Movimiento de los Focolares
Jóvenes y legalidad, siguiendo las huellas de Pathways for a United World

Jóvenes y legalidad, siguiendo las huellas de Pathways for a United World

Campus en Bolonia (Italia) sobre legalidad, promovido por Jóvenes por un Mundo Unido del Movimiento de los Focolares. Un espacio de formación, participación y acciones sociales para activar procesos de cambio y reconstitución del tejido social. 27175c27 fc40 4d3b 9de2 046783b520e4Del 20 al 28 de julio, unos cuarenta jóvenes de casi todas las regiones de Italia se reunieron en Bolonia (Italia) para dar vida a un Campus durante el cual podían involucrarse concretamente en favor de los demás. Han conocido y trabajado con asociaciones y grupos que se dedican en el ámbito civil, como la integración de inmigrantes y la lucha contra los juegos de azar. Colaboraron con centros de verano y juveniles, comedores, encontrando formas diferentes y originales de hacer las cosas. “El Campus – explica Francesco Palmieri, uno de los organizadores – nació de una primera experiencia en Siracusa, hace algunos años, que tuvo éxito y luego se repitió en Roma y Turín. Este año, en Bolonia, los jóvenes han identificado el barrio de Cirenaica, un barrio multiétnico en el que la situación social es muy compleja. “El Campus es una experiencia de compromiso civil que parte de jóvenes para otros jóvenes como nosotros, para responder a la pregunta: ¿podemos hacer algo?”. Se habla de compromiso personal, por tanto, también durante los momentos de formación con varios expertos, desde magistrados hasta profesores universitarios, desde voluntarios hasta sacerdotes y laicos involucrados en primera línea en el ámbito civil. El tema de la legalidad se explicita en varios aspectos, como la acogida de migrantes, la lucha contra las mafias y juegos de azar. “Esta experiencia del Campus – dice Francesco – nos enriquece y regresamos a casa con muchas respuestas a preguntas que quizás nunca nos habíamos hecho”. Entre los expertos estuvo la profesora Adriana Cosseddu, responsable de la red internacional de Comunión y derecho. Le hicimos algunas preguntas: Los jóvenes de los Focolares lanzaron “Caminos para un mundo unido”, en 2018. Son seis itinerarios para un mundo unido, con acciones y estudios sobre seis temas principales. Después del primero dedicado a la economía, la comunión y el trabajo, este año con el segundo quieren profundizar en derechos humanos, justicia, legalidad, paz. ¿Cuáles son los objetivos? 74cbcf7b 3e5a 4fbb 8ff5 8ecbc7ec1ec1“Se trata de itinerarios que, junto con las comunidades de los Focolares de todo el mundo, los jóvenes y los adolescentes se comprometen a vivir como protagonistas, para ayudar a hacer de la humanidad una familia. Los caminos son muchos, y este año hemos elegido cuatro: abrir las puertas al diálogo y a la aceptación para que los derechos humanos sean reconocidos e implementados. Trabajar con todas las fuerzas por la paz, para que se pueda superar la lógica de la confrontación con el encuentro, y la paz se persiga universalmente como derecho de la humanidad. Pero para una paz auténtica necesitamos practicar la justicia, guardiana de las relaciones, que son la base de nuestra convivencia. Y esta es la importancia de la legalidad, que exige también a través de normas y comportamientos la activación de procesos capaces de romper la lógica del beneficio y del privilegio, de la corrupción generalizada, para promover la imparcialidad y equidad”. ¿Cuál es el “algo más” que el carisma de la unidad da al derecho? “El carisma de la unidad genera una nueva mirada sobre el otro: no el extraño o un enemigo, del que me defiendo, sino que es un regalo para mí, en la riqueza de su diversidad. La reciprocidad, que según la ley se traduce en derechos – deberes, se convierte por el “algo más” del amor mutuo en un llamado a la responsabilidad hacia el otro, del cual debo ocuparme. Así, si hoy la ley tiende a proteger los derechos de las personas, el horizonte que Chiara Lubich nos ha abierto es el de una “herramienta” de comunión. Y la comunión indica un objetivo: trabajar para que las relaciones humanas concretas, también las que tienen lugar bajo el signo de la ley, ayuden a las partes involucradas a mirar más allá de sí mismas y reconocerse mutuamente, en su dignidad y en sus respectivas necesidades, para abrirse a la colaboración. De esta manera se generan fragmentos de fraternidad”. Próxima etapa del itinerario:

  • Seminario internacional “De los derechos humanos al derecho a la paz: en camino con la humanidad”, promovido por la red internacional “Comunión y derecho”, en Loppiano (Italia), del 19 al 21 de septiembre de 2019.
El “Tiempo de la Creación”

El “Tiempo de la Creación”

Con la jornada mundial de oración por la custodia de la creación, el 1 de septiembre comenzará un mes lleno de iniciativas para el cuidado del medio ambiente y no solo. Entrevista con Cecilia Dall’Oglio del Global Catholic Climate Movement. ¿Qué tienen en común el tema ambiental y el ecumenismo? Mucho, es más muchísimo, si consideramos que en 1989 fue el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla, Dimitrios, que dio el impulso decisivo a las diferentes Iglesias cristianas para declarar conjuntamente el 1 de septiembre el Día Mundial de Oración por la custodia de la creación. Este año, el aniversario está enmarcado en un año lleno de acciones globales por el clima, gracias también a la aceleración dada por los millones de jóvenes que, con Greta Thunberg, se han movilizado y sacudido las conciencias y llamado a los parlamentos. “No solo las personas sino también nuestras comunidades deberían preguntarse sobre la sostenibilidad ambiental de sus actividades”, dice Luca Fiorani, físico y coordinador internacional de EcoOne, un movimiento cultural inspirado en la espiritualidad de los Focolares en el campo ambiental. “Y para comenzar a cambiar la mentalidad y adoptar un estilo de vida ecológico, primero es necesario informarse”. Me hago publicidad: acabo de publicar un pequeño libro de menos de 80 páginas: Il sogno (folle) di Francesco. Piccolo manuale (scientifico) di ecologia integrale. Llevo de la mano al lector entre los conceptos clave de la encíclica Laudato Si‘, los resultados recientes de las negociaciones internacionales sobre el cambio climático y los datos científicos más actualizados sobre el estado de salud de nuestro planeta”. Luca Fiorani también explica que EcoOne colabora desde hace unos diez años con el Global Catholic Climate Movement. Cecilia Dall’Oglio es responsable de los programas de la organización y le hemos hecho algunas preguntas. – ¿Cuál es su compromiso personal con el medio ambiente? El deseo de no abandonar a mis hermanos y hermanas en el mundo que sufren por las mismas causas que sufre nuestra madre tierra. El deseo de dar mi contribución para que otros puedan tener la experiencia directa de encuentro, que he podido hacer yo, con testigos de esperanza, de una Iglesia viva comprometida con la justicia social. En la Laudato si’ el papa Francisco, de hecho, nos recuerda que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental (…) que requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (LS 139). Trabajé durante más de veinte años con el FOCSIV en la coordinación de campañas por la justicia social junto con las oficinas del CEI y las asociaciones católicas laicas y me gustaría mencionar de manera especial al querido Marco Aquini del Movimiento de los Focolares. Este anuncio, esta resistencia activa, debe ser verdaderamente eficaz y liberar a los pobres que lloran y, por esta razón, ahora estoy feliz de aceptar el desafío actual al servicio del Movimiento Católico Climático Global del cual el Movimiento de los Focolares es miembro activo. – ¿Cuál es el “plus” que la fe puede aportar al movimiento ecologista? La fe es esencial para llevar el enfoque de la ecología integral al campo ambiental. La conversión ecológica y la adopción de nuevos estilos de vida son propuestas para una alegría plena, esa “sobriedad feliz” de la que también habla el Instrumentum laboris del Sínodo Especial de la Amazonia, la plenitud de la vida, la verdadera libertad. Todos los cristianos están llamados a ser custodios de la Creación de Dios porque “vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana” (LS 217). El Global Catholic Climate Movement nació en 2015 para apoyar a las comunidades católicas de todo el mundo a responder al llamamiento urgente del papa Francisco en Laudato Si’ a través de una conversión ecológica a nivel espiritual que conduzca a estilos de vida renovados y a una participación conjunta de los católicos en las movilizaciones por la justicia climática. – ¿Qué es el “Tiempo de la creación” y qué podemos hacer para adherirnos? season of creation 2017El Tiempo de la creación es un “tiempo favorable”, un Kairos, durante el cual rezamos y actuamos por el cuidado de nuestra casa común. Se celebra entre el 1 de septiembre, Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación, hasta el 4 de octubre, fiesta de san Francisco, y es celebrado por miles de cristianos en todo el mundo. El tema de este año “La red de la vida: la biodiversidad como un regalo de Dios. Está estrechamente relacionado con el Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica que se celebrará el próximo octubre. Miles de cristianos en todo el mundo celebran el tiempo de la creación llevando a cabo eventos. Una guía de celebraciones y otras herramientas en varios idiomas está disponible en el sitio Tiempo de la creación. Gracias al tema elegido para las celebraciones, los eventos harán sentir nuestra cercanía con los hermanos y hermanas en la Amazonía y con todos aquellos que sufren por la “mentalidad extractiva” que está destruyendo no solo la Amazonía sino toda la creación, por lo tanto, son un claro signo de comunión eclesial y apoyo en el itinerario de la Iglesia hacia el Sínodo.

Stefania Tanesini

Vivir con la “V” mayúscula

Vivir con la “V” mayúscula

En la jerga internacional los llaman “expats”: son los jóvenes expatriados que han encontrado trabajo y hacen su vida en el extranjero. Cada uno tiene sus propios motivos, cada uno tiene su historia. Mitty, italiana, hace investigación con biosensores de glucosio en una universidad japonesa y vive en la comunidad del Focolar de Tokio. “Hoy la tecnologia tiene un enorme poder en todos los campos y también en el sanitario. Me siento llamada a trabajar en este campo para contribuir a dirigir la investigación técnica según criterios éticos y no comerciales. A veces somos precisamente nosotros los ingenieros biomédicos quienes inventamos cosas que hacen del ser humano un robot, y no estamos al servicio de la salud”. No hay duda, Maria Antonietta Casulli, para todos Mitty, tiene las ideas claras. Estudio ingeniería biomédica en Italia, pero para hacer su tesis se transfirió a Suiza, a la prestigiosa Ecole polytechnique fédérale de Lausanne (EPFL –Escuela Politecnica federal de Loussane) dónde posteriormente empezó una investigación a nivel doctoral. Por lo tanto tenía todos los requisitos para hacer una carrera exitosa: un sueldo consiste, una linda casa con vista al pago de Ginebra, estupendos amigos. ¿Qué más podría querer?. “Sin embargo -cuenta Mitty- algo no estaba funcionando, era el 2013, estábamos en plena crisis económica y yo tenía una vida perfecta. Pero más allá de los Alpes, en Italia, muchos de mis amigos estaban por entrar en depresión porque no encontraban trabajo y yo no quería encerrarme en una vida hecha de carrera y dinero. Pero el impulso definitivo me lo dió un viaje que hice a Filipinas donde me encontré en medio de uno de los tifones más potentes y devastadores del mundo, el tifón Yolanda. El contraste que experimenté fue enorme, este pueblo no tenía nada de aquello que mis amigos y yo teníamos, pero vivía con la “v” mayúscula, su vida era plena, rica de relaciones y gran dignidad. Paradójicamente ésta me parecía la medicina para la crisis que mi continente, Europa, estaba atravesando; no se trataba solo de una crisis económica, era mucho más, un vacío en los valores fundamentales de la vida”. Después del viaje Mitty ya no regresó a Suiza porque sentía el deber de devolver a Dios esa vida plena que Él le había dado. Y así, después de un periodo en la escuela de formación de los focolarinos, desde hace dos años se encuentra en Japón, donde vive en la comunidad del focolar de Tokio. El estudio de la lengua la absorbió y por lo estuvo fuera del mundo laboral durante cinco años. ¿Habría podido volver a hacer investigación sobre todo en una sociedad como la japonesa? “Precisamente mientras me hacía estas preguntas un amigo que estaba de paso me habló de un profesor japonés, católico, de una universidad de Tokio que estaba haciendo investigaciones ¡nada menos que en biosensores de glucosio, el argumento de mi tesis!”. Dado que la probabilidad de encontrar alguien en Japón que se ocupara de sus mismos estudios era prácticamente nula, Mitty comprendió que se trataba de Dios que intervenía en su vida y seguidamente le ofreció una continua prueba. El profesor le dió la posibilidad de hacer el.doctorado, pero seguía existiendo un problema: “En Japón ya no iba a tener un sueldo como en Suiza, por el contrario, era yo la que tenía que pagar”. 61549481 685107555261622 2228868463600861184 oTambién en este caso la respuesta de Dios fue sorptende. Casi por casualidad Mitty fue a una entrevista con seis gerentes de varias empresas japonesas, era una situación bastante difícil para una joven mujer extranjera. “Sentí que Dios estaba conmigo y que, al final, todos ellos no eran otra cosa que personas para amar. Esto cambió mi forma de exponer el proyecto y de escucharlos en sus distintas intervenciones. Durante una hora hablé de mi proyecto y en la hora sucesiva respondí a sus preguntas sobre mi elección de vida como focolarina y por qué me encontraba en Japón. Recibí el 100% dei financiamiento para el proyecto y tengo que decir que he visto la potencia de Dios abrirse camino en esta cultura y en estos ambientes, en un mundo que jamás habría imaginado. Ni siquiera dos meses después del inicio de mi doctorado, mi ex-profesor suizo vino a Tokio y pude organizar un seminario en mi nueva universidad. Durante la cena, observando los dos profesores que hablaban juntos, me pareció entender lo que ahora Dios quiere de mi. No solo una investigación, sino que construya puentes, entre la universidad y las empresas, entre Oriente y Occidente. Yo tengo sólo que seguir siendo toda de Dios”.

Stefania Tanesini

 

Maria Voce: un pacto por la fraternidad de los pueblos

Maria Voce: un pacto por la fraternidad de los pueblos

Al finalizar la Mariápolis Europea, María Voce vuelve a resaltar el valor y la actualidad de aquel pacto mundial por la fraternidad estrechado hace sesenta años. Discurso integral de la Presidenta de los Focolares. cq5dam.thumbnail.cropped.1000.563El día en que los hombres, pero no como individuos sino como pueblos; el día en que los pueblos sean capaces de posponerse a sí mismos, de posponer la idea que tienen de su patria, de sus reinos, y ofrecerlo todo como incienso al Señor, (…)y esto lo hagan por ese amor mutuo entre los Estados, que Dios pide, lo mismo que pide el amor recíproco entre los hermanos; ese día será el comienzo de una nueva era, porque ese día, igual que se hace viva la presencia de Jesús entre dos que se aman en Cristo, se hará vivo y presente Jesús entre los pueblos(…)”*.   Es el 30 de agosto de 1959 y con estas palabras Chiara Lubich, la fundadora de los Focolares, esboza el sueño de la unidad entre todas las gentes, que se delineará como la tarea confiada por Dios al Movimiento naciente en favor de la humanidad. Mientras resuenan todavía los ecos de la Segunda Guerra Mundial, con sus venenos y con sus heridas, millares de hombres y mujeres de 27 países distintos, representantes de todos los continentes, sellan un pacto de unidad entre ellos. Es el 22 de agosto, día en el que la Iglesia católica festeja a María Reina y la Mariápolis en el valle de Primiero está llegando a su término. A distancia de 60 años, el 10 de agosto pasado, la Mariápolis europea, concluida hace poco en Tonadico, ha querido celebrar este aniversario y volver a resaltar el valor y la actualidad de aquel pacto por la fraternidad de los pueblos. Reportamos a continuación  el discurso de María Voce, Presidenta de los Focolares.   “Hace sesenta años, en estos lugares, parlamentarios de distintas naciones se unieron en una oración para consagrar su pueblo y todos los pueblos de la Tierra, a María. Cada uno llevaba consigo las razones y las esperanzas de la propia gente y debía responder a ellas, responsablemente, con opciones políticas adecuadas. Ante ellos tenían retos importantes, en una época marcada por conflictos ideológicos que estaban polarizando el mundo en bloques contrapuestos y constituían una amenaza para la paz. Había que reconstruir ciudades, tras la guerra y hacer reemprender su camino a las comunidades, promoviendo el desarrollo económico, garantizando la legalidad, y asegurando servicios a la ciudadanía. Eran problemas urgentes a los que había que corresponder con competencia política y pasión civil. Sin embargo, aquellos políticos no se reunieron en una mesa redonda, no organizaron una cumbre internacional, sino que rezaron por la unidad  de los pueblos. Fue una elección inusual, ciertamente, pero cargada de futuro. Lo que se le pide a la política es actuar con competencia y responsabilidad, que sea honesta y coherente, que tenga pasión y valentía. Pero el valor que más califica la acción política es la amplitud de miras, es decir la capacidad de mirar más allá, más lejos, para planificar las configuraciones futuras de la sociedad y favorecer su crecimiento. Sí, en los momentos de crisis y de reconstrucción, descifrar el cambio puede ser importante, intuir el futuro puede marcar la diferencia. Cuanto más lejos se sabe mirar, más incisiva y trasformadora es la acción en el presente. Aquellos políticos que hace sesenta años pidieron a Dios el don de la unidad,y decidieron comprometerse para su realización, supieron mirar muy lejos. De su adhesión al carisma de Chiara Lubich sacaron una gran enseñanza: el destino del cosmos es la unidad. No recibieron una clarificación solo intelectual, porque la unidad era el estilo de vida y la norma de la Mariápolis: de ella se hacía experiencia en lospequeños y grandes gestos y en las opciones cotidianas. La unidad vivida en el Movimiento naciente irradiaba una luz particular sobre las relaciones sociales que todos estaban llamados a vivir, en cualquier circunstancia en la que se encontraran. La unidad se presenta siempre, en cualquier época, como un modo nuevo y revolucionario de concebir la vida y el mundo. No es simplemente un ideal como muchos otros, porque surge de la oración misma que Jesús dirigió al Padre cuando, elevando los ojos al cielo, rezó para que todos fueran uno. De esta invocación toma forma y sentido la historia humana. No por nada uno de los primeros políticos que siguió a Chiara Lubich fue el parlamentario Igino Giordani, que acogió el ideal de la unidad interpretándolo con la siguiente expresión significativa: «La historia es un quinto evangelio», porque muestra la constante, progresiva, realizaciónde la oración de Jesús, y por lo tanto del designio de Dios sobre la Creación. Todo está en marcha hacia la unidad: esto significa que los cambios sociales que pueden transformar positivamente el presente, son los que acompañan a los ciudadanos, a las asociaciones, a los Estados, hacia un mundo más cohesionado y solidario. Lo que sostiene la cooperación, la paz, la cercanía de las comunidades y de los grupos, está en línea con el auténtico progreso y fundamenta el desarrollo. En otras palabras, si se quiere hacer el bien al propio pueblo hace falta ocuparse del bien de los demás. Por eso, en alas de un mensaje profético siempre actual, Chiara Lubich siguió difundiendo el mensaje de la unidad dirigiéndose a los políticos y a todos los ciudadanos comprometidos en lo social exhortándolos a «amar el partido del otro como el propio», «amar la patria del otro como la propia». Los retos actuales no son menos urgentes que los de hace sesenta años. Al contrario, hoy es todavía más evidente la necesidad de trabajar por la unidad de los pueblos. Los procesos globales en curso muestran la interdependencia planetaria de Estados, naciones, comunidades. Es cada vez más evidente que existe un destino común para todos los pueblos de la Tierra, y que los grandes temas de la actualidad se refieren a cuestiones vitales para todos: el cuidado del ambiente, las antiguas y nuevas pobrezas, los conflictos invisibles y las guerras proclamadas, las migraciones a escala global (a menudo fruto precisamente de la pobreza, de las guerras y de los cambios climáticos), la redistribución de las riquezas, el acceso a los recursos naturales, el reconocimiento de los derechos humanos. Son cuestiones transversales a las diferencias culturales, civiles y políticas. Por tanto, introducen a los pueblos en un circuito de constante confrontación, con el fin de madurar procesos de integración política y de convergencia decisoria. Sí, hoy el futuro de la humanidad reclama, a gritos, la unidad. El Movimiento de los Focolares está respondiendo a esta invocación favoreciendo el diálogo entre los distintos agentes políticos (por ejemplo con el Movimiento Político por la Unidad), promoviendo la comunión de los bienes y la cultura del dar (con la Economía de Comunión), profundizando la doctrina de la unidad (por ejemplo con el Instituto Universitario Sophia), dando impulso a launidad en los lugares de compromiso profesional y social y con muchas otras obras e iniciativas específicas (a través de Humanidad Nueva). También hoy, justamente como hace sesenta años, podemos rezar a Dios por la unidad entre los pueblos de la Tierra. Mi deseo es que esta oración esté acompañada por un compromiso renovado, asumido tanto a nivel personal como comunitario, de vivir por el mundo unido. Difundiremos esos gérmenes del cambio útiles para transformar el presente y para escribir páginas siempre nuevas de la historia de la familia humana en marcha hacia la unidad”.  

Maria Voce

  (*) http://www.centrochiaralubich.org/it/documenti/scritti/4-scritto-it/183-maria-regina-del-mondo.html

El Movimiento político por la unidad en Moscú

El Movimiento político por la unidad en Moscú

La Duma, el parlamento ruso, invitó a miembros de los parlamentos y expertos para un intercambio sobre el desarrollo de los sistemas parlamentarios. Participó Letizia De Torre, presidenta del MPPU. “Es importante caminar junto con los que en el mundo, en cualquier modo, buscan un cambio. Todos nosotros, como individuos y como pueblos, estamos llamados a la unidad y debemos sacar a la luz todos los pasos positivos”. Esta es la primera impresión de Letizia De Torre, ex diputada del Parlamento italiano y presidente del Centro Internacional del Movimiento Político por la Unidad (MPPU), que del 30 de junio al 3 de julio participó en el Foro “Desarrollo del parlamentarismo”, sobre el desarrollo de los sistemas parlamentarios. Propuso un co-governance, es decir, la idea de una corresponsabilidad entre las instituciones y la sociedad civil en el gobierno de las ciudades y en las relaciones internacionales. Una idea que estuvo en el centro del congreso, celebrado el pasado enero, en Castel Gandolfo (Roma, Italia), propuesta en diferentes niveles y en diferentes países y que tendrá una segunda versión de alto nivel en Brasil en 2021. 1 2627¿Cómo llegó CO-Governance a Moscú? El Secretario General y el Asesor de la IAO (Interparliamentary Assembly on Orthodoxy), http://eiao.org/home_english_iao, – red de parlamentarios ortodoxos, también rusos, con quienes colaboramos – intervinieron en Roma, en el evento CO-Governance 2019. La idea les pareció interesante y lograron que el MPPU fuera invitado al Foro: http://duma.gov.ru/en/international/forum_english/. Debo decir que solo cuando llegué a Moscú entendí realmente por qué. De hecho, podemos sorprendernos: el sistema institucional ruso se define con expresiones tales como “democracia controlada”, “centralismo”, “ambivalencia entre modernización y tradicionalismo”, mientras que co-governance implica la corresponsabilidad, la participación generalizada, las relaciones innovadoras entre políticos y ciudadanos… En efecto, y es sintomático del cambio de época que estamos experimentando. A la política se le exige un cambio. Los ciudadanos ya no confían e Internet nos ha catapultado a un mundo diferente al de la rigidez de los palacios de la política. Muchos parlamentarios buscan nuevas formas y CO-Governance expresa la idea de una relación intensa entre políticos y ciudadanos, de una corresponsabilidad de gobierno en todos los niveles, sin miedo a este momento complejo. lU1cIzgW6WtH9ii0AO28fAWAXJwdrbU9¿Cómo fue recibida la propuesta? La idea de colaboración está madurando en todas las sociedades y también la declaración final del Foro va en esta dirección. Pero lo que fue acogido con sorpresa es la lógica política que se encuentra debajo: “Actúa hacia el otro Estado, hacia cada ‘otro tú’, como te gustaría que te hicieran a ti”. Esta actitud revoluciona la política, le da un nuevo rol necesario hoy: el de facilitador y catalizador para la colaboración entre todos.   ¿Qué recaba el MPPU de esta presencia oficial en Rusia? He experimentado un cambio personal primero. El pueblo ruso es maravilloso, la acogida es atenta; Moscú es hermoso, rico en historia, eficiente, no puedes quitártelo del corazón. En este sentido es fácil sentirse pueblos hermanos. Pero acercar el sistema político de otro país es otra cosa. He “aterrizado” en una cultura política muy diferente y tenía miedo de no entenderla. Ante las primeras dificultades me encontré en una encrucijada: distinguirme o poner en acción “el método” que un día me fascinó: conscientemente tomé la decisión de amar a Rusia en la misma medida con la que amo a mi país. No amas a tu país porque es perfecto: simplemente lo amas. Disfrutas y sufres con él y por él en los buenos y en los malos momentos. Así es como empecé a entender a Rusia hoy, a mirar al mundo desde su punto de vista, incluso a sentir pena por los juicios negativos que recibe, a menudo funcionales en la carrera por la supremacía geopolítica. Aprecié la intención del “soft power” de este foro, con el que me parece que Rusia busca ganarse la confianza de otros estados, acercándose con más dignidad y respeto. Me encontré más abierta para aceptar, por ejemplo, la voluntad de unidad entre las dos Coreas de la diputada norcoreana; el compromiso de buscar “partnership” y la no dependencia de un parlamentario de Ghana; la esperanza de la delegación siria; la pregunta del parlamentario libanés “Pero, ¿por qué nos matamos?”, que concluyó con la fuerza que venía de su fe ortodoxa: “¡Dios no quiere esto!”.

Stefania Tanesini