Movimiento de los Focolares
Let’s bridge, primera etapa

Let’s bridge, primera etapa

Link a la transmisión

Foto – Flickr

En un tiempo marcado por una crisis global de todo tipo que hace tambalear las economías, los estilos de vida y las certezas adquiridas referentes al presente y al futuro, los Jóvenes por un Mundo Unido’ de los Focolares (JMU) llaman a la causa a cuantos desean ser protagonistas de un cambio auténtico y construir puentes de fraternidad en nuestras sociedades.

Y se conceden un año de trabajo, marcado por varias etapas, cuyo momento central será el Genfest de Budapest, del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2012. La manifestación mundial reunirá a jóvenes de más de 150 países, motivados por la misma idea que es también una experiencia de vida y acción social: la fraternidad universal.

En su 42° edición, el ‘Encuentro de Loppiano’, será una etapa fundamental. “Este año el 1° de mayo estará orientado al Genfest” – declara Jacopo Casprini, de la secretaría de los Jóvenes por un Mundo Unido y de la comisión de trabajo de Loppiano- “de hecho el momento central de la jornada será precisamente la conexión mundial donde se abrirá oficialmente el año del Genfest”. Durante el encuentro dará inicio además la Semana Mundo Unido, la cita anual de los Jóvenes por un Mundo Unido. La conexión en vivo de las 12.00 m. (GMT + 1) permitirá a miles de jóvenes, desde Siria hasta Japón, de Nairobi a Sídney, intercambiar testimonios y proyectos con 2000 coetáneos presentes en Loppiano, en vista de la cita de Budapest. Muy esperada la conexión con los jóvenes de Siria y el anuncio de Proyecto United World: una red mundial de jóvenes que dará vida al Observatorio permanente que “controla”, a 360 grados, el desarrollo de la práctica de la fraternidad, pidiendo a las Instituciones internacionales un compromiso preciso al respecto.

 “¿Qué diría a los jóvenes que vendrán a Loppiano y que seguirán el evento a través de las redes sociales del Genfest? –prosigue Jacobo- “Que en la preparación están involucrados todos los jóvenes presentes en la ciudadela y en los alrededores, el clima que se respira es de alegría, serenidad y ganas de hacer de esta jornada un momento de auténtico testimonio. A todos los jóvenes les diría sólo una cosa: ¡realmente vale la pena vivir por un mundo unido!”.

Y explica Rafael, un joven brasileño, que está entre los organizadores del Genfest: “El mundo necesita un auténtico testimonio de paz, unidad, fraternidad universal: no podemos echarnos para atrás. El título del Genfest es “Let’s bridge” y representa totalmente nuestro compromiso de construir puentes entre las personas, entre las culturas, entre los pueblos, entre las realidades más diversas”.

 El programa del 1° de mayo proseguirán en la tarde con talleres temáticos conducidos por expertos y profesionales: elecciones de vida, familia hoy, ciudades y convivencia multicultural, compromiso político y ciudadanía, son los temas tratados. Hay que resaltar dos talleres artísticos de música y danza con el Grupo internacional Gen Rosso.

Para saber más y seguir la transmisión en directo en vivo a nivel mundial (activo desde la  11.00 GMT+1):

www.genfest.org (haga click en ‘LIVE’ en la barra del menú principal)

www.loppiano.it

live.focolare.org

Let’s bridge, primera etapa

Alemania – los fundamentos de Europa

10 novembre 1989: il giorno dopo la caduta del muro

Hoy día, después de su reunificación en 1990, Alemania, con más de 81 millones de habitantes, es el país más poblado de la Unión Europea, de la que es una de las naciones fundadoras. En relación con el producto bruto nacional, la economía alemana es considerada una de las más fuertes del mundo; después de la Segunda Guerra Mundial ha desarrollado una sólida democracia parlamentaria.

El dramático pasado de la dictadura nazista y la división del país entre Este y Oesteque duró 40 años, han marcado profundamente al pueblo alemán. Siendo uno de los países de la Reforma, con una fuerte presencia de protestantes, junto a la Iglesia Católica y a la Iglesia Ortodoxa, ha vivido el dolor de la división de las Iglesias. Al mismo tiempo está descubriendo las riquezas encerradas en las distintas iglesias y ve perfilarse un testimonio más incisivo de la vida cristiana en la sociedad.

Son más de 30.000 las personas que se consideran amigas del Movimiento de los Focolares en Alemania, de ellas, alrededor de 5000 –entre adultos, jóvenes y niños- participan regulamente en grupos de famiias, de jóvenes o ligados a intereses y argumentos específicos. El primer contacto con Alemania se remonta a 1955. Poco tiempo después, el obispo católico de Meißen, Mons. Otto Spülbeck y el cardenal Alfred Bengsch de Berlín, pidieron a la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich, que mandara focolarinos también a Alemania del Este. La carencia de médicos en la DDR facilitaba el ingreso de extranjeros con conocimientos en el campo médico y fue así como ocho focolarinos médicos, alemanes e italianos, llegaron a Berlín y a Lipsia. Con ellos estaba también Natalia Dallapiccola, una focolarina que había estado con Chiara Lubich desde los inicios de los Focolares en Trento. A partir de aquí la espiritualidad del Movimiento de los Focolares se difundió también a otros países de bloque oriental, sobre todo en Polonia, Checoslovaquia y Hungría.

En la patria de la Reforma, también para el Movimiento de los Focolares, el diálogo ecuménico tiene una importancia primordial. Una característica de los Focolares en Alemania, es que desde un inicio tuvieron lugar encuentros también con cristianos evangélicos (las fraternidades, las hermanas de María en Darmstadt). En los años ´60 tuvieron lugar numerosos encuentros con personalidades y pertenecientes a distintas Iglesias. Desde entonces y hasta hoy, cristianos de diversas Iglesias encuentran inspiración para sus vidas, y la motivación para promover y profundizar la unidad entre los cristianos.

A partir de estas relaciones personales entre cristianos de distintas Iglesias se han desarrollado iniciativas comunes y intensos itinerarios comunitarios. Entre estos el Centro de Vida Ecuménica de Ottmaring, en las cercanías de Augsburg. Sus fundadores y conductores son miembros de la Fraternidad de vida común y del Movimiento de los Focolares. Ottmaring se ha convertido así en una de las “ciudadelas” de los Focolares, con un fuerte tiembre ecuménico. En ella –construida con la bendición de la respectivas autoridades eclesiales- viven establemente alrededor de 120 personas comprometidas o unidas a ella en formas distintas.

En los meses de verano, jóvenes europeosdando lugar, con su entusiasmo, también a manifestaciones como la  Jugend Woche.

A partir de la experiencia ecuménica, en 1999, tiene inicio en Ottmaring la iniciativa Juntos por Europa, una red de más de 300 Movimientos y comunidades de cristianos evangélicos, católicos, ortodoxos, anglicanos y de las iglesias libres.

Hay otros centros de encuentro del Movimiento de los Focolares están en Solingen y Zwochau.

Un ámbito de trabajo de los pertenecientes al Movimiento de los Focolares, lo representa el diálogo con creyentes de otras religiones y con personas que no profesan una religión. Una plataforma común para la realización de este diálogo se encuentra en el esfuerzo común a favor de la paz, la justicia y las iniciativas sociales.

En la historia de los Focolares otras personas –junto a Chiara Lubich- dieron un aporte importante al desarrollo del Movimiento. Una de esas figuras es el obispo alemán de Aquisgrana Klaus Hemmerle (1929-1994).

Él dio un empuje decisivo al desarrollo de una teología que surge del carisma de Chiara Lubich y formó parte regularmente de los encuentros del centro de estudios interdisciplinarios denominado “Escuela Abba”. Además dio vida a un itinerario espiritual ecuménico con obispos de varias nacionalidades e Iglesias, que se inspiran en la espiritualidad de la unidad.

Con ocasión del décimo aniversario de la muerte de Klaus Hemmerle el Movimiento de los Focolares en Alemania instituyó un premio, que se otorga cada dos años a personas que se han distinguido por ser “constructoras de puentes” según el espíritu del obispo de Aquisgrana y que se han comprometido en el diálogo entre las Iglesias, religiones y distintas convicciones, (entre los premiados está el Patriarca Bartolomé I).

Let’s bridge, primera etapa

Alberto Michelotti y Carlo Grisolia online

Alberto y Carlo  son dos jóvenes genoveses por quienes en 2008 comenzó la causa de beatificación, que tiene su originalidad  porque se los ve como protagonistas juntos. La amistad entre ellos y la amistad con los demás fue uno de los rasgos más evidentes de su vida: justamente en este sentimiento humano, vivido cristianamente, la Iglesia ha visto un elemento de santidad, sobre todo por la voluntad de ayudarse recíprocamente en el llevar a todos el ideal evangélico del mundo unido, de la fraternidad universal. En el nuevo sitio, dedicado a ellos están a disposición gratis, la visión y el download del documental en italiano: “Juntos podemos”, bajo la dirección de Mario Ponta: se trata de un grupo de jóvenes de hoy, que siguiendo las huellas de Alberto y Carlo, recorren su camino encontrando los amigos de aquel momento. Se descubre la autenticidad de una experiencia que es posible vivir también hoy. Se encuentra en fase de elaboración la misma versión  en varios idiomas. El Comitato Alberto Michelotti y Carlo Grisolia invita a todos a visitar el sitio y a dejar sus impresiones : www.albertoecarlo.it

El Comitato Alberto Michelotti y Carlo Grisolia invita a todos a visitar el sitio y a dejar sus impresiones : http://albertoecarlo.eu/

Let’s bridge, primera etapa

Beppe Porqueddu: “revolución en la revolución”

«Hola Chiara!

Que alegría recordarte esta tarde.

¿Recuerdas la frase que te escribí aquél 16 de diciembre a las pocas horas del famoso accidente de moto – tenía 18 años – que me dejó a punto de morir? “Nunca me habría esperado que fuese tan bonito ser tocado por el amor de Dios hasta el fondo…”.

Allí se revelaba el misterio de mi vida. Esas palabras estaban llenas de sorpresa por la alegría de la paz reencontrada sólo por la gracia del amor de Dios hacia mí. Y es esta sorpresa que , durante todos estos años, ha nutrido mi creatividad, expresividad, socialidad, y también mi nuevísimo físico y corporeidad. ¡En un desarrollo inesperado!

Una mañana mientras me peinaba delante del espejo, con el corazón henchido de alegría, me pregunté si era cierto que tres cuartas partes de mi cuerpo no se movían o que mis brazos pudiesen aún tener movimiento para donar algo. Eran ciertas ambas cosas y tenían el mismo valor. Por lo tanto, en mí existía la unidad y con ella la percepción de la plena integridad psicofísica. E, incluso viviendo en la carne todo tipo de limitaciones dependientes de mi condición, no existía una fractura en mi identidad. Ese día me dije: “Cada fibra de cada músculo que todavía está inervado debe servir para amar”.

Más tarde, sorprendido porque mi alegría era estable a pesar de las innumerables dificultades, comprendí a Jesús en Su grito: “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?”. Esta era la gran atracción cuando conocí unos años antes del accidente el Ideal de la unidad y me parecía que, precisamente Él, hubiese llevado consigo, en mi al Padre e al Espíritu, por lo tanto la evidencia de la complejidad. Precisamente en virtud de esta dinámica de reciprocidad, era posible poner en relación límites y recursos y convertir los límites en “la roca” sobre la que basar y expresar todo recurso y talento.

La condición de persona con discapacidad es iluminada por una novísima visión de sabiduría y por ello esta situación, que muchos la piensan sólo como dolor, drama, tragedia, se convierte en una forma de vivir y en una base de santidad. Se convierte en una “verdadera ocasión” de transformación de esa parte social que se puede ver desde la nueva prospectiva cultural que es la discapacidad del hombre, siempre que toda discapacidad sea una ocasión para acoger a Jesús con su grito.

La “Discapacidad” -lo dice la doctrina científica- representa la socialización de los problemas, de las necesidades. Esta, conocida, aceptada, solo puede ser amada por la sociedad, con la modificación de las propias estructuras, transformadas, cambiadas radicalmente, para que lo social sea el lugar de acogida de Jesús presente en cada hombre. De aquí la necesidad de que urbanismo y arquitectura lleven de nuevo Jesús a “su ciudad”, único lugar de las relaciones.

La “desventaja”, que siempre nace como malestar social, de la nefasta relación entre la discapacidad del hombre y la sociedad del rechazo, del “no-amor”, ya no existe, porque la invalidez es amada por parte de quien la lleva y la inhabilidad que comporta, es amada y acogida por la sociedad, no solo renovada, sino transformada en aceptación del dolor del Hombre-Jesús.

Así el dolor de la invalidez, amado por parte de quien lo lleva y amado por la sociedad, hace desaparecer la desventaja, haciendo de tal modo que el dolor llegue a ser, en esta recíproca relación, un yugo ligero y suave, pero también fuente de luz y chispa de verdadera transformación social.

Sabes Chiara, en estos 42 años, en cada dolor, no he encontrado nunca una cruz vacía, sino que siempre he encontrado a un hombre de carne en la cruz. Mi Jesús, tu Jesús…el revolucionario de Dios. Hasta la vista, Chiara!»

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Beppe Porqueddu es Técnico en Rehabilitación, Docente de formación y perfeccionamiento de médicos, arquitectos y técnicos proyectistas y de personas con discapacidades.

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Paraguay: Sudamérica tiene un corazón

Paraguay, antiguamente llamado “Provincia gigante de las Indias”, nace a partir del encuentro no siempre fácil de los “conquistadores” españoles y los nativos guaraníes. Es, por lo tanto un país bilingüe. Con una superficie de 406.752 km2, está dividivo en dos regiones: la Oriental, desértica; y la Occidental, rica de vegetación subtropical. Tiene una población de 6 millones de habitantes. No posee costas marítimas, pero es surcado por dos grandes ríos: el Paraná y el Paraguay. En su subsuelo corre el acuífero guaraní, la reserva de agua dulce más grande del planeta. La capital, Asunción, tiene 600.000 habitantes, es una ciudad cosmopolita pero todavía a medida del hombre. A principios del siglo XVI, Paraguay se convierte en la principal encrucijada hacia muchas regiones del continente. Asunción es llamada la “madre de ciudades” porque de allí parten las caravanas españolas para fundar nuevas ciudades. En la segunda mitad del siglo XVI llegan los franciscanos y fundan centros habitados dentro del País. Su influencia es muy grande. Un capítulo importantísimo de la historia de Paraguay es la presencia de la Compañía de Jesús (1609-1768), con las famosas misiones jesuitas o “Reducciones”, que eran ciudadelas organizadas con el principio de la reciprocidad y de la redistribución. De ese período histórico quedan las ruinas de Trinidad, de Jesús, de San Ignacio Guazú y otras, que hoy han sido declaradas patrimonio de la humanidad. El arte y la música de ese período tienen un gran desarrollo y dejan como ejemplo el así conocido barroco guaraní. En 1811 Paraguay se independiza de España. La historia paraguaya es un acontecer continuo de grandes momentos trágicos, pero también de gran heroísmo. El resultado: un pueblo sencillo, que goza todos los días de los pequeños eventos cotidianos, fruto de una fe sembrada un día en lo profundo de su corazón. El Movimiento de los Focolares se presenta como una gran familia formada por comunidades esparcidas en todo el territorio nacional, bien integradas a la vida civil, religiosa y cultural del país. La alegría, la profunda religiosidad y la hospitalidad típicas de los paraguayos han facilitado la difusión de la espiritualidad de los Focolares. El ideal de la unidad llega a Paraguay en 1964, a través de dos sacerdotes que habían tenido contacto con los Focolares mientras estudiaban en Roma. Regresando a su patria difunden esta nueva espiritualidad entre los miembros de sus respectivas parroquias. Los primeros adherentes del Movimiento participaron en una “Mariápolis” en las sierras de Córdoba (Argentina), a 1200 Km. de distancia aproximadamente. Regresan con el corazón “incendiado” por lo que habían experimentado en esos días, y hacen como Chiara Lubich y sus primeras compañeras: eligen a Dios como el único ideal de sus vidas. Se reúnen regularmente para leer la Palabra de vida y para comunicarse las experiencias, fruto de la Palabra vivida, y así ayudarse recíprocamente. En noviembre del ’64, llega la primera focolarina, Ada Ungaro (Fiore) y después Ana Sorlini, para visitar a la naciente comunidad. Al año siguiente ya se había formado un lindo grupo. Uno de ellos, Daniel Galeano, será el primer focolarino casado de Paraguay y principal animador de la comunidad hasta cuando se abren los centros de los focolares. En 1967, se organiza la primera Mariápolis de Paraguay, con trescientas personas, en la que participan Lía Brunet y Vittorio Sabbione, dos de los primeros compañeros de Chiara. De la vida del amor recíproco, surge espontáneo el deseo de ayudar a los hermanos más necesitados. Nacen así, en 1966, la primeras iniciativas a favor de ellos que después se extienden a otras ciudades fuera de la capital. También los jóvenes se sienten atraídos por este ideal radical. En 1970, cuarenta chicas participan en las “vacaciones gen” de Argentina. Dos años después otros chicos se suman. La consigna de Chiara de “morir por la propia gente” los lleva a poner en común los bienes materiales y espirituales “para que a nadie le falte lo necesario”. En junio de 1981 se inaugura el focolar femenino de Asunción y en febrero de 1988 llegan también los focolarinos. Nacen las varias vocaciones que constituyen los pilares del Movimiento: focolarinos y focolarinas; consagrados y casados, voluntarios y voluntarias, sacerdotes y seminaristas, religiosos y religiosas, jóvenes y adolescentes,adherentes y simpatizantes. Debido a las fuertes inundaciones, en 1983 los miembros del Movimiento entran en contacto con los habitantes de uno de los barrios más afectados y pobres de Asunción. Animados por los valores de la fraternidad y de la solidaridad adquieren un terreno en Capiatá (a 24 Km. de Asunción) donde se trasladan unas 20 familias, mejorando notablemente su calidad de vida. Actualmente son 70 las familias y “San Miguel de Capiatá” se presenta como un sereno caserío con actividades educativas, sanitarias, económicas y recreativas. En el 2003 se inaugura el tan esperado Centro Mariápolis “Madre de la Humanidad” (a 18 Km. de la capital), para la formación de los miembros  del Movimiento pero abierto a todos. En el ámbito político se desarrolla el Movimiento político por la unidad (Mppu); en el ámbito económico, se difunde el proyecto de la  Economía de Comunión. El ideal de la unidad penetra también en el ámbito de la Salud, de la Educación, del Arte, de los medios de Comunicación, etc. Hoy son alrededor de 9.000 los miembros, adherentes y simpatizantes que viven la espiritualidad de la unidad, pertenecientes a todos los estratos sociales.