Instituto universitario Sophia nació de la inspiración de Chiara cuando advirtió que había llegado el momento de que el carisma, que Dios le había donado, y que había hecho nacer la experiencia tan universal del Movimiento de los Focolares, se convirtiera también en una expresión cultural. Porque siempre se necesitan mediaciones, paradigmas – come dice el Papa Francisco, una revolución cultural-, para saber encauzar la existencia hacia nuevas fronteras. Por eso nació el Instituto Universitario Sophia, que es una criatura joven, pequeña, que conoce todos los límites de quien está iniciando y de las fuerzas humanas, pero que experimenta también la grandeza del Espíritu de Dios, del carisma de la unidad, del ut unum sint que es la clave de nuestro tiempo. Entonces nuestro compromiso consiste en elaborar culturalmente, con profecía, con visión, con realismo, el significado de este paradigma de la unidad en la diversidad en la Política (la política de la fraternidad), en la Economía (la Economía de Comunión), a nivel filosófico (el respeto por la alteridad), en todos los campos. Me parece que esta sintonía tan profunda es lo que nos dice el papa Francisco (la mística del nosotros, una Iglesia en salida), el Patriarca Bartolomé (la unidad en la diversidad) y el carisma de la unidad, que es un don para este tiempo, para caminar juntos. El Espíritu Santo es un artista, disemina hasta el infinito dones de todo tipo pero apunta a un proyecto bien preciso: hoy se trata de sanar estos conflictos, estas fracturas que hay en la humanidad, para hacer germinar lo positivo que hay, y son muchísimas cosas. Por lo tanto debe ser un laboratorio de esperanza». Fuente: Entrevista concedida a varios medios, después de la entrega del doctorado h.c. al Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.

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