Movimiento de los Focolares
De Marruecos: diario de viaje

De Marruecos: diario de viaje

MoroccoLa así llamada “Regla de oro” que el Evangelio propone, “Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti” (Mt 7,12), está presente también en el Islam y en otras religiones, de tal suerte que, cuando se pone como base de las relaciones, genera ese amor que suscita un fecundo “diálogo de la vida” con cada persona que se encuentra. Esto fue lo que aconteció en estas tierras. Un diálogo impregnado de pequeños detalles, de atención hacia el otro, de respeto, de escucha. Ha sido este amor concreto al hermano lo que ha contribuido a la formación de algunas comunidades de los Focolares en Marruecos, en las que el amor y el respeto prevalecen por encima de las diferencias de cultura, tradición y religión.

Publicamos algunos párrafos del Journal de bord (diario de viaje), redactado por dos focolarinos que visitaron estas comunidades, entre finales de enero e inicios de febrero de 2015.

«Nos encontramos en Fez, ciudad imperial muy orgullosa de su tradición altamente espiritual. Son numerosos los estudiantes provenientes de África sub sahariana que llegan aquí para cursar sus estudios superiores. Acuden con gusto a la parroquia francófona y el párroco, el Padre Matteo, nos pidió que diéramos la catequesis sobre los sacramentos a una veintena de jóvenes; fue una ocasión para vivir juntos un intercambio profundo y agradable. El grupo de la Palabra de vida de la parroquia, convocó a unos treinta estudiantes de medicina, química, informática, más otros cinco que llegaron de Rabat. Lucile contó como trata de vivir la Palabra en el hospital público donde trabaja. Para la cena fuimos a visitar a las pequeñas hermanas de Foucauld.

20150316-04Llegamos a Tangeri para encontrarnos con unas quince personas, musulmanas y cristianas, que viven la espiritualidad de la unidad. Por la noche nos quedamos con una pareja que nos considera como hermanos de sangre. Él, por su trabajo, fue trasladado a una ciudad a 24 horas de viaje, pero la lejanía de su esposa se convirtió en una ocasión para redescubrir lo positivo el uno de la otra y viceversa.

El desayuno fue en casa de Mohamed. Su esposa desea profundizar en la espiritualidad de la unidad. Nos contó que el vigilante del edificio en el que trabaja, no había vuelto a saludarla desde que ella se rehusó a hacer lo que él pretendía: llevarle el aceite de la dueña de la casa española, aprovechando de su ausencia. Cuando, luego, recibió un litro de aceite de su mamá, se lo ofreció al cuidador, explicándole que esta vez era suyo y que por lo tanto podía disponer de él como quería. Ese hombre, un poco desconcertado, le agradeció, disculpándose. Así se reconciliaron.

Luego pasamos una linda tarde con el grupo de las familias de la comunidad: Ahmed nos invitó a quedarnos en su casa. Pasamos la velada con su familia. Para la cena nos brindaron un plato típico.

20150316-03Fuimos a visitar una pequeña escuela en la periferia fundada por Fawzia. El barrio estaba repleto de niños que jugaban en las calles lodosas y caóticas. Había casas por todas partes como si fueran hongos. Ella estaba feliz y nos contó que dos niños pidieron inscribirse en su escuela, a pesar de que un vecino, desde hacía tiempo, se había puesto en la entrada de su escuela para convencer a los padres de que inscribieran a sus hijos en otra escuela. Fawzia, después de haber pedido explicaciones, siguió amando y cumpliendo bien su trabajo con óptimos resultados en el rendimiento escolar. Seis días más tarde, gracias a la buena fama que la escuela se ha ganado en el barrio, ¡llegaron otras tres nuevas inscripciones!

Finalmente viajamos a Casablanca para encontrarnos con Susana y por la noche con Mohammed y Nadedj en un restaurante japonés. Hablamos de Loppiano, de la reciente Mariápolis en Argelia, de los encuentros de estos días. Mañana regresaremos, a Argelia y a Italia respectivamente, con la alegría de haber construido y consolidado muchas relaciones de unidad, enriquecidos por el encuentro con esta gente comprometida a vivir, en su quehacer cotidiano, por un mundo más unido».

Claude e Ivano (Marruecos, Enero/Febrero de 2015)

 

Filipinas: la profecía de la S.O.R.

Filipinas: la profecía de la S.O.R.

SOR 4SOR es el acrónimo de School for Oriental Religions (Escuela para las religiones orientales). «Ha sido una de las ideas propias de la genialidad del carisma de Chiara Lubich» escribe en su blog, Roberto Catalano, corresponsable del Centro para el Diálogo Interreligioso del Movimiento de los Focolares.

En enero de 1982, la fundadora de los Focolares estaba por concluir su primer viaje a Asia, cuando lanzó una idea que parecía un sueño. Se trataba de empezar, en la ciudadela de Filipinas, Tagaytay, punto de referencia para los Focolares en Asia, unos cursos de formación que permitieran a los católicos abrirse al diálogo adecuadamente preparados, con fieles de otras religiones. Chiara Lubich había estado en Japón, donde tuvo la ocasión de hablar de su experiencia cristiana a millares de budistas, miembros de la Rissho Kosei-kai, movimiento de renovación budista japonés fundado por el rev. Nikkyo Niwano, quien la había invitado. El impacto fue fuerte no sólo en los budistas que escuchaban a una mujer católica hablando en el Aula Sagrada ante la gran estatua del Buda, sino para la misma Iglesia. Llegando a Filipinas, nación cristiana de Asia, Chiara Lubich había intuido la necesidad de impulsar el Movimiento de los Focolares, y de manera especial el que estaba presente en ese continente, para que dialogara con budistas, musulmanes e hindúes. Pero también había identificado la necesidad de prepararse adecuadamente para una tarea comprometedora que no debía menoscabar las identidades religiosas de cada uno. Después de comunicar su sueño a algunos dirigentes del Movimiento, una persona ofreció una casa que podía hospedar a profesores y permitir el dictado de pequeños cursos.

Así nació la SOR que, en el transcurso de estas tres décadas, ha organizado fines de semana de formación para cristianos de Asia sobre temas que se refieren a las distintas religiones. Además, con el incremento de las tensiones religiosas y del fundamentalismo, a partir de 2009 se pensó en afrontar temas específicos, transversales: Dios en las tradiciones asiáticas, el mandato del amor, el papel de las Sagradas Escrituras y, este año, el lugar y el significado del sufrimiento.

20150315-01Del 26 de febrero al 1° de marzo, por lo tanto, la Ciudadela Paz (Tagaytay) hospedó aproximadamente a 300 personas procedentes en su mayoría de Filipinas, pero con delegaciones también de Pakistán, India, Myanmar, Tailandia, Vietnam, Hong Kong, Taiwán, Indonesia, Japón y Corea. Eran casi todos católicos, pero quisieron estar presentes también tres budistas miembros activos de los Focolares, procedentes de Japón y Tailandia. El tema: El sentido del sufrimiento en las religiones asiáticas: hinduismo, budismo, islam y cristianismo. La finalidad fue poner de relieve el valor y el significado que las respectivas tradiciones le dan al dolor en general, tanto al físico, como al espiritual y síquico o al producido por desastres naturales.

Los expositores eran expertos en diferentes disciplinas y estuvieron presentes también tres obispos (Roberto Mallari, de S. José Nueva Ecija en Filipinas, Brenan Leahy, de Limerick en Irlanda, y Felix Anthony Machado de Vasai en India) además de un profesor americano experto en budismo (Donald Mitchell de la Purdue University) conectado por skype. La escuela ofreció también la ocasión de compartir experiencias de diálogo en países en los que los cristianos son una pequeña minoría, como India, Tailandia, Japón, Taiwán.

«Vinieron para aprender a dialogar con las otras religiones, pero lo que redescubrieron fue el cristianismo en su dimensión más profunda y, al mismo tiempo, abierto a todos los que encontramos, a cualquier credo pertenezcan» concluye Catalano. Chiara comprendió la necesidad de formar cristianos al diálogo en un continente que vive en un caleidoscopio de credos. Un diálogo que no relativiza ni suprime las diferencias, en el que cada uno debe ser sí mismo y, encontrándose con el otro, redescubrir sus raíces.

 

 

Chiara Lubich y América Latina: política, identidad y designio

Chiara Lubich y América Latina: política, identidad y designio

Margarita-Stolbizer

Margarita Stolbizer

América Latina es unidad y diversidad y su camino a la integración es la que la hace fuerte. Es un designio, aún no totalmente alcanzado, sin duda. En América Latina hay una común-unidad de sentimientos, emociones, lazos de fraternidad sobre la base de una historia compartida. Esa es la mirada profética que tuvo Chiara Lubich sobre la Región y hacia donde fatigosamente nos vamos encaminando.

Las democracias en América Latina, si bien se han ido consolidando tras los procesos democratizadores post-dictaduras y de integración regional, no han continuado una línea de mejora progresiva en cuanto a la calidad de la misma. América Latina debe afrontar un futuro incierto y complicado. El crecimiento económico vivido en los últimos años no consiguió erradicar completamente la pobreza y casi no modificó la desigualdad social y mucho menos la inseguridad ciudadana.

Y acá es donde entonces aparece el vínculo tan estrecho entre la política y la idea de fraternidad. La idea de fraternidad, sobre todo en el testimonio y en la palabra de Chiara Lubich, tiene que ver con dos elementos centrales de la política. Un elemento es la idea de la política como proyecto colectivo de América Latina que transcienda a nuestras individualidades implica, sin duda, un acto de comunión, un acto de fraternidad, porque es el reconocimiento del otro y el instrumento principal para la construcción del proyecto colectivo, es el diálogo. El respeto de la diversidad. Y el otro elemento, es la perspectiva del mediano plazo. La idea de que se trabaja para acciones que tal vez uno ni siquiera llegue a ver es el mayor acto de grandeza que la política tiene.

En estos cuatro espacios: el Estado, las organizaciones sociales, el sector privado y en el sector del conocimiento, Chiara Lubich ha dado impulso a numerosas iniciativas y liderazgos, no sólo en la Región sino en todo el mundo.

El acceso a los derechos básicos, a la educación y el acceso al trabajo han sido y deben volver a ser los pilares fundamentales de la construcción de una identidad nacional. Y eso tiene que estar en la agenda, en la agenda de las prioridades, sobre todo sociales. Hay que recuperar las instituciones no pensadas como edificios, sino pensadas justamente como el ámbito en el cual se consagran, se aseguran los derechos de las personas y se hace operativo el ejercicio de esos derechos, para que esto no sea simplemente una cuestión declamatoria o retórica de los derechos que se tienen, sino que realmente se puedan ejercer.

ChristinaCalvo

Cristina Calvo

Y el aporte de Chiara Lubich nos puso de relieve la dimensión ética de la política que tiene que ver con la transparencia y que está vinculada de manera directa con la idea de la fraternidad, que es la ética que nos permite indignarnos de la misma manera frente a la corrupción que frente a la pobreza y a la desigualdad.

Creemos que América Latina, desde la mirada de la política, tiene que recuperar un modelo y un proyecto de desarrollo económico productivo con inclusión social que asegure el acceso a la integralidad de los derechos humanos y a generar y mantener condiciones de vida digna. Necesitamos recuperar liderazgos confiables, liderazgos previsibles, liderazgos ejemplares. Sobre todo, la idea de la ejemplaridad que no disciplina ni con dinero ni con compra de voluntades, sino que lo hace con la conducta, con el ejemplo. Pero también una ejemplaridad que no basta que sea individual sino que construya liderazgos colectivos, participativos. No hay proyecto de desarrollo que no defina como prioritaria la solución de la situación de los sectores más vulnerables, de los sectores más pobres.

Recuperar también la idea de la fraternidad como valor vinculado con las prioridades de esa agenda pública. Necesitamos recuperar una política de convicciones. Eso implica la aceptación de la diversidad. Recuperar además la confiabilidad, la previsibilidad, la representación que tiene que ir de la mano de la confianza. En Argentina y en el resto de América Latina necesitamos recuperar la confianza y por sobre todas las cosas una cultura de valores, una cultura de valores éticos encarnados en la práctica y en el pensamiento político. Y aquí es donde vuelven a aparecer los principios y el testimonio de vida por el cual hoy estamos homenajeando a Chiara Lubich. Para América Latina, Chiara Lubich suma carisma, saber, liderazgo, acción y destino. En ese destino, en ese compromiso, estamos nosotros.

Por Margarita Stolbizer (argentina, abogada, diputada nacional, presidenta del Partido Generación para el Encuentro Nacional–GEN y candidata 2015 a la Presidencia de la República, por el centro-izquierda) y Cristina Calvo (argentina, economista, dirigente en el Partido Generación para el Encuentro Nacional–GEN)

Italia conmemora a Chiara Lubich

Italia conmemora a Chiara Lubich

20150312_pom_2220-03¿Existe “una política que valga la pena”, en un momento histórico en el que la política se encuentra en plena crisis, a menudo identificada con el poder corrupto o con intereses particulares?

Se habló de esto en la tarde del 12 de marzo, en el marco del primero de los numerosos eventos mundiales que se llevarán a cabo en ocasión del 7° aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich (1920-2008). «Su fe sencilla y fuerte – afirma en su mensaje Sergio Mattarella, presidente de la República Italiana –, unida a una extraordinaria capacidad de comprender la modernidad aceptando los desafíos que ésta plantea, inspira la vida de millares de personas en todo el mundo, exhortando constantemente a instituciones nacionales e internacionales a promover los valores de la fraternidad y el respeto recíproco a favor del diálogo en la familia, en la comunidad, entre los pueblos».

20150312_pom_2378-04Movimiento de los Focolares, comprometerse en política significaba responder a una vocación: «El amor de los amores», como la definió. En otras palabras se trata de un llamado, cuya respuesta «es antes que nada un acto de fraternidad. Se actúa por algo que es público, que se refiere a los demás, persiguiendo su bien como si fuera el propio». María Voce, presidente de los Focolares, inaugurando las sesiones del seminario “Chiara Lubich: la unidad y la política”, afirmó que para este fin «es indispensable partir precisamente de la unidad, la única que puede dar el justo relieve a la libertad y a la igualdad».

20150312_pom_2523-05¿Qué significa vivir la fraternidad universal en un ambiente tan delicado? Lo testimonió Iole Mucciconi, quien desempeña un papel directivo en la Presidencia del Consejo de Ministros: «Es importante comprometerse cada mañana a hacer bien el propio trabajo hasta el fondo. Tengo siempre presentes los consejos de Chiara Lubich para vivir la fraternidad: apuntar a la honestidad de la vida, a la pureza de las costumbres, al desapego del dinero y al compartir alegrías y dolores con los hermanos».

20150312_pom_2498-06El problema de la corrupción que, lamentablemente, permea el Estado, es muy sentido también por Raffaele Scamardì, secretario de Obras Públicas en el XII Municipio de Roma, en un momento en el que los magistrados y la fuerza pública están tratando de desarticular la red mafiosa que ha atrapado a Roma Capital. «Sin embargo, una política para los demás es posible, arreglando una calle en mal estado, escuchando a los ciudadanos y su necesidad de legalidad y trabajando con una transparencia que mantenga lejos la corrupción».

Lo confirma también Dieudonné Upira Sunguma, quien fue ministro de la Función pública de la República Democrática de Congo y que, en el transcurso de su mandato, se encontró en la necesidad de rechazar los regalos de quienes querían corromperlo.

Los jóvenes de los Focolares en el Parlamento: la tragedia de los refugiados sirios en Líbano y Jordania irrumpe, por la mañana, en el aula parlamentaria a través de las palabras de Lara y George: directas, sencillas, llenas de confianza, como es quien tiene veinte años. La guerra que destroza Siria tiene el tinte de un drama. Abraham, en cambio, arrastra la tragedia de un país desgarrado por el narcotráfico, México. La celebración del 7°aniversario de Chiara Lubich tiene las características del compromiso y en efecto en lugares de frontera, vividos políticamente por los más de 300 jóvenes de los Focolares que se dieron cita en Roma, para mostrar acciones de diálogo, solidaridad, paz, que inciden en el planeta trasversalmente.

La presidenta de la Cámara de los diputados, Laura Boldrini, interpelada sobre el rol de la política en la resolución de conflictos y en la tutela de los derechos, agradece por el valor de «acortar las distancias entre instituciones y ciudadanos» y pide «que no le crean a los que quieren cambiar el ADN de nuestro pueblo hecho de acogida y solidaridad» y además anima a los jóvenes para que se pongan «a disposición de la función pública con generosidad, para influenciar en las decisiones y las opciones», dando un servicio al país sin reducirse a las contraposiciones y a la lógica del enemigo porque «en los valores de Chiara Lubich hay una visión de sociedad y ésta es política, que no contempla hacerse a un lado».

El diálogo que surge después se abre a los temas de las heridas de nuestro tiempo: la relación con el mundo musulmán, las guerras y las epidemias africanas, las calamidades naturales del sureste asiático. El politólogo Pasquale Ferrara afirma que «el diálogo no es el arma de los débiles» y el economista Luigino Bruni, a propósito de las enormes desigualdades sociales, recuerda que «la felicidad más importante no es la nuestra sino la de los demás y por lo tanto es útil comprometernos con creatividad para resolver los problemas, encontrar los bienes que se necesitan y juntarse para hacer cosas nuevas».

Según Paolo Frizzi, el sentido comunitario de los proyectos que los jóvenes de los Focolares han puesto en marcha y que son monitoreados por el Observatorio de la fraternidad previsto por el United world project, expresa la «perspectiva antropológica y civil del carisma de la unidad que es capaz de forjar una humanidad nueva en grado de compartir acciones de vida a partir también de las diferencias, para construir cosas duraderas con el horizonte del mundo». En síntesis, “La fraternidad en camino”, título elegido para la manifestación, aspira a pasos concretos y comunes por parte de la política y de los ciudadanos.

 

 

Proyecto “Compartiendo”

Proyecto “Compartiendo”

20150313-02“La ‘Red Compartiendo’ quiere ser una iniciativa concreta e inmediata dirigida a muchas personas en dificultad por la situación de crisis económica en la que vivimos”. Empieza así el texto que ilustra el proyecto que puso en marcha la iniciativa el pasado mes de mayo.

Chiara Lubich y el primer núcleo de los Focolares nacientes, en los años ’40, usaba el término “fagotto”, que en italiano recuerda la recolección de las pocas y pobres cosas en un pañuelo y es por lo tanto sinónimo de pobreza. Esa palaba asumió el significado de compartir, donar y redistribuir los bienes materiales. Nació así una praxis que consiste en privarse libremente de lo que sobra y a veces de lo que se cree necesario, pero que se puede compartir y donarlo a quienes se encuentran en necesidad.

Éstas son las raíces del proyectó que se desarrolla en el Polo Lionello Bonfanti, cerca de Loppiano, lugar que se convirtió en punto de encuentro entre quienes tienen bienes para compartir y quienes tienen necesidad. «Ya pasaron aproximadamente 3.000 personas – cuentan Roberta Menichetti y Araceli Bigoni, miembros del equipo que coordina la iniciativa -, sobre todo familias que residen en el territorio. Hasta hoy han sido millares las prendas de vestir, los objetos para la casa, los libros, los pequeños utensilios, los juguetes, y también los bienes inmateriales como el tiempo, los talentos y la disponibilidad, que llegaron aquí y se fueron con sus nuevos dueños».

20150313-01«No es una casualidad el hecho de que sea el Polo Lionello Bonfanti donde reside la iniciativa – remarca Eva Gullo, presidente de EdiC spa, sociedad que administra el Polo -. Este espacio es ‘casa’ de todos los componentes de la Economía de Comunión y por lo tanto tiene entre sus finalidades la de difundir “la cultura del dar”, es decir la posibilidad de contribuir al bienestar social a partir de sí mismos».

Hay muchas historias de generosidad que han surgido de esta iniciativa. Como la de una familia alojada en los locales parroquiales de un pueblito aledaño, que, habiendo recibido la posibilidad de trasladarse a un pequeño apartamento, encontró en el Polo lo necesario para amueblar la casa. La red de amigos organizó también el flete y los ayudó a montar los muebles sin costo alguno.

Conceptos como “providencia” y “confianza” son elementos insustituibles de esta experiencia: como esa tarde en la que, apenas una familia había retirado del Polo una cuna para su recién nacido, justo llegó una solicitud para el mismo artículo. ¡No pasó ni siquiera media hora que ya llegó otra cuna!

El proyecto “Red compartiendo” ganó el concurso “Emprender en lo social”, creado por la Fundación Católica Seguros para la sección “Nuevas pobrezas” que proporciona fondos a entes que se ocupan de proyectos de ayuda a los indigentes. Los fondos se utilizarán para equipar en forma más funcional los locales.

De la experiencia de poner en práctica el compartir y el donar, nacieron también momentos de reflexión acerca de temas como el consumo, el capital social y la confianza, con expertos calificados, y también cursos de formación, sobre modelos económicos que ponen en el centro al ser humano y su dignidad. Entrando en el local se encuentra una “cajita para las contribuciones” a disposición de quienes quieran dejar unos euros a cambio de lo que consiguieron. El contenido de la cajita permitió cubrir los gastos del seguro de los locales y a veces, las primeras necesidades de alguno.

Fuente: Loppiano online