May 21, 2016 | Focolare Worldwide, Senza categoria
«Aunque el país caribeño debe afrontar un sinnúmero de desafíos, me pareció que la Economía de comunión (EdC) está hecha precisamente para Cuba». Así se expresó John Mundell, empresario de EdC procedente de Estados Unidos, al concluir la jornada del pasado 29 de abril en La Habana. Estuvieron presentes unas treinta personas, entre las cuales había exponentes de grupos locales de formación al “cuentapropismo” (trabajo independiente), miembros de equipos de intercambio sobre nuevas propuestas económico-sociales, economistas, empresarios, contadores y personas interesadas en el tema. Además del mencionado empresario de Indianápolis, miembro del Comité Internacional EdC, estuvo presente también una representación de Italia: Gaetano Giunta y Steni di Piazza de la MECC (Microcrédito por la Economía civil y de comunión), Francesco Tortorella y Francesco Marini del Sector Proyectos de AMU (Acción por un Mundo Unido). En su saludo de apertura, el Nuncio Mons. Giorgio Lingua recordó la invitación que el Papa dirigió a los jóvenes, durante su visita a la Isla en septiembre de 2015: «Vivir “la amistad social”, para ser capaces de discernir juntos cómo actuarla y ayudar a los demás a vivir por el bien común». Según Paola Monetta, una de las organizadoras del evento, fueron «palabras muy apropiadas, ya que estábamos juntos cristianos y no creyentes que se habían formado en el socialismo, todos motivados por el deseo de vivir un estilo de vida de comunión». Después de una reseña sobre la Economía civil, se presentó el proyecto de Economía de Comunión, con las novedades y los desafíos que propone, poniendo a la persona y especialmente a quienes están en necesidad, en el centro del quehacer económico. Las experiencias de los empresarios de EdC presentes, demostraron que, «aún en medio de las dificultades, es posible llevar adelante un estilo empresarial de comunión, respetando los parámetros de productividad junto a los del respeto por el ambiente, mientras que, al mismo tiempo, es posible convertirse en “generadores” de reciprocidad y de comunión, dentro y fuera de la empresa».
Sin lugar a dudas eran temas importantes, también por la posibilidad de promover alternativas a los ataques del capitalismo, especialmente en la actual coyuntura que vive Cuba. Las experiencias de MECC y AMU en el ámbito de los proyectos sociales de los que son promotores en todo el mundo, abrieron nuevos horizontes dejando espacio a un diálogo importante y fecundo. «El encuentro logró su objetivo: ser un multiplicador de reciprocidad y de experiencias de comunión y una incubadora de ideas y nuevas propuestas», afirma Paola Monetta. Y John Mundell: «Durante el viaje de regreso, estaba en el avión junto con muchos hombres y mujeres de negocios norteamericanos, invitados individualmente para viajes “people to people”, todos concentrados en conversaciones acerca de las oportunidades de negocios que se están abriendo en Cuba. Si estoy en un avión lleno de capitalistas norteamericanos – me dije – ¡entonces esta vez la EdC se está poniendo en marcha en el momento preciso!». Próxima cita: noviembre de 2016. «Con el objetivo – concluyen – de involucrar también a quienes quieren construir sinergias con nosotros a favor de la comunión, con la mirada puesta en un mundo más justo y unido».
May 20, 2016 | Sin categorizar
En Eslovaquia (Jasná – Demänovská Dolina) 550 jóvenes provenientes de varias partes del mundo –entre los cuales también un grupo de 50 ortodoxos- profundizarán los temas de la Jornada Mundial de la Juventud. Dónde: Hotel Grand, Demänovská dolina 72, Liptovský Mikuláš, Eslovaquia Llegada: 31 de julio de 2016 en la noche Regreso: 5 de agosto de 2016 después del desayuno Cuota de participación: 180€ Edad de los participantes: de losn16 a los 30 años Información: postgmg2016@focolare.org
May 20, 2016 | Sin categorizar
“Lean las Bienaventuranzas, les hará bien”, había dicho el Papa Francisco a los jóvenes reunidos en Río de Janeiro en el 2013, y es precisamente siguiendo el camino de las bienaventuranzas como los participantes en el JMJ se están preparando para la cita, en el marco del Jubileo de la Misericordia, en una tierra que –por Sor Faustina y por Juan Pablo II- está muy vinculada al culto a la Divina Misericordia. Entre los eventos principales está la Misa de Inauguración (26.07), la Ceremonia de Acogida con el primer encuentro con el Santo Padre (28.07), el Vía Crucis con la Cruz de la JMJ (29.07), para así llegar al centro de la JMJ: la Vigilia con el Santo Padre (30.07) y la Misa Final (31.07). Pero el programa ha sido enriquecido también con las catequesis en distintos idiomas, y el Festival de la Juventud, en donde, durante cuatro noches, se conjuga la dimensión espiritual con la artístico-cultural. También los jóvenes del Movimiento de los Focolares están dando su aporte en la preparación de la JMJ, especialmente en el evento injertado en el marco del Festival que tendrá lugar el 27 de julio de 2015 en Cracovia, en el Club deportivo Plaszowianka, ul. Stroza-Rybna 19, (tranvía 50, 20, 11). Para quien desea después profundizar la experiencia de la JMJ a la luz de la espiritualidad de los Focolares, se prosigue con una Escuela post JMJ en Eslovaquia (Jasná – Demänovská Dolina) con 550 jóvenes de varias partes del mundo, entre los cuales estará también un grupo de 50 ortodoxos.
May 20, 2016 | Focolare Worldwide
«La idea de constituir la Asociación Italiana de Empresarios para una Economía de Comunión (AIPEC), nace a principios del 2012, quizás en el peor momento de la crisis económica italiana. Es precisamente en este frangente que un grupo de empresarios adherentes a la EdC sienten que tienen que reaccionar. Como primer paso se trata de comprender juntos si existen márgenes de colaboración entre las empresas. En otoño de ese año tiene lugar el acto constitutivo con la aprobación, no sólo del estatuto, sino también del código ético; desde un inicio la asociación demuestra ser un vehículo para la difusión de la Economía de Comunión». Quien habla es el actual presidente, Livio Bertola, quien ilustra los objetivos y la breve historia de la asociación: «Los principales valores que la inspiran hacen referencia a una “cultura del dar”. Por eso cada socio se siente impulsado, no tanto a esperar algo para sí, sino más bien a ponerse en la disposición de entender cuánto puede hacer por los demás». ¿A quién se dirigen especialmente y cuáles son los objetivos de AIPEC? «Nos dirigimos a los empresarios, a trabajadores independientes, cooperativas y, en general, a todas las personas interesadas en una economía que tenga a la persona como centro: empleados, estudiantes, amas de casa, jubilados, desocupados, etc. En cuanto al objetivo de AIPEC de promover los valores de la Economía de Comunión, tratamos de realizarlo en distintas formas: por un lado, promoviendo en toda Italia momentos de encuentro con personas que quieren vivir mejor en su trabajo, organizando escuelas de economía civil con un enfoque especial para la nuevas generaciones; por otra parte, sosteniendo las actividades de los empresarios asociados y favoreciendo las sinergias que se pueden crear entre ellos».
Se inspiran en los valores de la Economía de Comunión, dos palabras que parece que se contraponen… «De hecho, el empresario que adhiere a la EdC hace una elección que va contra la corriente. En el nombre de la Asociación hemos querido injertar la preposición “para”, con dos motivos: en primer lugar porque nos sentimos en un camino que llevará a una comunión más plena y ninguno de nosotros tiene la presunción de sentirse que ya llegó a la meta y, la segunda razón, no menos importante, porque la Economía de Comunión nació para los pobres; se destina a ellos una parte de las utilidades de la empresa, en la plena libertad de cada uno. Por eso sentimos la necesidad, nosotros empresarios, de ayudarnos, de colaborar realmente juntos: mediante la escucha recíproca, el apoyo, la atención al otro (empleado, cliente, proveedor, socio o incluso competencia), el compartir ideas, dificultades, talentos. Con una atención especial a los empresarios y trabajadores que, en estos años, están sufriendo en primera persona por las consecuencias de la crisis económica y social». ¿De qué forma se puede colaborar o adherir a su Asociación? «Pueden formar parte de nuestra red empresarios y profesionales, que consideramos socios ordinarios, pero también todas las personas que apoyan los valores de la EdC, que consideramos socios adherentes. Se puede colaborar con AIPEC con sólo visitar nuestra página que ofrece muchas otras informaciones sobre la vida de la asociación, las iniciativas y las posibilidades de difusión y conocimiento. Asociándose se puede llegar a ser parte activa de los proyectos en curso e idear juntos nuevos». ¿Hay proyectos en curso? «Nos hemos propuesto un nuevo objetivo ambicioso, ¡pasar en los próximos tres años de los actuales 200 a 6000 socios! Por lo tanto es fundamental la colaboración y el aporte personal, especialmente de quien ya conoce la EdC y quiere donar tiempo y energías para hacer crecer la “cultura del dar” en Italia y en el mundo».
May 19, 2016 | Focolare Worldwide

Foto: Rosario De Rosa
Latina, es una ciudad del centro de Italia, la ciudad más joven de la península. Fue construida durante los veinte años de fascismo en terrenos recuperados de las Lagunas Pontinas. Su población es desde su origen “mixta”, personas que proceden de varias regiones y enriquecida hoy por una mayor variedad cultural, fruto de las corrientes migratorias. Basma, se radicó allí hace 18 años, con su marido Ben, procedentes de Túnez. En Italia nacieron sus dos hijos. «Un día – cuenta- mientras esperaba a mi hijo más pequeño a la salida de la escuela, conocí a otra madre italiana con quien poco a poco nació una profunda amistad. Hasta ese momento, había conocido a muchos cristianos o que por lo menos decían que eran cristianos, y me habían dado una impresión negativa del cristianismo, donde todo estaba permitido y no se veía la diferencia entre el bien y el mal. Con esta nueva amiga cristiana, comenzamos a conversar sobre nuestros credos y descubríamos cada vez más que teníamos mucho en común: cada una de nosotros había puesto a Dios en el centro de su vida. Como vivíamos cerca una de la otra, ella siempre se ofrecía a llevarme en su auto a la salida de la escuela; y así comenzamos a visitarnos involucrando también a nuestras familias, y descubrí que detrás de esta nueva amiga existía un pueblo de cristianos y todos vivían por Dios» La amistad crece, con un simple intercambio de dones y conocimiento recíproco: cuscús (plato tradicional a base de sémola de trigo) para toda la familia acompañado por un conjunto de platos tunecinos o una cena todos juntos. «Cruzamos la ciudad a pie, como acostumbramos hacerlo nosotros, y ellos decían que habían descubierto una ciudad escondida, poblada todos amigos musulmanes». Se realizó una velada tunecina en la que cada uno llevaba lo que quería a beneficio de los gastos escolares de los chicos, dado que en ese período uno de los padres había tenido un accidente en el trabajo. Los amigos cristianos pusieron a disposición la casa decorando los ambientes al estilo árabe con alfombras, cortinas, almohadones, mesas bajas y velas. «Hicimos las compras juntos y Basma cocinó – cuentan-. Fue grande la alegría al constatar que habíamos alcanzado la cantidad de dinero exacta para adquirir los libros. Una velada lindísima en la que conocimos la cultura árabe y nos sentimos hermanos. Al entregar la cifra de dinero, una tarjeta decía: “Gracias por este viaje a tu tierra que nos hiciste hacer junto contigo. Tu familia de Latina”. El llanto conmovido de Basma consolidó este vínculo entre todos». 
Foto: Rosario De Rosa
Después de forma imprevista, la enfermedad y la muerte del marido. «Antes de dejarnos, Ben me confió a estos amigos cristianos. Yo fui la primera en quedar asombrada: estaban sus familiares, los hermanos de la Mezquita, pero tal vez él sentía que con ellos existía de verdad una relación basada en Dios. Ben murió dejándonos con un profundo dolor. Estábamos solos en tierra extranjera. Yo no tenía la fuerza para vivir», confiesa Basma. En esos días marcados por el dolor, los amigos se alternan en ayudar a la familia, preparando la comida y tratando de animarla a recomenzar. «Su dolor era el nuestro, sus hijos, los nuestros», cuentan. Se origina una gran comunión de bienes para ayudarlos en el primer período. Después de pocos días una persona se presenta con diez bolsas de verdura que la propietaria quería regalar. La “Providencia”, como la llamamos los amigos cristianos, se vuelve contagiosa, y también Basma empieza a compartir lo que recibe. Finalmente aparece la propuesta de un trabajo. Pero el turno empieza a las cuatro de la mañana en una fábrica lejana de la ciudad. Una de las amigas propone acompañarla. A partir de este gesto comienza una cadena de personas que se ofrecen a llevarla al trabajo, de forma de compartir el peso entre todos y lograr salir adelante. «En este nuevo ambiente de trabajo- cuenta Basma-, también yo comencé a amar a todos incluso al que me consideraba un enemigo por causa de mi velo. Ahora existe una atmósfera muy linda y mis amigos no deben más acompañarme al trabajo porque los colegas se ofrecen para hacerlo. En los primeros días difíciles me repetía una frase que le había escuchado decir a mis hermanos cristianos: “Donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor”. Es justo así, el amor es contagioso». Maria Chiara De Lorenzo