Movimiento de los Focolares
En Colombia se trabaja por un “Mundo Mejor”

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En Colombia, junto con  las numerosas riquezas naturales conviven en el país graves llagas sociales. Entre éstas, una gran desigualdad entre poca gente rica y muchos pobres; numerosas familias se encuentran obligadas a dejar su casa y su ciudad a causa de la violencia. Hay  miles de casos de abuso de los menores…

La Fundación Mundo Mejor, organización sin fines de lucro, nació  en Medellín en 1996. Fue fundada por un grupo de personas del Movimiento de los Focolares que encontraron en el Carisma de la Unidad la fortaleza de la unidad para enfrentar las emergencias sociales que  se presentan a su alrededor. No podían ser indiferentes ante esta realidad, es más, tratando de encarnar la espiritualidad de Chiara Lubich, nacieron respuestas concretas, como diversos proyectos sociales que implican  actividades y momentos de  reflexión.

El programa de asistencia a la infancia, por ejemplo, ofrece educación integral a los niños que tienen entre 2 y 5 años, que se encuentran en posición vulnerable.

El programa de integración social ofrece asistencia  a los más carenciados, tratando de construir alternativas y proyectos de vida que les permitan insertarse en el tejido social y en el mundo laboral. En esta misma dirección está el programa de inserción en el trabajo, con el ofrecimiento de una formación profesional y asistencia personalizada en las localidades donde están radicados.

Hay también  un programa sobre los derechos humanos, que tiende a  desarrollar estrategiaspara reforzar el ejercicio de los principales derechos de los niños y sus familias.

Actualmente la Fundación tiene 155 empleados, entre nutricionistas, psicólogos, maestros y personal administrativo. Se ocupan de casi 2000 niños, además de 400 que viven al aire libre, sin techo.

Steve Carty y su esposa Sandra -peruanos, con dos hijos-  dedican todo su tiempo  a este trabajo educativo-social. “Nuestro desafío  va más allá del activismo – comenta Steve- porque comprendimos que la primera gran revolución social nace en el corazón de cada persona”

Hoy la Fundación Mundo Mejor es una institución reconocida como un válido interlocutor para el mundo político, artístico, social y deportivo. Está vinculada  con otras organizaciones que la eligieron por su transparencia y atención al otro, en el espíritu de fraternidad. Recibieron reconocimientos importantes de la Intendencia de Medellín, de las autoridades regionales y del Senado de la República de Colombia. Hace algunas semanas se firmó un acuerdo con el “Club UNESCO Heritage”, con sede en Valencia, España.

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Una chica llamada María

«La revolución social, el inicio de una nueva era, empezó con una chica quinceañera. Pero una revolución integral tal, que comprende no sólo el cuerpo, sino también el espíritu, no sólo el tiempo, sino también la eternidad. Esta chica se llamaba María

Una hebrea de una aldea sin importancia, de donde se pensaba que no podía salir nada bueno: Nazaret.

En el principio de esta gran transformación había una mujer. Vivía en un tugurio, conocía las miserias de una familia que vivía hacinada en una gruta y sobrevivía entre sacrificios. Participaba de la profunda sed y hambre de justicia social de su pueblo.

En el seno de esta chica germinó el artífice de la revolución social. El hijo de Dios estaba por nacer como hombre, como hijo de María. La pureza perfecta se encarnó con sangre pura de la misma pureza, en su persona todo era digno, en ella no podía existir la sombra del pecado original.

Ahora bien esta chica, que por sí misma ejemplificaba la más sorprendente revolución, siendo la más humilde criatura fue elegida para la más alta de las misiones, siendo la más desconocida de las mujeres tenía que llegar a ser la más invocada por las generaciones.

Esclava humilde y, al mismo tiempo de corazón fuerte. Se apoya en la potencia de Dios, es la mujer perfecta: la mujer completa. Sin mancha ni temor. Dispuesta al sacrificio, pero segura de la justicia, toda amor y por lo tanto totalmente libre.

Su belleza envolvió con una nueva luz a la mujer, que se reveló a partir de su destello. La Virgen a ensalzado por los siglos a la mujer, ha puesto bajo una luz divinizante la función de la madre.  Su dulce maternidad es tan universal que en todos los tiempos los pueblos la han llamado Nuestra Señora. Después de que el Padre puso entre nosotros a la Madre, la convivencia adquirió un clima de familia, y estar allí es una fiesta.

Dado que la degeneración de la humanidad empezó con una mujer, cuando el Creador quiso purificar a los hombres eligió nuevamente a una mujer, y empezó por ella. Eligió a María de Nazaret, una mujer sin mancha».

Igino Giordani en: Le Feste, Società Editrice Internazionale, 1954.

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Un mensaje de unidad desde Jerusalén

Llevar a la propia diócesis y a la propia Iglesia la riqueza de la experiencia hecha: es la intención de los 33 obispos ortodoxos, de antiguas Iglesias orientales, anglicanos, metodistas, luteranos y católicos de distintos ritos, el finalizar el 32° Congreso ecuménico promovido por el Movimiento de los Focolares. El encuentro tuvo lugar en Jerusalén, del 18 al 22 de noviembre. Los temas teológicos y espirituales, pero también el fraterno y sincero intercambio de experiencias entre los obispos contribuyeron a explorar el tema del congreso: “La reciprocidad del amor entre los discípulos de Cristo”.

El momento central del encuentro fue el pacto establecido entre los presentes, de tender constantemente a vivir relaciones caracterizadas por el Mandamiento Nuevo: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”, porque “por esto reconocerán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Jn. 13, 31-35). El lugar elegido, muy significativo, fue la iglesita “In Gallicantu” que bordea el sendero que lleva al Cenáculo, ubicada  cerca del torrente Cedrón, donde según la tradición Jesús transcurrió la última cena. Lugar significativo porque vincula de este modo  su mandamiento del Amor y la oración al Padre por la unidad de los suyos.

El Patriarca latino S. B. Faoud Twal,, saludó a un grupo de los obispos durante la preparación del Congreso. También fue relevante el encuentro con el Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Theophilos III, quien  consideró la venida de los obispos a Jerusalén como una bendición: “Para los cristianos de Tierra Santa Tierra Santa –subrayó–es un aliciente encontrar obispos unidos, aunque sean de distintas Iglesias. Es también un apoyo fuerte para nosotros, porque es un signo evidente de que no hemos sido olvidados. Ustedes no sólo hablan de diálogo, son diálogo vivo”.

En el Congreso, se profundizaron los dos recientes documentos publicados en el ámbito ecuménico: “La Iglesia: hacia una visión común” de la Comisión Fe y Constitución, del Consejo Ecuménico de las Iglesias, y el documento de la comisión conjunta de las Iglesias luterana y católica: “Del conflicto a la comunión”, en vista del jubileo por los 500 años de la Reforma.

Los obispos fueron informados de la experiencia de comunión y colaboración de la red de “Juntos por Europa” en la que convergen 300 Movimientos y comunidades cristianas de varias Iglesiasalrededor de actividades comunes, en el respeto de las respectivas peculiaridades. “Juntos por Europa” es considerada por los especialistas como una esperanza real porque es una expresión del así llamado ecumenismo de la vida, que el Concilio consideró que es la base de cualquier otro tipo de ecumenismo.

El 21 de noviembre los obispos comunicaron su experiencia de comunión, que ya tiene varias décadas, a 120 invitados, entre los cuales se encontraban  personalidades religiosas, representantes de Movimientos y comunidades de las varias Iglesias presentes en Tierra Santa. A su vez, pudieron conocer iniciativas constructivas, promovidas por laicos, para mejorar las relaciones entre las Iglesias y con las comunidades no cristianas de su país.

La visita diaria a un lugar sagrado, hizo que se sintiera presente la vida de Jesús. Especialmente en Belén, donde se reunió también la comunidad local del Movimiento de los Focolares, e hizo experimentar a todos la luminosa presencia del  Salvador en el mundo de hoy.


Video: “Amaos como yo os he amado”: 32º Encuentro Ecuménico de Obispos

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Consejo Mundial de Iglesias: 10ª Asamblea en Busan (Corea)

Un impulso importante para el movimiento ecuménico. Ésta es la impresión del secretario general del CMI, el Pastor Rev. Olav Fykse Tveit, al finalizar los trabajos de la 10ª Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias, que se realiza cada 7 años.

Estaban registradas 2.760 personas (entre delegados de las Iglesias, Consejeros, Organizaciones vinculadas, visitantes, periodistas y huéspedes), pero  el  número total de participantes que quisieron vivir esta experiencia ecuménica tan especial ascendió a la cifra de  5.000 personas, entre ellos muchos eran de Corea. Estuvieron presentes,  Karekin II, Patriarca y Catholicos supremo de todos los armenios y el Arzobispo de Canterbury Welby. El Patriarca ecuménico Bartolomeo I envió un video con su mensaje.

La Iglesia católica, aún no siendo miembro del Consejo  Mundial de Iglesias, colabora activamente a través del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos, presente en Busan con una delegación calificada. El cardenal Kurt Koch leyó un mensaje del Papa Francisco.

En representación del Movimiento de los Focolares –invitado como Consultor junto con otros movimientos, grupos y realidades ecuménicas – Estuvieron presentes Joan Back del Centro Uno, secretaria internacional para el diálogo interreligioso de los Focolares y Peter Dettwiler, pastor reformado suizo, perteneciente a la Iglesia reformada del Cantón de Zurich, quien está encargado del ecumenismo.

La colaboración de los Focolares con el CMI proviene del año 1967. En aquella época Chiara Lubich fue invitada tres veces a la sede de Ginebra para compartir la espiritualidad de la unidad, y aún hoy se reconoce el importante aporte que esta espiritualidad puede dar, como dijo el Rev. Tveit agradeciendo a la presidente de los Focolares María Voce por el mensaje enviado.

Joan Back y Peter Dettwiler (centro) junto a un grupo de partecipantes

Joan Back  comentó que existía “una lindísima atmósfera de fraternidad entre las Iglesias. Aunque no comparten las mismas posiciones en materia de eclesiología o moral, pueden encontrarse, rezar y también trabajar juntas.” Se presentó un documento de gran importancia: La Iglesia hacia una visión común” , producto del Departamento Fé y Constitución, un texto que muestra la convergencia entre todas las Iglesias, que fue redactado por teólogos de las Iglesias con eclesiologías muy distintas entre sí.

Los desafíos que el ecumenismo debe enfrentar son:  la Emigración, las jóvenes generaciones, los mundos multirreligiosos y el crecimiento de las realidades pentecostales. Entre éstos, algunos son  objeto de declaraciones oficiales de la Asamblea. El mensaje de conclusión, indicó la prioridad para los próximos 7 años: “caminar juntos en una peregrinación  por la justicia y la paz”. Esto refleja el espíritu del evento y los compromisos tomados que “comprenden siempre tres objetivos: servicio, testimonio misionero y reflexión teológica”, como fue explicado por Walter Altmann, pastor luterano en Brasil y último moderador del Comité Central.

Al finalizar, los 150 miembros del Comité Central apenas nombrados eligieron unánimemente a la anglicana Agnes Abuom de Nairobi (Kenia) como moderadora.

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Venezuela: el comedor popular de Dominga

Desde hace varios años, Dominga, una voluntaria del Movimiento de los Focolares, de Valencia (Venezuela), administra un comedor popular para ancianos de su barriada.  La iniciativa nació para permitir que personas de la tercera edad, de escasos recursos, puedan tener una alimentación balanceada en un ambiente acogedor. Los ancianos llegan ya desde la mañana y pueden estar con personas de su edad, jugar dominó o ver televisión, pero, sobre todo, pueden estar en un ambiente donde se les da atención.

Dominga siempre está atenta a los ancianos que frecuentan el comedor y, cuando alguno deja de venir, va personalmente a visitarlo. A menudo lo encuentra en situaciones de abandono y sin posibilidad de moverse.

Últimamente los productos alimenticios para preparar la comida no llegaban con regularidad, de manera  que los ancianos quisieron ir a protestar contra el gobierno regional, y hacer presente que allí ellos no sólo reciben comida, sino que también son escuchados y amados personalmente.

Mientras tanto fue nombrada una nueva coordinadora del comedor. Apenas llegó, borró a algunos ancianos de la lista de beneficiarios del comedor, argumentando que cuando hizo la inspección ellos no estaban presentes y que se estaba pagando por personas que no recibían el servicio.

Empujada por el amor hacia estas personas, Dominga explicó con firmeza que los ancianos a los que se les quería quitar el servicio eran precisamente los más débiles y necesitados, porque tenían problemas graves de salud y por ende, ella entregaba la comida a sus familiares para que se las llevaran a su domicilio.

La lista de la coordinadora servía también para incluir a los ancianos entre los beneficiarios de una nueva pensión del gobierno nacional, por lo tanto, si los borraban, se cometía una grave injusticia.

En otra ocasión llegó al comedor un indigente que quería recibir comida. Naturalmente la comida se  podía dar sólo a quien estaba registrado, pero Dominga no podía  cerrarle la puerta en la cara. Escuchando la historia de Chiara Lubich y de sus primeras compañeras, aprendió que en cada pobre está Jesús. Entonces lo recibió en su casa, donde esa persona se pudo duchar y  le ofreció ropa limpia. Finalmente le dio de comer.

Cuenta Dominga: “Un día, dos señores estaban peleando entre ellos; trataba de tranquilizarlos pero no lo lograba. Recordé entonces una frase que había oído en la Iglesia: “Donde hay paz y amor allí está Dios”. Se las dije y enseguida hicieron silencio y se calmaron”.

En estas últimas semanas ha habido dificultades con los documentos de la Declaración de la Renta del comedor, que como asociación sin fines de lucro se tiene que hacer. El procedimiento es muy complicado. Pocos días atrás, una persona sensible, al saber lo bien que tratábamos a los ancianos en el comedor, ofreció su ayuda para tramitar esos documentos tan complicados, cada vez que fuera necesario.

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Aletta, testigo de los “primeros tiempos”

Al revivir los “primeros tiempos” del Movimiento de los Focolares, las anécdotas de Vittoria Salizzoni, una de las primeras compañeras de  Chiara Lubich, tienen el sabor de historias de familia y una presencia de lo divino que en su pureza y simplicidad encanta y edifica. Los hechos narrados dan testimonio del nacimiento de la aventura de quien cree en el Amor y deja todo por Dios, en medio de la destrucción de la guerra. Más conocida como Aletta, en el libro editado por Città Nuova, ella –la tercera de ocho hermanos- cuenta:

«Mi hermana Agnese, para ir a trabajar a la ciudad, pasaba todos los días por la “busa dei frati”, un refugio antiaéreo excavado en la Plaza Cappuccini donde, en caso de alarma, muchas veces iba Chiara Lubich con otras chicas. Allí leían y dialogaban sobre el Evangelio. Agnese estaba fascinada ante ese nuevo modo de hablar, por la alegría que veía en Chiara y en todas las chicas y me contó su impresión, pero no recuerdo que me hubiese hablado de sus ideales; así, sin saber casi nada, la idea de encontrarme con esas chicas casi no me atraía.

La tenacidad de una amiga me indujo a ir a visitar a esas jóvenes “pero fui sólo para darle gusto”. Así, el 7 de enero de 1945 llegué a la Plaza Cappuccini n°2 de Trento. Lo primero  que vi entrando en la “casita,” fue a una chica que estaba cerca de la pileta de la cocina  amasando pan. Me pareció que había un ángel en esa habitación. Me la presentaron: “Es Natalia, está haciendo en pan blanco con harina de verdad, porque una de nosotros sufre del estómago”. Esa escena me impresionó. Me gustó mucho. Percibí el amor.

Aquél fue un momento decisivo para mi vida. No soy una persona que decide de inmediato y mi naturaleza es directa, pero ese día cambié totalmente. Quedé completamente sin palabras ante el  ambiente que encontré. Estaba encantada de cómo se presentaban, de cómo se movían. En la habitación de al lado, donde había una modestísima pero bella recámara sólo con los colchones, encontré a Chiara que estaba peinando a Graziella. Le estaba haciendo una trenza gruesa, que después le amoldó en la cabeza como si fuera una corona.

Observaba a estas coetáneas mías. Intuí que habían “entendido” a Dios, radicalmente. Su elección no transmitía nada pesado, solemne o austero. Su vida estaba animada por un gran entusiasmo y, siendo jóvenes, todo lo vivían como si fuera un juego. Era, se podría decir, un Dios en versión juvenil. Todo me parecía grande, nuevo, divino. Allí había Amor. Estaba Dios. Yo lo sentí.

Un día, Chiara me explicó cuán radical era su vida: “¿Ves? La vida es breve, como un relámpago. De un momento a otro cae una bomba y podemos morir. Entonces nosotros hicimos el pacto de darle todo a Dios, porque tenemos sólo una vida y cuando nos presentemos delante de Él queremos ser todas suyas. Por eso nos casamos con Dios”.

Esta frase penetró íntimamente en mi corazón. Estaba segura de que también Dios me llamaba a casarme con Él. Esto me dio alas, me cambió la vida: también yo estaba llamada a una aventura bellísima para  transmitir a todos».