Oct 5, 2013 | Focolare Worldwide
“Ser portavoz de los más necesitados y de aquellos que nadie escucha”, con este profundo deseo empieza el compromiso político de Charity Chege, voluntaria del Movimiento de los Focolares de Juja, Kenia. Es asistente social, madre de cuatro hijos. Su vida cotidiana la pone en contacto con el sufrimiento de sus propios conciudadanos: niños huérfanos, ancianos que se deben ocupar de los nietitos porque los padres murieron de Sida, personas que viven en la más absoluta pobreza.
“En vísperas de las elecciones del 2007 – cuenta –expresé a Chiara Lubich el deseo de servir a mi gente y que había decidido presentarme como candidata en el Consejo Comunal. Ella me alentó, recordándome que «la política es el amor de los amores»”. Charity no salió electa, “pero- comenta-sentí que para mi no cambiaba nada, podía y debía continuar sirviendo y amando”. Las ocasiones no faltan. Luego de las elecciones se producen desórdenes y conflictos entre los miembros de etnias distintas: “muchas personas perdieron la vida, otras perdieron todo y otras tuvieron que abandonar su tierra por causa de la violencia”.
En el 2013, Charity decide presentarse nuevamente como candidata, en una lista que refleje sus valores ideales: “Alguna persona, sorprendida, me pregunta porqué no elegí un grupo en el que la mayoría de los miembros fuera de mi tribu. Respondo: ¡yo vivo por la familia universal!”
La campaña electoral se manifiesta como una ocasión para conocer las necesidades de la gente y recibir también disgustos: “cuando fuimos a encontrar a los ‘sin techo´, víctimas de la violencia del pasado, sentía que era más importante amarlos como podía que exponer mi programa. Encontré mucha rabia en ellos y les hablé del perdón. Dos colegas me preguntaron porqué me comportaba de esa forma y yo les respondí que nuestra relación con las personas es lo más importante y que si queremos su felicidad, debemos ayudarlos a perdonar”.
Esta vez tampoco sale electa, pero muchos, conociendo su compromiso, se dirigen a Charity, seguros de su ayuda y buena disposición: “Un día estaba en el mercado, cuenta. Se me acerca una señora y me pregunta si puedo hacer algo por ella pues está enferma. Agrega que muchos habitantes del pueblo se encuentran en su misma condición. Intuyo que se trata del Sida. Esta circunstancia me condujo a vincularme con unas treinta personas que conviven con el virus. En nuestros pueblos existe un fuerte prejuicio hacia estos enfermos por lo cual ellos se sienten rechazados, son abusados y maltratados. A menudo se sienten alejados y descartados también por sus mismas familias, a veces se rinden a la enfermedad y se resisten a buscar la curación que precisan.
Decidí ser la primera en dar mi contribución amando concretamente uno por uno, e involucrando en esta tarea también a los jóvenes del Movimiento. Con ellos estamos trabajando para que nuestros amigos se sientan, en primer lugar, aceptados, y luego trataremos de hacer algo que sea lindo con ellos y que sea para ellos”.
Oct 4, 2013 | Focolare Worldwide
“Rezamos para tener un corazón que abrace a los inmigrantes”: Así se expresaba el pasado 8 de julio el Papa Francisco durante la visita pastoral a Lampedusa, conmovido por el irrefrenable éxodo de prófugos que huyen de sus países debido al hambre, a la guerra, a tragedias de todo tipo. Desde hace décadas desembarcan en las costas de Italia meridional. Son historias de desesperación y miedo.
La historia de Cristina, Elena y María Norena, comienza con un curso de italiano. Ellas son voluntarias del Movimiento de los Focolares, que se sienten responsables por el creciente número de hermanos en dificultades. “Estamos en el mes de mayo de 2011-cuenta Elena-, los desembarcos se habían producido a ritmo frenético. Arribaron al país casi 25.000 personas procedentes de Libia que estaba en guerra. En nuestra provincia de Trento (al norte de Italia), llegaron 200 prófugos, casi todos hombres jóvenes, musulmanes, entre los 18 y los 30 años”. “He vivido también yo, colombiana, la carencia de relaciones humanas y vida social -continúa María Norena-. Estos muchachos expresaban soledad y sufrían porque no sabían hablar italiano. Enseguida las otras personas de nuestro grupo me apoyaron y comenzamos juntas esta aventura”.
La experiencia se extiende como mancha de aceite y también las instituciones comienzan a sentirse convocadas. “Nos interesaba concretamente asegurar un futuro a estos jóvenes, afirma Cristina. Junto con todos los que se ofrecieron a ayudar, comenzamos a intervenir en los periódicos de la localidad, sobre todo en el periódico diocesano que estaba a nuestra disposición, para que estas personas pudieran expresarse. También el Obispo solicitó a la comunidad cristiana de Trento que se ocupe de estos muchachos, hermanos nuestros”.
Mientras tanto, la administración provincial decidió prolongar el proyecto, garantizando a cada prófugo dos años de asistencia y mantenimiento a partir de su llegada. Al final de los dos años, los jóvenes deberían dejar sus albergues.
“Intentando proporcionar a los muchachos una vivienda estable –recuerda María Norena- involucramos a las comunidades parroquiales y locales del Movimiento de los Focolares, ya sea para la recolección de fondos, como también para la búsqueda de trabajo y la integración de estos jóvenes en la sociedad”.
“Actualmente hemos conseguido casa para los 16 amigos nuestros que personalmente conocemos -comenta Cristina-. Experimentamos la intervención de la Providencia que nos acompaña en las pequeñas o grandes exigencias: llegaron cuatro bicicletas muy necesarias pues uno de los apartamentos estaba lejos de la ciudad en un lugar donde el ómnibus no llegaba, y también un lavarropa que era indispensable”.
Un muchacho, huésped de uno de los albergues, dirigido por el grupo de voluntarios, nos escribió: “Les agradezco por todo lo que están haciendo, por la confianza que depositaron en mi persona y la honestidad que vieron en mi. Los quiero mucho”.
Oct 3, 2013 | Focolare Worldwide
«Estoy de pie cerca de la Emergencia y veo dos figuras muy bien maquilladas y vestidas. Desde el fondo del corredor aparece un niño, vestidito con una túnica demasiado grande, que camina titubeante, con una mirada asombrada y con un aeroplano apretado a su pecho. Me pregunto quién será su madre, porque no se parece a ninguna de las dos. Sin embargo, ambas señoras responden a coro a cada pregunta sobre la salud del pequeño…mientras que Vito, el niño, rígido en el sillón del ambulatorio, rechaza con decisión el intercambio entre el aeroplano por un album de figuritas, que le propone la enfermera, en su tentativa de que estire el brazo para sacarle sangre».
Es el relato de Marina D´Antonio, médica italiana, “enamorada del Evangelio”, como se describe ella misma, que tiene en su colección una infinidad de episodios con pacientes de todas las edades y procedencias. Su hilo conductor es el de poner a un lado reglas y órdenes que amenudo se esconden detrás de la túnica blanca, y mirar a la persona que tiene delante, tomándose a cargo su humanidad. En esta historia el protagonista es un niño. La contamos, mientras algunos centenares de médicos y operadores sanitarios se encaminan para un encuentro en Padua (Italia), el 18 y 19 de octubre. Serán dos días decongreso sobre el significado de la medicina hoy, junto con otros temas como la globalización, el apoyo sanitario y la personalización de las atenciones.
«Por lo general, en estos casos – sigue la doctora- se busca la colaboración de la madre….y aquí están respondiendo al unísono, una a la derecha y la otra a la izquierda de Vito. Una le dice al niño que hay que poner al aeroplano en la pista de despegue, o sea en el escritorio, para que suba el segundo piloto, un hombrecito de plástico negro y rojo que mágicamente saca afuera de su cartera. Vito accede, obedeciendo a un despegue regularmente autorizado por la torre de control. Espero el segundo encantamiento, que debería inducir a Vito a permitir a la enfermera a introducir la aguja en su antebrazo. Y aquí está: la otra señora saca una flor de tela amarilla y una mariposa de tela roja. “Mira Vito, Brigidina la mariposita amarilla chupa un poco de néctar de esta florcita… y ésta otra mariposa roja prefiere beber del bracito de Vito….” El niño da un giro y la enfermera, rapidísima,con gesto profesional le introduce la aguja.
El niño deja de llorar y sigue el vuelo de la mariposa roja que cae en picada en su antebrazo, aterrizando delicadamente un momento después que la enfermera le aplicó la cinta adhesiva coloreada en el punto de punción y arroja luego la aguja en el recipiente de desperdicios especiales. Quedo admirada frente a estas dos madres excepcionales. La enfermera, asombrada por una afirmación de las dos madres pregunta, “Pero…por qué? Cuántos niños tienen?”
Sonríen.. “Bué…ahora tenemos 15” Explican que son Educadoras empleadas en una Casa Familia del territorio de nuestra ASL. La madre de Vito murió de sida. El padre está actualmente en una Comunidad de recuperación de toxicodependientes. El Juez de Menores tiene al niño en Casa Familia hasta que tenga la autorización legal para decidir si lo puede declarar adoptable o no. Vito, de 4 años, curiosamente, no sabe todavía hablar.
Terminado el trabajo no voy a almorzar, no vuelvo a casa, suspendo los compromisos de la tarde. Busco en el navegador la dirección de la Casa Familia. Llego, toco impaciente el timbre y pido si puedo hacer algo allí, cualquier cosa. Así comenzó mi aventura de voluntaria al lado de niños abandonados, maltratados, asustados…. pero que aceptan siempre mi desafío. A pesar de todo, cualquier cosa pase o suceda, nosotros seguimos jugando.
Empiezo a jugar con ellos. Una tarde, en el gran jardín alrededor de la Casa Familia, que, por motivos de seguridad fue construida en un lugar aislado, aterrizó un hombre con su deltaplano colorado. Vito me miró, y, señalando el deltaplano, pronunció “Papá”
Fue su primera palabra, densa como si fuera un discurso entero, conmovedor, cómo años de espera escrutando el cielo. El regalo que me hizo fue su primera palabra. Vito quería irse, con su papá que había llegado de las nubes. Y finalmente, hace algunos días, sucedió realmente así”
Oct 2, 2013 | Focolare Worldwide
Jóvenes y adultos de los Focolares de Córdoba (Argentina), junto con un grupo de la parroquia San Nicolás de Bari, se comprometen desde hace casi cuatro años en la “Pastoral Rom” con la comunidad local. “El principio no fue fácil –cuenta Teresa-. Debíamos superar miedos y prejuicios para entrar en el sector habitado por los gitanos (Rom). Poco a poco, comenzamos a visitar sus casas, a conocerlo; aprendimos sus nombres, organizamos fiestas de cumpleaños, los fuimos a visitar cuando estaban enfermos en el hospital o cuando nacía un niño”. Estos sencillos gestos, lentamente fueron construyendo relaciones de amistad. “Descubrimos –sigue contando Eduardo– que a la mayoría de los gitanos les gusta mucho escuchar la palabra de Dios pero, que, siendo en su mayor parte analfabetos, no la podían leer. Entonces, tradujimos en su idioma algunas de las principales oraciones, como el Padre Nuestro y el Ave María. Otro desafío, en este ambiente, fue el de iniciar un proyecto de escolaridad para los niños. En este proyecto trabajan juntos algunos docentes y el grupo de la Pastoral Gitana”. El 8 de abril es la fiesta internacional del los gitanos, una fiesta desconocida por la mayoría de las personas. El grupo parroquial aprovechó esa jornada para que fueran conocidos a través de una Misa realizada especialmente para ellos. “Nuestros nuevos amigos –continúa Teresa- tienen un profundo sentido de la vida comunitaria, y es así que cada año se realizan dos “encuentros puente” que se convierten en momentos importantes de comunión entre comunidad gitana y criolla.’ (así nos llaman ellos a nosotros en Argentina) En estos encuentros se crea un fuerte clima de fraternidad, enriquecido por momentos artísticos o de reflexión, organizados a menudo junto con otras instituciones como el Centro de Circunscripción o el Instituto de Culturas Originarias. “El año pasado –recuerda Eduardo-, niños y jóvenes, tanto de gitanos como de criollos, pintamos un mural con el dibujo de un puente y la frase: “Gitanos y Criollos: en Jesús somos hermanos” Para continuar este camino con mayor preparación, varios miembros del grupo asistieron a la Escuela Social organizada por los Focolares, en la ciudadela argentina “Mariápolis Lìa”. Organizamos también un encuentro con Lucas Cerviño, focolarino misionero, para reflexionar sobre el significado que tiene dialogar partiendo de espacios sabios e interculturales. Actualmente se vincularon otras parroquias que tienen comunidades Gitanos en su territorio. Todos conforman un grupo pionero, en el panorama del compromiso pastoral con los Gitanos de Argentina, que hoy está dando sus primeros pasos.
Sep 30, 2013 | Focolare Worldwide
Desde el 6 al 9 de septiembre se desarrolló en la Mariápolis Lía, Ciudadela del Movimiento de los Focolares en Argentina, el Seminario cuyo título fue: “En diálogo, por una Antropología Trinitaria para nuestros pueblos”. Fue organizado por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano).
Participaron una veintena de expertos provenientes de México, Brasil, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay e Italia. Notable la presencia de dos obispos y de Mons. Piero Coda, presidente del Instituto Universitario Sophia (IUS), con sede en Loppiano (Italia).
Basándose en la experiencia mística de Chiara Lubich, Mons. Piero Coda comenzó el Seminario realizando una presentación muy significativa, titulada “Trinidad y Antropología, apuntes para una fenomenología teológica”.
Desde el comienzo, el encuentro se caracterizó por el desafío de adoptar una metodología de trabajo fundada en el diálogo y en la comunión. Después de la presentación de varios temas, se continuó siempre con un momento en el que se podían compartir las reflexiones de los participantes. El seminario se convirtió así en un verdadero laboratorio de “pensar juntos”.
La Ciudadela Lía, testimonio de vida evangélica, se manifestó como el lugar ideal para vivir una experiencia de este tipo. “Este lugar es importantísimo para la propuesta temática, porque aquí se convierte en realidad”, comentó, impresionado por todo lo vivido, un experto de Bolivia. Los participantes, efectivamente, fueron envueltos por el amor reciproco vivido por los habitantes de la ciudadela, como expresión concreta de las “relaciones trinitarias”.
El Seminario fue muy importante porque permitió que la luz del carisma de Chiara Lubich, estudiado y expresado académicamente por el Instituto Universitario Sophia, sea conocido en las Iglesias de América Latina.
Los participantes expresaron su interés en mantener un vínculo con Sophia, estableciendo con la Universidad, acuerdos específicos.
Durante la misa de clausura, el P. Scannone, jesuita muy conocido en América Latina, afirmó: “Agradecemos a Dios por esta comunión de pensamiento que se estableció entre nosotros, por las relaciones ‘pericoréticas’ que hemos vivido, donde estamos muertos a nuestro yo y a la vez resucitados, donde hemos pensado y vivido una real comunidad”. El Seminario terminó con un breve homenaje a Mons. Klaus Hemmerle, precursor en el desarrollo de la Antropología Trinitaria.
El CELAM ya programó otro evento de este tipo para el 2014 y decidió la publicación de los trabajos del Seminario realizado este año.
Sep 29, 2013 | Focolare Worldwide
Rahmé Briki (en árabe): “Después de estudiar como diseñadora de moda, he trabajado durante varios años en la industria del vestido. Después la Providencia ha querido que empezase a trabajar en una organización humanitaria con una obra religiosa del Movimiento de los Focolares. Juntas, hemos llevado a cabo proyectos de enseñanza de costura, bordado y como estilistas para las mujeres desplazadas, y ayudarles de este modo para que luego puedan encontrar un trabajo para mantener a sus familias.
En septiembre de 2012 se inscribieron en el curso 45 mujeres pertenecientes a las diferentes religiones del País (sunníes, chiítas, cristianas, alauitas, drusas) y de diversas tendencias políticas. Solo tenían en común una única cosa: eran desplazadas y lo habían perdido todo. Las tensiones entre ellas eran muy fuertes y evidentes, se negaban incluso a encontrarse en el mismo lugar.
Un día en la Palabra de vida, encontré la respuesta, que era como una advertencia: si quería hacer la voluntad de Dios “que hace salir el sol sobre buenos y los malos” y nos ama sin diferencias, incluso mi caridad no tenía que hacer diferencias.
Mi prioridad era tratar a cada uno como una persona digna de respeto, hemos visto que poco a poco estas mujeres, lentamente, empezaron a saludarse, a hablar con las demás, a tener algún tipo de contacto, una relación que iba creciendo
A medida que pasaban las semanas, estas mujeres comenzaron a aceptar sus diferencias y a dejar de lado las diversidades, que en cambio, fuera, en el País se acentuaban. Compartían preocupaciones y dolores, y nacía entre ellas una relación de amor verdadero.
El día de la fiesta del Ramadán, para mi sorpresa, las chicas cristianas prepararon una pequeña fiesta sorpresa para las musulmanes. Las mujeres musulmanas hicieron lo mismo en Navidad.
Cuando se lanzó el time-out para la paz en Siria, pensé en proponer a todas, este momento de silencio y de oración por la paz y me quedé muy sorprendido cuando al día siguiente escuché que casi todos sus teléfonos móviles, ¡sonaron al mediodía para recordar el time-out!
En junio de 2013, el día de la graduación, en presencia de los miembros de la Asociación internacional y de los representantes de la Media Luna Roja, se les preguntó cuáles fueron los momentos más difíciles durante el año. Una, en nombre de todo el grupo, respondió que ese era el día más difícil, porque era el último día en el Centro. Decía; “es el único lugar donde conseguimos respirar y que siempre nos ha ayudado a seguir adelante, poniendo paz en nuestras familias y en nuestros corazones”