Movimiento de los Focolares
Igino Giordani: perfecto en el amor

Igino Giordani: perfecto en el amor

20150518-a«No se puede decir aquí quién fue Igino Giordani para el Movimiento de los Focolares. Basta pensar que él es un cofundador del Movimiento. Ahora bien, ser fundadores o también cofundadores de una Obra que la Iglesia reconoce como suya, comporta una acción múltiple y compleja de la gracia de Dios, con impulsos varios y válidos del Espíritu Santo. Se trata de un comportamiento, por parte del sujeto, tan decisivo para la Obra, que la mayoría de las veces no se puede predecir porque es sugerido de lo Alto, que ocasiona sufrimientos profundos y prolongados, dona gracias de luz y de amor, extraordinarias, por lo que es mejor confiar a la historia de la Iglesia y de los Movimientos espirituales que embellecen con los siglos, la revelación de esta figura.

Se podría decir algo, aunque no es fácil, de Igino Giordani como focolarino.

Todo lo que hace el focolarino, rezar, trabajar, sufrir, es para llegar a esta meta: ser perfecto en el amor. Pues bien, nos parece que podemos afirmar que Giordani alcanzó esta meta. Por lo que nosotros podemos apreciar, él ha sido perfecto en el amor.

Personificó el nombre de batalla con el que se le llamaba en el Movimiento: Foco, fuego, es decir, ese amor por Dios y por el prójimo, sobrenatural y natural, que es la base y el vértice de la vida cristiana, contribuyendo en forma única a mantener viva en medio nuestro la realidad de la realidad de la “palabra de vida” que se le indicó cuanto entró al Movimiento. “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”.

Quienes conocieron a fondo a Igino Giordani, concuerdan en constatar y afirmar que él vivió todas las bienaventuranzas.

“Puro de corazón” en forma excepcional, abrió a las personas casadas de ambos sexos, de varias partes del mundo, la posibilidad de una original consagración a Dios, aun en su estado matrimonial, mediante una virginidad espiritual, efecto de la más ardiente caridad.

Esta pureza de corazón le afinó los sentimientos más sagrados y se los potenció. Poseía un amor muy tierno hacia su esposa. Y al final de la vida conmovía e impresionaba la intensidad de su afecto hacia sus cuatro hijos. Igual que hacia sus nietos. Era un padre perfecto, un abuelo perfecto y un hombre todo de Dios.

Fue un “pobre de espíritu” con un desapego completo no sólo de todo lo que poseía, sino sobre todo, de todo lo que era.

Era rico de misericordia. Cerca de él también el más miserable pecador se sentía perdonado y el más pobre se sentía rey.

Una de sus características más destacadas, como documenta su historia de hombre político, era la de ser un “constructor de paz”.

Había llegado a poseer una tal mansedumbre que permitía entender por qué el Evangelio dice que quien tiene esa virtud poseerá la tierra: él con la más noble gentileza, con su trato, con su forma de hablar a cada uno, conquistaba a cuantos se le acercaban. Quienquiera que fuera se sentía a gusto, considerado, con dignidad. también los más jóvenes lograban establecer con él una relación de igual a igual. Y se constataba cómo, sobre todo en los últimos años, irradiaba, al hablar, algo sobrenatural.

“Tenía hambre y sed de justicia” y por ella combatió toda la vida. Sufrió persecuciones en nombre de Dios, por lo que hoy creemos que posee Su Reino.

Pero muchas otras palabras del Evangelio hacen recordar su figura.

Mirándolo se comprende lo que significa la conversión que Jesús pide, cuando dice que es necesario hacerse como niños. Fue un cristiano de primera clase, docto, apologista, apóstol, cuanto tuvo la impresión de que había encontrado una naciente de agua genuina, que brotaba de la Iglesia, supo “venderlo todo” para seguir a Jesús que lo llamaba a saciarse de esa agua.

Había sufrido mucho por la marginación espiritual que, en sus tiempos, le parecía entrever hacia el laicado, ambicionaba con todo su gran corazón abatir las paredes que dividían a las personas que tenían un estado de perfección y las otras que -agregaba bromeando- tenían un estado de imperfección. En la práctica, era muy sensible a los signos de los tiempos, es más, él mismo era un signo de los tiempos, de estos tiempos en los cuales el Espíritu Santo llama a todo el pueblo de Dios a la santidad.

Cuando Igino Giordani encontró el Movimiento, éste estaba conformado sólo por personas vírgenes. Fue él quien lo abrió de par en par a los casados, que siguiéndolo han advertido hambre de santidad y consagración, haciendo efectivo el proyecto, que al principio apenas se podía distinguir, de una convivencia de vírgenes y casados, en la medida que se puede permitir, según el modelo de la familia de Nazaret. Giordani ha sido uno de los más grandes dones que el cielo ha hecho al Movimiento de los Focolares».

(Tomado de: Chiara Lubich, Igino Giordani focolarino, «Città Nuova» n. 9-10 mayo 1980)

 

Chiara Lubich: débil con los débiles

Chiara Lubich: débil con los débiles

ChiaraLubich_Loppiano_b

El modo que el Apóstol Pablo tiene de comportarse, en su extraordinaria misión, se podría expresar así: hacerse todo a todos. Él, en efecto, trata de comprender a todos, de entrar en la mentalidad de cada uno, para lo cual se hace judío con los judíos, y con los no judíos – es decir, aquellos que no tenían una ley revelada por Dios – se hace como alguien que no tiene ley.

Él  se adhiere a las costumbres judías cada vez que esto sirve para salvar obstáculos, para reconciliar ánimos, y, trabajando en el mundo greco-romano, asume las formas de vivir y de la cultura, propias de este ambiente.

Y dice:

«Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles  ; me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos»

Frente al apóstol se ha abierto como un abanico el gran horizonte de libertad, que ofrece el Evangelio de Cristo: la libertad del pecado, de la ley, de la muerte, del imperio de Satanás, de las barreras impuestas por las naciones, por las clases, por el sexo, por todo despotismo humano, por los tabúes de la comida y de las costumbres…

Pablo vive estas libertades en su mismo ser y se las ofrece con el Evangelio a las comunidades fundadas por él.

Sin embargo, en la libre realidad del cristianismo que él anuncia, advierte la exigencia, más aún, el imperativo de hacerse esclavo de alguien: de sus hermanos, de cada prójimo.

Él ve este imprescindible deber suyo en Cristo, que se dejó crucificar para llegar a cada hombre, donde quiera que esté, para hacerse servidor de todos.

Dios, encarnándose, se hizo cercano a cada hombre, pero en la cruz, se hizo solidario con cada uno de nosotros pecadores, con nuestra debilidad, con nuestro sufrimiento, con nuestras angustias, con nuestra ignorancia, con nuestros abandonos, con nuestros interrogantes, con nuestros pesos…

Pablo también quiere vivir así, y por eso afirma:

«Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles  ; me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos»

El porqué de la vida que posees y de sus días es llegar a Dios. Y no llegar solo, sino con los hermanos. También hasta ti, cristiano, ha llegado una llamada de Dios semejante a la que tuvo Pablo. También tú, como el Apóstol, debes «ganar» a alguien, «salvar a toda costa a alguno».

Tienes a los que están junto a ti durante el día, a los que encuentras por la calle, con los que hablas por teléfono, para los que trabajas…

Ama a todos.

Pero esta vez prefiere a los más débiles. Hazte «débil con los débiles, para ganar a los débiles». Dirígete a los que flaquean en su fe, a los indiferentes, a los alejados, a quien se confiesa ateo, a quien desprecia la religión…

Si te haces uno con ellos, incluso en sus «debilidades», experimentarás el inefable método apostólico de Pablo: ¡los conquistarás!

¿Tienes una mujer que no ama absolutamente la Iglesia y le gusta estar horas y horas delante de la televisión? Hazle compañía, como puedas, cuanto puedas, interesándote por lo que más le gusta ver…

¿Tienes un hijo que ha hecho del fútbol su ídolo, desinteresándose por cualquier otra cosa, hasta olvidarse de cómo se reza?

Apasiónate por el deporte más que él…

¿Tienes un amigo al que le gusta viajar, leer, instruirse y ha echado al viento todo principio religioso?

Trata de comprenderlo en sus gustos, en sus exigencias y, si puedes, dale una mano…

Hazte uno, uno con todos; en todo, en lo que puedas, menos en el pecado. Si pecan, apártate.

Verás que el hacerse uno con el prójimo no es tiempo perdido; sino completamente ganado.

Un día –no muy lejano- ellos querrán saber lo que te interesa a ti.

Y, agradecidos, descubrirán, adorarán y amarán a es Dios que ha sido el resorte de este comportamiento cristiano tuyo.

Chiara Lubich

texto

audio en italiano

 

Fuente: www.centrochiaralubich.org

Sierra Leona: en espera de recomenzar a vivir

Sierra Leona: en espera de recomenzar a vivir

20150416SierraLeoneAntonett

Antonette, la joven colaboradora de una ONG, en la aldea de Rosanda.

Todavía más días de cuarentena en Sierra Leona: del 27 al 29 de marzo algunas zonas de la capital Freetown y otros puntos del norte del país, fueron nuevamente aisladas, después de los casos de ébola registrados en los días precedentes. Grupos de personas especializadas fueron casa por casa a las zonas de mayor riesgo, sensibilizando e identificando a los enfermos y a aquéllos que podrían haber sido contagiados por el virus.

«Tenían la esperanza de llegar a “cero casos” hacia fines de febrero – escribe el padre Carlo de Sierra Leona-. Las escuelas estaban listas para volver a abrir, y habían propuesto hacerlo para fines de abril. Sin embargo todavía hay incertidumbre, la gente quiere verdaderamente comenzar una vida normal, pero el virus sigue al asecho».

«Al principio de la epidemia estaba en Makeni por motivos de estudio – cuenta Antonette, una joven que trabaja para una ONG-. La crisis repentinamente se volvió tan seria que pensé volver a mi ciudad, donde no existía el virus. Pero luego, decidí quedarme como voluntaria para ayudar a las personas contagiadas. Fui destinada a un pueblo llamado Rosanda», donde se registraron 54 casos y 42 fallecimientos. «Fue muy triste en el primer período; cada día morían casi 15 personas. Debía comunicar el deceso a las familias, y, aunque trataba de transmitir todo el amor posible, no fue para mí una experiencia fácil. Dos niños me preguntaban continuamente cuándo volverían sus padres. No me sentía capaz de decirles la verdad. Trataba de consolarlos con mi presencia y algunos pequeños regalos». «Durante un mes, cada día, fui a ese pueblo – sigue Antonette- aprendiendo a ensanchar mi corazón a aquél que se encontraba en necesidad, aunque no formara parte de mi familia ni de mi círculo de amigos. Ahora en Rosanda terminaron los 21 días de cuarentena. No hubo casos nuevos y estoy agradecida a Dios de haber podido ser para todos ellos un instrumento de Su amor, que recibía cada mañana en la Eucaristía».

Al igual que Antonette, otras personas se dedicaron a enfrentar juntos este gran dolor. Algunas familias adoptaron niños que quedaron huérfanos. Los religiosos y los sacerdotes no escatimaron su esfuerzo. Entre ellos, el padre Peter, quien trabajó en algunos pueblos. Gracias a su intervención inmediata fue posible bloquear el contagio y reducir el número de víctimas.

Case in quarantena nel villaggio di Rosanda

Casas en cuarentena en la aldea de Rosanda

La historia del padre Peter tiene que ver con Small Bumbuna, pueblo de la diócesis de Makeni, ubicado a 200 millas de Kailahum, de donde partió la epidemia. «La enfermedad se propagó en Sierra Leona como un incendio en el verano. Cuando aparecerion las primeras víctimas, se pensó en el cólera, en los espíritus malignos o en otras supersticiones. La respuesta del equipo médico fue lenta: fueron necesarias dos semanas para confirmar que se trataba de ébola. Desde la parroquia, situada en otro pueblo, hubiéramos querido visitar a las personas, pero el miedo al contagio era demasiado fuerte. El equipo médico del distrito no lograba manejar la situación y enviar provisiones. Las calles eran de difícil acceso». Frente a tantas dificultades, el padre Peter, acompañado por sus parroquianos, tomó «una decisión radical que nos llevó a enfrentarnos cara a cara con el ébola. Al llegar encontramos una ciudad desierta. El jefe del pueblo nos describió la terrible situación. En los rostros se leía la falta de esperanza y la imposibilidad de hacer algo». Desde allí comenzó una acción sin pausa que involucró a la máxima autoridad del lugar. El padre Peter fue enviado como “guía” para conversar con la población y explicar cómo había que proceder para marginar el contagio y dejarse curar. En el lapso de dos semanas el peligro se revertió y las personas pudieron volver a trabajar en las actividades agrícolas. «Asumí estos riesgos – concluye el padre Peter- porque es mi comunidad. ¿Cómo podía abandonarlos en estos momentos de sufrimiento? Esta pregunta me ayudó a identificarme con ellos, a presentar la situación a las autoridades, a ofrecerme como guía. Aprendí que nada es demasiado pequeño para ofrecerlo, y tampoco demasiado pesado para asumirlo. Continuamos rezando para que la epidemia sea totalmente derrotada y se pueda volver a la vida normal».

Recordando a Chiara: una panorámica del mundo

Recordando a Chiara: una panorámica del mundo

Istanbul1494-e1427894905562Un evento internacional compuesto por congresos y seminarios en distintas capitales del mundo. El hilo conductor de muchos de estos eventos fue la reflexión sobre las perspectivas que emergen del mensaje de unidad traído por Chiara para la política de hoy. Pero la relación entre el carisma de la unidad y la política no fue el único aspecto subrayado en el 7º aniversario de Chiara Lubich.

En Estambul, el Patriarca Bartolomé fue el anfitrión durante una cita -por la presentación de los libros de Chiara traducidos en griego- que involucró a más de un centenar de representantes del mundo ortodoxo y católico. En su discurso, la definió como una de esas «santas mujeres que con su ejemplo, con su amor basado en la filantropía divina y con su palabra inspirada por el Espíritu Santo, suscitan continuamente una “metanoia”, es decir, una conversión del corazón por toda la humanidad que sufre».

congo-kinshasaDentro de las crisis – Los dos encuentros que se realizaron en Congo fueron una respuesta a la crisis política en curso en el país. En Lubumbashi participaron 370 personas, cristianos y musulmanes. Los jóvenes de los Focolares presentaron en forma artística el amor de Chiara por los pobres, su encuentro con Igino Giordani, su “sueño”: la unidad de la familia humana. La Misa fue animada por unos cincuenta seminaristas. En Goma, la jornada contó con la participación de 400 personas, entre ellas un numeroso grupo de políticos de la provincia de Kivu-Norte y representantes de la sociedad civil. Después del encuentro, la RTNC difundió el evento en los cuatro idiomas locales.

No faltaron iniciativas audaces en otros puntos álgidos del planeta. En Nigeria, por ejemplo, se realizaron varios eventos: en Yola, donde son numerosos los refugiados, el obispo celebró la misa por Chiara rezando por la paz; en Abuja y en Lagos se realizaron jornadas preparadas por jóvenes para los jóvenes; en Onitsha se hizo un encuentro con más de 300 personas entre adultos, jóvenes y niños; en Jos, donde no se pudo hacer una jornada grande por la explosión ocurrida pocos días antes, un grupo de los Focolares fue a visitar el Centro Penitenciario para Menores.

El tema de la paz fue el centro también de la jornada organizada en Buyumbura (Burundi) con más de mil participantes. En el programa, muchos testimonios pusieron de relieve la posibilidad de vivir en armonía y construir la paz también donde no es fácil. En la mañana estuvo presente el arzobispo Mons. Evariste Ngoyagoye.

En Centroamérica, el tema de la política sigue siendo álgido. Desde Honduras escriben: «cansados de una política corrupta y del bombardeo de noticias violentas que generan desánimo en la población, organizamos este evento para dar el aporte del carisma de la unidad, mediante ideas y testimonios». En El Salvador que espera la beatificación de Romero, nos preguntamos cómo se puede vivir la unidad en medio de la violencia. Entre los testimonios estuvo el de Francisco, quien fue atracado por dos chicos armados. Logró entablar con ellos un diálogo y hablar de Dios. Los dos delincuentes, sin palabras, retiraron las armas y se fueron.

En Paquistán, en Karachi, Lahore, Rawalpindi, Dalwal – fueron más de mil personas en total- en las 4 celebraciones ávidas de esperanza después de los trágicos eventos del 15 de marzo en Yohannabad.

20150412-01En las sedes institucionales – En Seúl numerosos diputados y personas comprometidas en la administración pública se dieron cita en el Parlamento para hacer un balance de camino hecho hacia una política de fraternidad emprendido hace diez años; en Madrid, la sede del Parlamento Europeo alojó al seminario sobre «Un mundo, muchos pueblos abrazando la diversidad»; mientras que Estrasburgo (Francia), sede de las instituciones europeas, hospedó tres días de eventos sobre el tema de la fraternidad como categoría política. En Roma el congreso «Chiara Lubich: la unidad y la política» tuvo lugar en el Aula del Palacio de los Grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados.

Fueron numerosos los políticos presentes en la mesa redonda organizada en Toronto, enfocada en la visión de Chiara de la política. En Solingen (Alemania), en cambio, el tema central del congreso fue la cultura de la fraternidad en tres campos muy actuales: los refugiados, la paz y el diálogo con las otras culturas. Eran más de cien participantes, de varias confesiones y religiones, y de distintas nacionalidades.

«El pensamiento y la acción política de Chiara Lubich» fue el tema alrededor del cual se desarrolló el trabajo de otro evento dedicado a Chiara: el congreso de Curitiba (Brasil), durante el cual se imprimió una estampilla conmemorativa. La Legislatura de la Provincia de Córdoba (Argentina) recordó a Chiara aprobando el decreto de reconocimiento póstumo de su obra.

Se realizaron momentos de reflexión sobre la política también en otras ciudades de Italia, en Hungría, República Checa, Portugal, Suecia, Estados Unidos, Honduras, México, Colombia, Tanzania, Kenia.

En varios ámbitos – Pero con ocasión del 14 de marzo de 2015, para recordar a Chiara, no se habló sólo de política. Arte y cultura fueron el centro de numerosos y originales eventos. En Durban (República Sudafricana) tuvo lugar la tercera edición del «Chiara Lubich Memorial Lecture» con la participación de Ela Gandhi, nieta del Mahatma Gandhi; mientras que en Maracaibo (Venezuela) la Universidad Católica «Cecilio Acosta» (UNICA) realizó un concurso por la IV Bienal de Arte Chiara Lubich. Estuvo dirigida a artistas profesionales, estudiantes y aficionados, quienes pudieron exponer sus propias obras en la Plaza de la República.

En varios países se realizaron eventos vinculados al 14 de marzo, que dieron la posibilidad de reunirse. Por ejemplo las dos citas de Cuba: en La Habana con más de 200 personas y en Santiago de Cuba con 150; las comunidades locales prepararon jornadas para presentar el Movimiento de los Focolares y ofrecieron su testimonio sobre la incidencia de la espiritualidad de la unidad en muchos ámbitos de la vida personal y social. En Cochabamba, Bolivia fueron 120 personas. En Ciudad de México y el territorio de Nezahualcoyotl se recordó a Chiara durante la Mariápolis.

En Vietnam, tanto en Ho Chi Minh City en el sur, como en la pequeña aldea de Ngo Khe (Ha Noi), en el norte, se reunieron alrededor del altar para renovar «delante de Dios y de Chiara, el compromiso de llevar adelante con fidelidad su consigna», escribieron. En Myanmar, en Yangon, la mayoría de los miembros de los Focolares nunca conoció a Chiara personalmente, pero se sienten atraídos por su carisma. También en Tailandia, tanto en Bangkok como en Chiang Mai, la familia de los Focolares se reunió. Había 600 personas en Eslovaquia, entre Kosice y Bratislava. «Los testimonios de los miembros del Movimiento de otras Iglesias –cuentan- y de las personas sin una referencia religiosa, nos hacen ver cómo Chiara pertenece a todos. El rector de la Universidad de Trnava, el Prof. Peter Blaho, quien en el 2003 otorgó a Chiara el doctorado honoris causa en Teología, compartió los recuerdos de su encuentro con ella.

En Fontem (Camerún) fueron 500 personas de todas las aldeas cercanas a la ciudadela, que recordaron a la “Mafua Ndem”, Chiara Lubich. El tema elegido fue “El impacto del Ideal de la Unidad en los varios aspectos de la vida social”. Los jóvenes del colegio presentaron sus experiencias del “dado de la paz”: «Desde que introdujimos el dado en nuestras clases –escriben- han disminuido los robos, el ausentismo, el rendimiento escolar ha mejorado, cada uno está pendiente de los objetos de los demás, hay más tolerancia y nos perdonamos más fácilmente. Ha crecido la capacidad de compartir entre los estudiantes…».

Momentos de oración – En las celebraciones eucarísticas en varias partes del mundo estuvieron presentes muchas personalidades civiles y religiosas. Entre las numerosas intervenciones de Obispos y Cardenales en las distintas celebraciones, mencionamos la del Card. Angelo Scola de Milán quien entre otras cosas dijo: «Nuestro compromiso de hoy es recoger con renovada conciencia el sueño que ha animado la vida y el pensamiento de Chiara, construyendo espacios de fraternidad dondequiera que nos encontremos y ayudando con las necesidades del prójimo que tenemos a nuestro lado y también las de quien está lejos en países donde hay guerra y violencia. Quisiéramos de este modo, ser testigos auténticos del carisma que Dios ha dado a Chiara, estando al servicio de la Iglesia y de la humanidad».

Evangelio vivido: alegrías y dolores

Evangelio vivido: alegrías y dolores

20150505-01Como el hijo de la parábola

«Una noche, nuestro hijo mayor, de 17 años, no volvió a casa. ¿Qué pensar? Nunca nos había dado estas preocupaciones. Sólo podíamos rezar. Por los padres de dos de sus amigos, a la mañana siguiente, nos enteramos de que los tres se habían ido a Florencia. Algunos querían llamar a la policía, otros decían que iban a echar al hijo de la casa. Mi esposa y yo en cambio, nos mantuvimos tranquilos: habíamos puesto todo en las manos de Dios. Sólo de vez en cuando nos llegaba alguna noticia. A pesar de estar muy dolidos, nos sentíamos más unidos en la familia. En una cosa estábamos de acuerdo: lo recibiríamos con alegría, como en la parábola del hijo pródigo, sin hacerle pesar esta travesura. Después de una semana, los tres volvieron a sus casas. Nuestro hijo, sintiéndose amado, nos aseguró llorando que no volvería a actuar nunca más de esa manera. Luego supimos que otros compañeros de aventura fueron tratados de modo distinto. Comprendimos una vez más la fortuna de tener una familia en la cual se trata de vivir según el Evangelio». F.A. – Roma

Un dolor compartido

«El padre y una hermana de una compañera de clase de mi hija murieron en un accidente. También yo había perdido a mi padre así. Conocía sólo de vista a la mamá, pero enterada de la desgracia sentí el impulso de ir a visitarla. Para no limitarme a una simple visita, sabiendo que tenía dificultades económicas, le llevé algunos alimentos y traté de consolarla. Volví varias veces a visitarla. Le ofrecí también una cantidad de dinero que tenía ahorrado. Pasando algunos días ella se sintió más fuerte, adquirió más confianza en la vida y estaba agradecida por la amistad que nació entre nosotras gracias a ese dolor compartido». B. G. – Bolivia

El gorrito

«Estábamos en invierno y con mis compañeros jugaba en el patio de la escuela. Hacía mucho frío. De pronto una niña se puso a llorar: el gorrito que ella tenía no le cubría bien las orejas y las tenía tan congeladas que le dolían. Entonces, sabiendo que amaba a Jesús en ella, le di el mío que le daba más calor». J. – Belgio

La merienda

«Estaba en el patio comiendo mi merienda. Vi a una compañerita mía que le tiraba del pelo a otra niña, entonces dejé la merienda apoyada en un muro y fui a decirle que no hiciera eso porque Jesús dijo que hay que amar siempre. Pero como se pusieron a llorar, fui a buscar mi merienda y le di un poco a cada una. Es verdad que me quedé con un poco de hambre pero estaba contenta porque había logrado amar». Valentina – Italia

Fuente: Il Vangelo del giorno – Abril 2015 – Città Nuova editrice