Jul 28, 2015 | Focolare Worldwide
https://vimeo.com/133758828 Ya desde hacía algunos años el campo tenía que ser desalojado por serios motivos sanitarios y ambientales, pero esto no era un trabajo sencillo, dado que allí vivía una comunidad de treinta familias. Mario Bruno, intendente de Alghero, decidió hacerlo, tomando el parecer de las familias gitanas a la hora de elegir el lugar adonde querían trasladarse. En Alghero hay muchos desocupados y hay también mucha gente en lista de espera para tener acceso a una casa. Por lo tanto, como decía el intendente, podría ser difícil que los ciudadanos comprendieran «que se concedieran financiamientos ad hoc, que todos tuvieran en el corazón la inclusión social por lo que a veces las decisiones que se tomaron resultaban impopulares, no se comprendían». «Las 30 personas de la minoría gitana para mí son tan importantes como cada uno de los habitantes de Alghero. Los considero del mismo modo, y trato de mostrar con los hechos que ésta es una realidad», continúa el intendente Bruno «Y quiero ayudar también a los alghereses para que apoyen la decisión manifestándoles que yo tengo en el corazón todos los problemas y no sólo los de una parte». Concretamente, encontrar soluciones para los alghereses era un modo de demostrar que todas las personas tienen el mismo valor. Y lo hizo anunciando una financiación de 3 millones y 600.000 euros para construir 28 viviendas para ciudadanos alghereses. Bruni, como hombre político, se encuentra a veces en situaciones difíciles, que, nos cuenta, trata de enfrentar «con buen sentido, entrando dentro de los trámites administrativos, sin sobrevolar los mismos, porque francamente creemos que debemos defender los bienes que son de todos, que no son nuestros; nosotros somos sólo administradores de los mismos» En el intendente existe «la exigencia de enfrentar la complejidad del momento en que vivimos (…) donde uno puede ser parte de una respuesta, y creo que esta respuesta la podemos dar individualmente pero también de forma colectiva y dar una respuesta colectiva significa vivir por el bien común que va más lejos de nosotros mismos». Éstas son respuestas, que, dice él, le fueron inspiradas por Chiara Lubich y su pensamiento político.
Jul 25, 2015 | Focolare Worldwide
«Jean Paul cursa el último año de la facultad de ingeniería civil, y hace ya unos años que conoció la espiritualidad de la unidad. Burundi, como muchos saben, está atravesando actualmente una difícil situación política a causa de los próximos comicios electorales. La crítica situación política ha provocado un sinnúmero de controversias que desembocan en protestas y enfrentamientos. Incluso hay quien ha perdido la vida. Es en este contexto de gran inestabilidad y sufrimiento, que un día Jean Paul, junto a un amigo, decidió volver a casa caminando, porque no conseguían un medio de transporte público, y se encontraron ante un nuevo e inesperado rostro de Jesús Abandonado». Quien escribe es Marcellus, junto a toda comunidad de los Focolares de Burundi y Ruanda. «Era la noche del 2 de mayo, cuando los dos jóvenes fueron asaltados por un grupo de malhechores. Los golpearon brutalmente hasta dejarlos sin conocimiento. Algunos policías los encontraron tirados en un desagüe y los llevaron al hospital. El amigo resultó con leves lesiones, mientras que la situación de Jean Paul era grave: una fractura de la columna vertebral con parálisis de las extremidades inferiores. A pesar de la gravedad de su estado, Jean Paul sonreía siempre y esperaba recuperarse. Confiaba en Dios y en Chiara [Lubich]. “Todavía estoy vivo y éste ya es un milagro suyo” afirmaba. En poco tiempo, la noticia de lo sucedido a Jean Paul, llegó a toda la comunidad que, además de orar por él, se arremangó para encontrar el dinero necesario y la ambulancia para llevarlo a Ruanda, donde podía recibir cuidados adecuados. Junto a un enfermero y a Séverin, un joven de su mismo grupo Gen, partió el 12 de mayo hacia Kigali/Ruanda. La cadena de amor y de oraciones por Jean Paul se ensanchó, involucrando a la familia del Movimiento de los Focolares en Ruanda y en el mundo, sobre todo a los Gen. En Kigali/Ruanda, Jean Paul y Séverin dieron un fuerte testimonio de amor recíproco. En el hospital, la gente se sorprendía al ver que este chico recibía más visitas que todos los demás enfermos. Aún más, se maravillaban por el hecho que Jean Paul y Séverin no eran hermanos, no provenían de la misma aldea y no pertenecían ni siquiera a la misma etnia. Ellos explicaban a todos que el motor de su actuar era otro: la espiritualidad de la unidad basada en el amor recíproco, pedido por Jesús. Después de varios exámenes médicos, el 10 de junio, operaron a Jean Paul de la espalda y del tórax, en el hospital “Roi Fayçal”. Las tarifas de ese hospital son muy altas, pero no faltó la intervención de Dios con su Providencia. Jean Paul, que nunca se ha desanimado, ve en esta experiencia un verdadero milagro. La cirugía salió bien y esto animó a todos. Jean Paul fue trasladado a otra dependencia hospitalaria donde empezó la fisioterapia, bajo el cuidado del médico y del equipo que lo operó. Su salud ha dado signos increíbles de recuperación. Ha vuelto a sentir hambre, las necesidades fisiológicas, el dolor, la sensibilidad en los pies. Ahora ya puede dejar su cama y moverse por el hospital en una silla de ruedas. Afirma que, si no fuera por el amor de esta familia ensanchada, ya no estaría con vida. Jean Paul está muy agradecido con la comunidad de los Focolares de Ruanda, con todos los Gen esparcidos por el mundo, con los Centros Gen internacionales, y con todos aquéllos que le hicieron llegar su apoyo en dinero y oraciones. Ahora nos brota del corazón un inmenso gracias a Dios por habernos permitido vivir esta fuerte experiencia que ha suscitado una atención, una comunión, un amor verdadero entre sus hijos, un fuerte testimonio del amor que todo lo vence».
Jul 23, 2015 | Focolare Worldwide
La idea surge para dar respuesta a la situación de violencia que vive el País como consecuencia del uso de la lucha armada de ETA. Una Idea para sanar heridas, aún abiertas, y para intentar asegurar un futuro de paz. “Esto es una utopía, pero tal vez sea la única solución para nuestro pueblo.” Es el afligido lema de esperanza de algunos miembros del Grupo de Gipuzkoa cuando hace ahora una decena de años, algunos exponentes del Movimiento Político por la Unidad (MPpU) venidos de Italia, les hablaron de la fraternidad como categoría política. Una prospectiva que, por el clima que se vivía en el País Vasco debido a la lucha armada de ETA, resultó casi como un shock para el grupo. Con el fin de conseguir la independencia para el pueblo vasco, los grupos armados de ETA siembran continuamente un clima de violencia y terror, creando un ambiente de altísima tensión. En aquella época, comienzos de 2005, un grupo de políticos, pertenecientes no sólo a partidos diferentes sino también a ideologías diferentes, se unen para iniciar conjuntamente un camino para ir en busca de una regeneración política, basada en la acogida reciproca del otro, sin exclusiones. Se abre así un espacio de debate, de aceptación del otro, que involucra a políticos de diversas sensibilidades, funcionarios, sindicalistas, ciudadanos…, sedientos de una convivencia normalizada, de una paz verdadera. Se mantienen reuniones bimensuales, eligiendo cada vez una sede diferente, alternando entre los diversos partidos. Entre los participantes hay quien está amenazado por pertenecer a un determinado partido y acude a las reuniones con escolta; hay quien teme no ser entendido en su propio partido y teme, incluso, ser expulsado del
mismo, pero todos, con el apoyo mutuo y superando la desconfianza, quieren dar testimonio de que la fraternidad es posible, empezando por la fraternidad entre ellos mismos. Con el paso del tiempo se ve necesario el intercambiar experiencias con políticos de otros territorios, de otras comunidades. Y así algunos miembros del grupo acuden a Madrid, a participar en una serie de reuniones donde se conocen otras experiencias. Estos miembros invitan a los otros participantes a mantener una reunión en Euskadi con el grupo de Gipuzkoa. Es un encuentro histórico: cuatro horas de dialogo (después de haber comido juntos) para conocerse, escucharse, pedirse perdón. Como consecuencia de esa reunión surge la necesidad de elaborar un documento que sirva de alternativa a la crisis. Elaborado dicho documento, cada miembro que participó en su elaboración se comprometió a llevarlo a su partido, para su estudio. Muchos sienten la necesidad de compartir el contenido del documento, y nace la idea de convocar seminarios y mesas redondas en otras comunidades autónomas donde presentar la experiencia de la fraternidad así como la experiencia de la convivencia pacífica basada precisamente en la fraternidad. Con el cese de la actividad armada de ETA (2011), se inicia un proceso nuevo, esperanzador aunque no sencillo. Todavía son muchas las personas, las familias y los grupos que a pesar de compartir la misma identidad, están divididos, con enfrentamientos continuos y serias dificultades para dialogar. El laboratorio político que se había generado en los tiempos duros – familiarmente llamado “laboratorio para aprender la paz”- prosigue su camino de reconciliación y búsqueda de la paz, afrontando los distintos puntos de vista sobre hechos históricos, sanando heridas abiertas. En ese contexto, el grupo elabora un documento que lo denomina “Por el camino de la reconciliación de la sociedad vasca” (enero de 2013). Este es un documento que describe las bases por las cuales tiene que caminar el grupo de aquí en adelante. Coloquialmente se lo denomina “el suelo en el que pisamos”.
Cada vez que el diálogo parece bloquearse, se intenta reimpulsarlo ayudándose a creer que cada hombre es un hermano y que se puede construir todo con todos. Eso no significa no reconocer los delitos y el gran número de personas que han pagado con la vida. Todo lo contrario, aceptando lo pasado y reconociendo lo injusto e inexplicable de la violencia sufrida, se trata de mirar la historia como un lento y fatigoso camino hacia la reconciliación, hacia la paz, en el cual cada uno puede y debe dar su aportación. El 13 de Marzo, justamente en la vigilia del aniversario de Chiara Lubich, en el que se profundizaba en todo el mundo su visión de la política, este grupo se reunió en la casa de “las Juntas Generales de Gipuzkoa” (parlamento provincial) en San Sebastián, e invitaron a expertos, intelectuales y personalidades políticas, para debatir sobre la “Relación entre el bien común y los bienes comunes en la globalización”. El documento base, enviado a todos con antelación y muy bien aceptado, había sido elaborado por el “laboratorio para aprender la paz”. En un clima de acogida recíproca, surgieron aportaciones muy válidos que, con posterioridad se integraron en el mismo documento, que se divulgará después para promover a todos los niveles el valor de la fraternidad.
Jul 20, 2015 | Focolare Worldwide
Ora aguije Papa Francisco pe, ha peeme avei pe ñembo’ehaguere ore rehe. En guaraní: «Nuestro gracias al papa Francisco y a todos ustedes por las oraciones por estos días». «Tal como nos lo habíamos imaginado, y mucho más, fueron súper abundantes las gracias que cayeron en todo el pueblo paraguayo, durante la presencia de Su Santidad entre nosotros», escriben Nelson Benítes y Margarita Ávalos, responsables de los Focolares en Paraguay, después del viaje del Papa a su tierra. «Los niños, los enfermos, los más pobres y los jóvenes fueron los protagonistas principales de la visita. Más de 80.000 “servidores” (casi todos jóvenes) de todo el país trabajaron día y noche durante tres días. Pero los preparativos para esta visita comenzaron por lo menos tres meses antes. ¡Éste fue un hecho concreto que da una esperanza verdadera!». «Fui un ‘servidor’ del Papa- cuenta Nahuel Espínola- ¡Fue algo genial! Tengo 15 años y no sé cuándo volveré a vivir algo parecido. Espero que sus mensajes lleguen a todos los jóvenes». «Un feeling inmediato con la gente», y algunas imágenes que no se borrarán de la memoria: los niños del coro de Luque que corren hacia Francisco para abrazarlo colectivamente, los millares de personas que se salieron a las calles, la visita a la cárcel de mujeres. «Los niños enfermos de cáncer de un hospital, cuando supieron que vendría el Papa a visitar el hospital, ¡no querían que les dieran el alta!». Y además, la visita al “Bañado Norte”, uno de los barrios más pobres de la capital, donde el Papa se entretuvo en la casa de una señora enferma. «Para esa ocasión, ella había preparado la “chipa” y la “sopa paraguaya”, comidas típicas que le gustan al Papa. O la visita a la parroquia de Cristo Rey que estaba fuera de programa, para ir donde está el corazón incorrupto de San Roque González de Santa Cruz, mártir y primer santo paraguayo». En Caacupé, Francisco consagró a María a todo Paraguay. Después estuvo en el encuentro con la sociedad civil. Fue uno de los momentos más sublimes, donde hizo un discurso magistral sobre el diálogo, invitando a dialogar perdiendo todo para comprender al otro y entrar en el otro. «Conceptos como desarrollo con rostro humano, colocar a la persona en el primer lugar, no utilizar a los pobres como objetos, me impresionaron mucho», afirma Julia Domínguez, del grupo de Economía de Comunión de Paraguay. «Ahora no debemos quedarnos en el sentimentalismo, sino vivir esto cada día». Y César Romero, quien está comprometido en el mundo de la familia, agrega: «En la frescura y en el dinamismo del programa vi una Iglesia que hace un esfuerzo enorme para ponerse al día en sus métodos y mensajes». «En estos tres países de la “periferia” de “su América Latina”, Francisco se alineó decididamente con los “descartados”, víctimas de la injusticia y la inequidad, pero para hacerlo, no “atacó” a nadie más que a las miserias humanas, única fuente de los graves y dramáticos problemas de estos países (corrupción, egoísmo, democracia de baja calidad)», escribe Silvano Malini, un periodista que está en Paraguay. «Las exhortaciones del Pontífice cayeron en el terreno preparado por la Iglesia paraguaya, como se pudo apreciar en los encuentros con los representantes de más de 1.500 organizaciones de la sociedad civil». Y continúa Malini «A ellos, Francisco les dio una brillante lección de diálogo práctico, de ese diálogo que es difícil pero que permite avanzar en pequeños pero seguros pasos hacia un proyecto común».
«En el campo Ñu Guasú lo esperaban por lo menos un millón de fieles. El sol brillaba sobre la multitud que estaba esperándolo desde hacía 15 horas en medio del barro, a causa de la lluvia de los últimos días. Pero nada detuvo la fiesta». «Ni el barro ni el cansancio nos hicieron perder la alegría inmensa que sentíamos», cuenta Esteban Echagüe. «Me impresionó la afirmación del Papa cuando dijo que las parroquias sean verdaderos lugares de encuentro con el hermano, que sean lugares de acogida, de fraternidad, porque si no es así, no somos verdaderos cristianos». «Después de un momento breve pero intenso con los obispos paraguayos, el Papa se restableció, como por “milagro”, ¡después de este viaje pastoral intensísimo! ¡Se sentía el normal cansancio de una persona de 78 años!… pero todos estábamos convencidos de que con los jóvenes, Francisco se habría transformado!». ¡Eran más de 200.000 jóvenes! Lo esperaban en la costa del rio Paraguay. La invitación fue la de tener siempre un corazón libre y además, «sigan haciendo “lío”», «pero un “lío” organizado». «El Papa despertó en los jóvenes y en todos el deseo de ser mejores… porque nos ha visto en nuestro ‘deber ser’ – confiesa Leonor Navarro- y a través de sus ojos el mundo nos ha descubierto. Ahora todos deseamos reflejar ¡lo que sus ojos vieron!». En el camino de regreso hacia el aeropuerto, se conmovió bendiciendo un lugar que recuerda un gran dolor del país. Son las ruinas de un hipermercado en el cual hace diez años murieron 400 personas en un incendio. «A través del obispo Monseñor Adalberto Martínez, secretario general de la Conferencia Episcopal Paraguaya, le comunicamos al Papa que el Movimiento de los Focolares reza por él. Como regalo le enviamos un libro sobre la cultura guaraní y sobre el desarrollo de la Economía de Comunión en el país», explican Nelson y Margarita. «Esta visita –concluyen- como la de San Juan vida civil del país. Francisco nos habló claro pero ¡con la ternura de un Padre! A nosotros nos corresponde que estos momentos de gracia marquen “un antes y un después” “de la visita del primer Papa latinoamericano a Paraguay».
Jul 18, 2015 | Focolare Worldwide
Jul 11, 2015 | Focolare Worldwide

En el II encuentro mundial de los Movimientos Polulares
«He descubierto qué el Papa da prioridad a los excluidos. De algún modo es ésta también mi elección, pero a partir de su propuesta comprendí que a veces continúo excluyendo a alguien o me encuentro en el grupo de aquéllos que permanecen callados frente a exclusiones o injusticias», dice Ana María Ceballos, asistente social que vive en Bolivia. Una impresión que habla de verdadera conversión hacia los excluidos, uno de los temas más fuertes de esta etapa del papa Francisco en América Latina. Se expresa así también Nestor Ariñez de Cochabamba, que vive en la Casa de los Niños, un proyecto social donde se vive la espiritualidad de la unidad: «En Palmasola el Papa dijo: reclusión no es lo mismo que exclusión». Allí, en el centro penitencial más grande de Bolivia impacta «su forma de escuchar antes que nada, y luego el haber dicho que también él es un hombre que comete errores y que debe hacer “penitencia”. Es un mensaje de esperanza para todos los detenidos». La visita del Papa a Bolivia nos hace reflexionar mucho – continúa- pero creo que queda muy clara su opción preferencial por los pobres, este lema de la Iglesia Latinoamericana ya conocido en Puebla en 1979, nos recuerda que el Evangelio lleva la buena noticia a todos, pero sobre todo a los excluidos y descartados de la sociedad. He sentido que el Papa nos hablaba directamente a nosotros». «Sus palabras son un llamado a la conversión – confiesa Pat, una focolarina boliviana, después del encuentro con los sacerdotes, religiosos y consagrados – pero es también mucho más que esto: su sola presencia en medio de tantas “flores raras de todas las edades” que un día dieron el propio sí a Dios, me impulsó a un mayor empeño en la santidad, que es vivir con coherencia la elección hecha». «También desde Bolivia, el papa Francisco, le habló a todo el mundo», escribe Lucas Cerviño, quien hace 11 años vive en Bolivia, docente de Misionología y Teología Intercultural. «En la misa en Santa Cruz había muchos latinoamericanos de países vecinos que escucharon su llamado a no caer en el desánimo frente a las difíciles situaciones que nos presenta el mundo y que nos lleva a la exclusión». En el II encuentro de los Movimientos Populares, el papa Francisco – frente a representantes de diversos continentes que lo escucharon con entusiasmo y atención- indicó claramente el camino para la renovación social, sea local como global. «Tierra, Techo y Trabajo – continúa Cerviño- son derechos sagrados que nos permiten dialogar con todos para contribuir al bien de la casa común. Francisco subrayó claramente a los miembros de los movimientos sociales y populares que lo fundamental es el proceso, encaminar procesos, a favor de una economía que esté al servicio de los pueblos, para unir a los pueblos en el camino de la paz y de la justicia y para la defensa de la Madre Tierra». «Finalmente –concluye Cerviño- dejó al pueblo boliviano una consigna clara y bella: «Bolivia está atravesando un momento histórico: la política, el mundo de la cultura, las religiones forman parte de este bello desafío de la unidad. Esta tierra donde la explotación, la avidez, los múltiples egoísmos y las perspectivas sectarias han oscurecido su historia, hoy puede estar viviendo el tiempo de la integración. Y es necesario caminar por esta ruta. Hoy Bolivia puede crear, es capaz de crear con su riqueza nuevas síntesis culturales. ¡Qué hermosos son los países que superan la desconfianza insana y saben integrar a los que son diversos y así logran que esta integración sea un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué hermoso cuando existen espacios que unen, que sirven para la interacción, que favorecen el reconocimiento del otro! Bolivia, en la integración y en su búsqueda de unidad, está llamada a ser “esta atractiva armonía plural” y que conduce al camino hacia la consolidación de la Patria Grande».