No sólo en Milán, sino también en Serbia – donde está Niš, la ciudad natal de Constantino- se realizaron y aún hoy continúan realizándose, numerosas iniciativas para recordar el jubileo del importante Edicto de Constantino. En Serbia, todo el año está dedicado al Edicto de Milán. A cargo del Estado y de las Iglesias se organizan varias actividades culturales, exposiciones, conferencias, celebraciones. Muchos miembros del Movimiento de los Focolares protagonizan estas iniciativas.
Esta conmemoración histórica, que nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de la unidad espiritual de Europa, sobre los valores culturales y religiosos, es significativa principalmente por el diálogo en la región balcánica. Aunque el evento jubilar se celebra de forma separada, cada Iglesia invita a representantes de las otras iglesias para que participen en sus propias iniciativas.
El presidente de la República de Serbia constituyó un Comité nacional, presidido por el Jefe de Estado, integrado por miembros de la Iglesia católica y miembros de la comunidad protestante local, cuyo copresidente es el Patriarca ortodoxo de Serbia.
Las celebraciones centrales del festejo del Edicto de Constantino se realizan en Niš. El 21 de septiembre se celebró la solemne Misa en el estadio comunal que fue presidida por el cardenal Angelo Scola enviado del Papa, con la asistencia de peregrinos de los países vecinos. El Movimiento de los Focolares estuvo presente a través del compromiso de los adultos, de los jóvenes que prepararon una coreografía, de las familias que llevaron las ofrendas en el ofertorio vestidos con sus trajes tradicionales y por las varias comunidades de la región (Serbia, Croacia, Macedonia, Bulgaria) que tuvieron una parte activa en la celebración.
Fue un evento único en su género, porque era la primera vez que estos pueblos se reunían con una única meta: dar una colaboración fuerte a la reconciliación.
En estos días, del 4 al 8 de octubre, Serbia está siendo sede de otro evento extraordinario. Es la primera vez que ocurre en la historia de la Iglesia serbia ortodoxa: llegan a Serbia para las celebraciones, representantes de todas las Iglesias, entre ellos el Patriarca ecuménico Bartolomeo I, el Patriarca de Jerusalén Teófilo III, el Patriarca de Moscú y el de Rusia Cirillo. Llegan también los primados o representantes de otras Iglesias ortodoxas, los representantes del Vaticano y de otras Iglesias y personalidades del mundo político y cultural.
El domingo 6 de octubre se celebró la solemne Liturgia, en Niš, en los idiomas griego, eslavo-eclesial, serbio y árabe. Fue presidida por el Patriarca Bartolomeo. Se reunieron más de 15.000 personas en una atmósfera sagrada y de recogimiento. En su discurso Su Santidad Bartolomeo subrayó el valor de la Cruz, recordando que todo debe partir de la verdad de la Cruz y del Evangelio. Sin diálogo constructivo no es posible realizar lo que se firmó en el Edicto de Milán; solo aquel que mantiene el diálogo en todas las circunstancias de la vida sigue la Voluntad Divina.
«Este año todos experimentamos una gran alegría por los pasos ya dados hacia la reconciliación –afirma Nina focolarina ortodoxa rusa que vive en Serbia- y también la esperanza de que se logren dar los pasos necesarios para superar las divisiones que permitan a los cristianos presentarse unidos ofreciendo un testimonio común. Es sin lugar a dudas un modo eficaz para responder a los desafíos de la sociedad contemporánea. El carisma de la unidad de Chiara Lubich, vivido por la comunidad de los Focolares, presente en la región, es ya un valioso aporte».
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