Coreografías de hip hop, jazz, danza moderna y danza aérea en tela. Es el espectáculo del 14 de julio, con el título “Los ojos de quien cree”. Doscientos espectadores en un lugar realmente especial: Belén. Ha sido la realización de un sueño: llevar el mensaje de paz del Proyecto Armonía a Palestina, una tierra donde sólo estar juntos y conocerse parece imposible. En marzo, la Custodia de Tierra Santa, representada por el Padre Ibrahim Faltas OFM, invitó a la asociación DanceLab Armonía a realizar allí el Campamento 2014. Los bailarines y maestros fueron huéspedes de la Fundación Juan Pablo II de Belén, en colaboración con la Asociación “Children without borders” [Niños sin fronteras], del 1 al 16 de julio. Realizaron un Campamento de danza y artes figurativas junto con niños y jóvenes palestinos. Un evento extraordinario y de gran emotividad, que desean que llegue a ser anual. La alcaldesa de Belén, Vera Baboun, satisfecha por la iniciativa, le agradeció al P. Ibrahim Faltas y a la directora de Dance Lab Armonía Antonella Lombardo por «esta gran idea que da esperanza y felicidad a los niños en estos días difíciles de guerra».
En los Campamentos Internacionales de especialización en la Danza (la asociación DanceLab Armonía cuenta con 5 en funcionamiento) participan jóvenes de varios países. Descubren juntos cómo el arte ayuda a romper las barreras de la cultura y la religión. Los chicos se esfuerzan y trabajan juntos encontrando los mismos sueños y necesidades y creando así un clima de auténtica fraternidad. Este año el corazón del proyecto ha sido el 5° Campamento de arte en el que participaron cincuenta niños y jóvenes palestinos de los 5 a los 16 años, musulmanes y cristianos que, a través del estudio de la danza y de la pintura, vivieron momentos de paz y armonía. Al final del espectáculo, muchos padres vinieron a agradecer:
«El espectáculo ha sido un momento, grande y emocionante que seguramente quedará impreso en el corazón de nuestros niños –afirmaba un papá- pero sobre todo les agradezco con cada día de auténtica felicidad que les han dado. Regresaban a casa satisfechos de haber experimentado algo grande y bello. Han traído una bocanada de novedad a esta tierra. Les han dado a nuestros hijos la oportunidad de abrir sus mentes y de tener nuevos horizontes». «A pesar de la guerra, los palestinos han demostrado que son libres por su fuerza de voluntad y trabajo» declaró Antonella Lombardo regresando de Tierra Santa. Al Campamento llegó también el apoyo del Papa Francisco quien envió a través de una carta su bendición «como signo de paz y prosperidad» y los animó para que se realice realmente el auténtico bien de las personas».
Abrir la puerta del corazón a la alegría
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