Movimiento de los Focolares
Un nuevo año académico para el Instituto Universitario Sophia

Un nuevo año académico para el Instituto Universitario Sophia

Se llevó a cabo el viernes 12 de abril de 2024 la ceremonia de Inauguración del Año Académico 2023/2024 del Instituto Universitario Sophia (I.U.S.), en el Auditorium de la ciudadela internacional de Loppiano  (Figline e Incisa Valdarno – Italia). “Que Sophia pueda ser uno de esos laboratorios que forman mujeres y hombres capaces de ser portadores de paz y unidad en este tiempo”. Con estas palabras Margaret Karram, Presidente del Movimiento de los Focolares, dirigió su saludo a los estudiantes que han elegido “con valentía y esperanza”, en este momento, prepararse para el futuro asistiendo al Instituto Universitario Sophia (I.U.S.),  con ocasión de la ceremonia de inauguración del XVI Año Académico que se realizó el 12 de abril de 2024, en la sala A del Auditorio de Loppiano (Figline e Incisa Valdarno, en las cercanías de Florencia). Entre las autoridades religiosas presentes se encontraba el  Cardenal Giuseppe Betori, Arzobispo de Florencia y Gran Canciller del I.U.S, el obispo de Fiesole, Mons. Stefano Manetti y Giulia Mugnai, Alcaldesa de  Figline e Incisa Valdarno. En un tiempo de crisis como el que estamos viviendo, el evento ha sido un momento de reflexión acerca del rol de las universidades, y de Sophia en particular, a las que les corresponde –afirmó el Cardenal Betori en su saludo inicial– “la tarea de dar testimonio de la racionalidad de la fe. Y por ello educar a leer, a interpretar la realidad, acompañando la mirada de los jóvenes hacia esa verdad que cada uno, incluso sin ser consciente de ello, busca”. El Rector Declan O’Byrne, teólogo irlandés, nombrado recientemente, declaró abierto el Año Académco 2023-2024, al término de su  discurso, que llevó a los estudiantes a reflexionar acerca del valor social de las universidades.  “Si los Estados invierten en las universidades, es porque se considera de interés nacional invertir en los jóvenes. Se invierte porque los jóvenes bien formados producen beneficios sociales.  Se piensa que una nación que garantiza la formación de las nuevas generaciones sabrá adaptarse y ser portadora de una innovación que, a su vez, garantizará la futura competitividad de la nación misma”, afirmó. Y en lo que se refiere a la misión particular del Instituto Universitario Sophia, remarcó: “Queremos ser un lugar en donde, si bien somos conscientes de estar viviendo un momento histórico dramático, se apunta a la capacidad humana de construir la paz duradera. Queremos estudiar y enseñar a ver esas “semillas” que ya hoy expresan la posibilidad de resolver la crisis que vivimos”. La ceremonia concluyó con la conferencia de Massimiliano Marianelli, Profesor Ordinario de Historia de la Filosofía de la Universidad de Perugia, cuyo título era: “Sophia, volver a encontrar lo humano en el ‘entre’”, con una mirada y una atención al ser humano y a la primacía de las relaciones. El evento, transmitido en directo streaming, está disponible por Youtube en italiano y en inglés en los enlaces accesibles en:  www.sophiauniversity.org.

 Maria Grazia Berretta

Una suma generosa

Dones inesperados recibidos por quien, cada día se ocupa de los más frágiles en una pequeña localidad de la Amazonía peruana.  Me acaba de llegar el balance mensual que Javier comparte con los amigos del “Hogar para ancianos Chiara Lubich”, situado en la selva peruana. Javier lleva adelante la administración y su esposa Jenny coordina la atención directa a los ancianos. Javier agrega al balance un breve mensaje: “tenemos dinero hasta fin de mes”. Es para preocuparse, porque el Hogar de ancianos no tiene quien lo financie, va adelante sostenido solo por la providencia de Dios, que se manifiesta a través de tantas manos y corazones amigos. Pero la fe de Jenny y Javier es a prueba de balas, y es contagiosa. Mientras tanto, llega otro mensaje: “Se descompensó Rafael, uno de los abuelitos. Está con oxígeno. Jenny está partiendo para Chachapoyas (capital de la Región Amazonas) para llevarlo de urgencia al hospital. Esperemos que no tengan que quedarse la noche, sería muy exigente también para la salud de Jenny. ¡Dios proveerá!”. Por su parte, Jenny firmó la autorización para que llevaran a Rafael de inmediato al Centro de Salud de Lámud (el pueblo donde está la casa Hogar) para que le coloquen el oxígeno. Ella cuenta: “Me quedé sola en la cocina, reflexionando sobre cómo proceder. Noté que comenzaban a correr lágrimas por mis mejillas. Le dije a Jesús: ‘¿Qué es lo que quieres? Ayúdame y sugiéreme qué es lo que debo hacer’. Es fuerte saber que Jesús siente tus miserias, tu cansancio y que en Él puedes abandonar toda preocupación. Mi celular sonaba y sonaba … Me pedirían que fuera a firmar el acta para presentarme como su tutora. Mientras me encaminaba hacia el Centro de Salud, me llama una enfermera para decirme que ya ubicaron a un familiar de Rafael, y que lo estará esperando en el hospital de Chachapoyas. Sentí un gran alivio, aunque en ningún momento dudé en aceptar la Voluntad de Dios, así como se presentara”. Todo se fue resolviendo: Rafael se fue estabilizando de a poco y Jenny pudo acompañarlo hasta el hospital de Chachapoyas, donde encontró al familiar del anciano, a quien entregó sus documentos y un bolso de ropa y pañales. Así, Jenny pudo regresar a su casa “cansada, pero tranquila y agradecida de todo lo que viví”, como escribió. Pero la cosa no terminó allí: mientras ellos se ocupaban de la salud de Rafael y de los otros ancianos del Hogar, Dios se ocupó de hacerles llegar su divina providencia que tanto necesitaban. Cuenta Javier: “Una persona muy querida nos comunicó que el pedido que habíamos hecho juntos hace dos meses, fue acogido. Fue hermoso el encuentro con esta persona, la sentí como un verdadero hermano. Me mostró la carta de la institución a la que nos habíamos dirigido y la generosa suma que nos enviaban”. Jenny y Javier decidieron compartir, parte de lo recibido, con las Hermanas del Asilo de ancianos de Chachapoyas.

Gustavo E. Clariá

Trabajo y alojamiento de providencia

Un pedido de ayuda para un joven de Camerún que vive en Rávena, en el Norte de Italia, pone en movimiento una red de solidaridad y también hace surgir soluciones y oportunidades para otros migrantes presentes en la ciudad. Un joven camerunés llegó a Italia desde Francia. Le habían asegurado un trabajo en la ciudad de Rávena, en el Norte de Italia. Sin embargo, cuando llegó se dio cuenta de que el trabajo que le habían prometido no existía.  Al no tener un sustento económico, su único alojamiento era un saco de dormir.  De noche descansaba en los jardines que hay alrededor de las iglesias. Se llama Bienvenue, que significa Bienvenido. Amu (Acción por un Mundo Unido) una ONG  inspirada en el Movimiento de los Focolares, que se ocupa de ayudar a pueblos y personas en dificultad, avisó de la situación en la que se encontraba esa persona a la comunidad local de los Focolares. “Un día quedamos en encontrarnos con  Bienvenue en la estación de trenes –cuentan Nazareno y Vicente, de la comunidad local de los Focolares–. Nuestro signo para reconocernos era un ejemplar de la revista Città nuova que tendríamos en nuestras manos. Bienvenue nos reconoció enseguida. Allí nació un fuerte entendimiento entre nosotros. De lo que nos contó entendimos que necesitaba ayuda”. Los dos amigos, tras haber escuchado atentamente a Bienvenue, decidieron acompañarlo a un dormitorio público para darle un alojamiento más digno, una comida caliente y el acceso a un baño para su aseo personal. Con la ayuda de otros amigos, en los días sucesivos,  Bienvenue consiguió  encontrar varios trabajos, si bien eran breves y esporádicos; y fue acogido en una casa de familia. “Pero seguía siendo provisional su situación, tanto el alojamiento como el trabajo –cuentan Nazareno y Vicente–. De todos modos, mantenían un contacto con él en la esperanza de que alguna oportunidad surgiera, e iban a verlo a periódicamente. Un día Vicente contactó a un amigo que era propietario de un pequeño apartamento, en donde él mismo se había alojado cuando llegó a Rávena tiempo atrás. Era la ocasión para preguntarle si el apartamento estaba disponible  como para alquilárselo a Bienvenue. Vicente había sido un excelente inquilino y podía ser su garante, asegurando la regularidad del pago del alquiler.  El amigo aceptó. “Fue muy grande en ese momento la alegría de Bienvenue, pues finalmente había encontrado un sitio estable en donde vivir –nos cuentan los dos amigos–. Pero, lamentablemente, una semana después perdió el trabajo.  Confiando en Dios, no nos desanimamos”. Después de algunos días Vicente llama por teléfono a un grupo de amigos: son cuatro hermanos, propietarios de una empresa en el sector eléctrico:   “Enseguida, con gran generosidad, aceptaron la propuesta de contratar a nuestro amigo tras un período de prueba.  Habiendo transcurrido una semana de trabajo, decidimos ir a verlo, junto con una amiga que habíamos conocido no hacía mucho, una joven de Angola que vivía en Italia desde hacía cuatro años, y estaba buscando un alojamiento y un trabajo. La emoción que experimentamos todos fue muy fuerte, por ese encuentro que nos hacía sentir como hermanos tanto con Bienvenue como con la nueva amiga”. Nazareno y Vicente vivieron con valentía esta experiencia que les dio un ulterior impulso a prestar atención a esas personas que la vida les pone a su lado y que necesitan ayuda. “En los días siguientes nos encontramos con un grupo de religiosos salesianos.  El Obispo les había encomendado una parroquia. Durante la bendición de las casas por parte del párroco (una tradición del período que precede la Pascua) se habían encontrado con varias personas no italianas que buscaban trabajo.  Para poder quedarse en Italia tenían que encontrar un empleo, de lo contrario no iban a poder conseguir una prórroga del permiso de permanencia. Entonces nos dirigimos a algunos empresarios que se preparaban para abrir la temporada laboral a orillas del mar y necesitaban mano de obra; como es sabido, en nuestra región las actividades turísticas están muy desarrolladas.  La Providencia no se hizo esperar y pudimos ofrecer entrevistas de trabajo en esas empresas balnearias a tres personas que los salesianos nos habían presentado. De esa manera, día tras día, vamos adelante con este espíritu de acogida e integración social, sabiendo que nada es pequeño de lo que se hace por amor”.

Lorenzo Russo

Juntos por Europa: un “Sí” a la creación

“Llamados a la unidad – Hacia una ecología de las relaciones” es el título del taller online promovido por la red Juntos por Europa (IpE). El evento fue preparado con representantes de diversas Iglesias, Movimientos y Comunidades, con el objetivo de resaltar uno de los “7 SÍ” del camino conjunto: el “SÍ a la creación”. Los desafíos para salvaguardar la creación y la ecología integral crecen exponencialmente en el mundo y la red Juntos por Europa dedicó una jornada entera a este tema durante un taller online. Profesionales y cristianos de varias Iglesias pertenecientes a diferentes Movimientos, procedentes de 9 países europeos, intervinieron en el Seminario titulado: “Llamados a la unidad – Hacia una ecología de las relaciones”. Un “viaje” apasionante en el que los ponentes, en un ambiente de creciente convergencia, expusieron sus investigaciones y su compromiso con la protección del medio ambiente, para luego entablar un diálogo con las aproximadamente 130 personas presentes en la “sala virtual”. Las experiencias ya en marcha en muchos lugares y las buenas prácticas alentadoras, fácilmente imitables, han puesto de relieve el deseo y el compromiso de respetar y preservar la creación para las generaciones futuras. Un vínculo de unidad que se fortalece entre los cristianos y pone a todos en relación con otros. El corazón de este evento: profundizar en uno de los “7 SÍ” por los que se comprometió la red Juntos por Europa durante el Congreso de Stuttgart en 2007. Un “SÍ a la creación, defendiendo la naturaleza y el medio ambiente, dones de Dios para proteger con compromiso respetuoso para con las generaciones futuras”. “Ninguna cosa, ninguna criatura existe fuera de la relación, todo ser es inconcebible sin la comunión” – afirmó el profesor Nicolaos Asproulis, subdirector de la Academia de Estudios Teológicos de Volos (Grecia), uno de los ponentes que han iluminado el tema desde diferentes ángulos de una Ecología de las relaciones. En su introducción a la jornada, Stefania Papa, profesora de la Universidad de Campania, destacó la “lógica de la armonía relacional que nos libera del egoísmo promoviendo la primera y más esencial forma de ecología”. Gerhard Pross, moderador de la red, afirmó: “Para muchos de nuestros movimientos el tema de la ecología tiene un gran valor y hoy lo conectamos con nuestro carisma de unidad, de relaciones”. Se trata de llegar a una visión holística de nuestra relación con la naturaleza, con la creación y su creador. En resumen, también podríamos llamarla “ecología del corazón”, resumió Pross citando al escritor Johannes Hartl. Después de un intenso intercambio de testimonios y experiencias de personas de varias Iglesias sobre el tema, durante el Taller se presentó el documento del Pacto Verde Europeo, que forma parte de un proyecto apoyado por la Unión Europea, DialogUE. Se trata de un proyecto ambicioso, en el que la Unión Europea ha desarrollado algunas normas medioambientales más rigurosas del mundo. Los contenidos del Webinar y las respuestas de los participantes a los cuestionarios relacionados con este evento ayudarán a desarrollar un KIT con sugerencias concretas para la Unión Europea. Este último se entregará el 16 de octubre de 2024 a las Instituciones Europeas en Bruselas (Bélgica), junto con los resultados de los talleres anteriores sobre comunicación y políticas sociales, celebrados en 2023 y cofinanciados como este último por la Unión Europea. Para más información consultar el sitio: Together4Europe | Una Rete Europea di Cristiani, per Unire Persone e Culture. Para releer todos los discursos de los oradores: Il nostro comune SÌ alla tutela del creato | Together4Europe

Maria Wienken, Segreteria internazionale di Insieme per l’Europa

Sinodalidad y comunicación

Periodistas, docentes, expertos de la comunicación: un laboratorio internacional en el camino sinodal “¿Qué tipo de comunicación para la sinodalidad?. Este fue el título de un seminario web el 7 de marzo en directo en Youtube, nacido tras un largo debate entre expertos en comunicación. El año pasado se inició un camino sinodal con reuniones mensuales. Así, por iniciativa de NetOne, la red internacional de comunicadores del Movimiento de los Focolares, surgió la idea del webinar. El Papa Francisco, durante la primera sesión del Sínodo del pasado octubre, les había pedido a los participantes el ayuno de la palabra.  “La verdadera comunicación tiene un ritmo que hay que respetar: un tiempo para callarse y un tiempo para hablar –afirmó Mons. Brendan Leahy, miembro de la Asamblea sinodal, quien estaba conectado desde Limerick, Dublín–. La sinodalidad comporta una ascensión, esa capacidad de mirar dentro de nosotros y ofrecer el “vino destilado”.  Por lo tanto, hay que usar las palabras correctas y no palabras vacías que conducen a los chismes. Pienso que el Papa nos invita, sobre todas las cosas, a imitar a María en su contemplación”. “Una Iglesia sinodal es esencialmente una Iglesia de la comunión, que se vuelve real cuando hay una comunicación de los aportes de cada uno – sostiene Mons. Piero Coda, secretario de la Comisión Teológica Internacional, quien tuvo una intervención en el evento–. Hay que apuntar a la calidad de la comunicación: no proponer respuestas arrogantes sino descubrir las verdaderas preguntas que viven en la sociedad para dar respuestas proféticas”. A las palabras de Mons. Coda se vinculan las palabras de Thierry Bonaventura, communication manager de la Secretaría General del Sínodo: “La comunicación está en la base de toda relación humana.  Dios es comunicación, se auto-comunica, es diálogo entre las Personas de la Trinidad. Todas las cuestiones que surgieron durante la primera sesión del Sínodo del pasado octubre tienen que ver  con el tema de lo relacional; la comunicación ha permeado el Sínodo, por más de que se haya privilegiado el hecho de hacer comunicación más que pensar la comunicación”. Desde la Argentina, seguía el evento Isabel Gatti, coordinadora internacional de NetOne: “Desde la teoría de la comunicación es posible ofrecer claves de lectura a fin de que los conceptos filosóficos y teológicos de la sinodalidad puedan mejorar nuestras prácticas eclesiales en la dimensión individual y en una dimensión más social”. “Nuestra Iglesia puede ser una familia si asumimos, como Jesús y María, los dolores de la humanidad que sufre y que hoy tiene tantos rostros vinculados a la comunicación: polarizaciones sociales, guerras, desigualdades sociales”. Un ejemplo de camino sinodal es la reforma de la comunicación vaticana.  “El Papa desea una Iglesia que esté en salida, en la que haya sitio para todos – sostiene Mons. Lucio Adrian Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación–. Ello implica una comunicación que por un lado abraza a todas las nuevas tecnologías y por el otro no olvida a ninguna de las viejas, porque nadie debe quedar excluido. Luego está la experiencia del Sínodo digital, un proceso misionero para ir a llevar la caricia, el anuncio de Jesús incluso a las personas que no viven en las instituciones de la Iglesia”. Además, un espacio para la inteligencia artificial: ¿de qué manera nos interpela en nuestra profesión de comunicadores?  “Tres palabras dan la respuesta: conocimiento, creatividad y responsabilidad –afirma desde Roma  Giovanni Tridente, director de la Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz–.  Esta innovación tecnológica hay que conocerla para entender cómo usarla. Debe ser utilizada con creatividad para mejorar nuestras existencias y se requiere la responsabilidad para utilizarla también desde el punto de vista ético, para hacer conocer y dejar libres a las personas de hacerse una propia opinión”. Por último, el discurso de Liliane Mugombozi, periodista de la República Democrática del Congo:  “Cuando comunicamos estamos donando algo de nosotros, nuestra visión del mundo, los valores en los que creemos, nuestros miedos, las angustias, pero también las conquistas, las victorias, las dudas, las esperanzas y nuestras exigencias más profundas.  Un acto de comunicación puede ser un regalo que favorece encuentros de personas, que crea contextos de diálogo y confianza incluso en las situaciones más difíciles, y caminar juntos.  Un proverbio Amhara (Etiopía) dice que “cuando las telarañas se unen pueden atrapar hasta un león”. Por último, espacio para el diálogo y las preguntas, las experiencias y las impresiones. Hubo un deseo de transmitir y experimentar una comunicación más incisiva y sincera. Este seminario web es sólo el principio de un camino de sinodalidad y comunicación. Para info: net4synodcom@gmail.com

Lorenzo Russo