Abr 25, 2017 | Focolare Worldwide
La amistad de los Focolares con la “Fazenda da Esperanca” es antigua. Comenzó desde el mismo nacimiento de la primera “Fazenda”. Transcurría el año 1983, cuando Nelson Giovanelli, joven brasileño de la ciudad de Guaratinguetá (cerca de San Pablo), se acercó a un grupo de jóvenes drogadictos impulsado por las palabras del apóstol Pablo: “Me hice débil con los débiles…”. Uno de los jóvenes se sintió comprendido y pidió auxilio para salir de la dependencia de la droga. Lo siguieron muchos otros. Nelson conocía y vivía la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich. Con él colaboró Hans Stapel, franciscano alemán, quien apoyó la iniciativa desde el comienzo. La obra que recién nacía se desarrolló, por lo tanto, apoyada sobre estos “dos carismas”, como dijo el papa emérito Benedicto XVI visitando a la comunidad de Pedrinhas durante su viaje apostólico a Brasil, en 2007: el carisma de la unidad de Chiara Lubich y el de la pobreza de san Francisco de Asís. El domingo 23 de abril de 2017, un grupo de 60 personas, jóvenes y adultos, visitaron el Centro internacional del Movimiento de los Focolares, en Rocca di Papa (Italia). En su mayoría provenían del Brasil, pero había también representantes de otros países latinoamericanos como Uruguay, Argentina, Paraguay y México; Alemania y Suiza; Angola y Mozambique; y también algunos de Filipinas. Con ellos estaban los 4 fundadores de la Fazenda: Fray Hans Tapel, Nelson Giovanelli Rosendo dos Santos, Lucilene Rosendo, Iraci Leit, junto con su Consejo General para Europa.
«El objetivo de este viaje – explica Fray Hans- es dar a conocer en Europa la experiencia de la Fazenda. Ofrecer esta alternativa de auxilio a los jóvenes que hoy sufren la esclavitud de la dependencia. Además de estar en Italia, iremos a Suiza, Alemania, Francia, Polonia y Portugal, es decir, a países donde existen Fazendas, y estas 60 personas darán su testimonio de vida. Con nosotros ellos encontraron una vida nueva, por esto decidieron emprender una experiencia misionera y evangelizadora durante tres meses en Europa. Hicieron un gran esfuerzo para pagar el pasaje aéreo, como signo concreto de un testimonio gratuito». ¿Por qué motivo visitan el Centro del Movimiento de los Focolares? «Porque nuestro gran deseo – responde Nelson Giovanelli- es que tengan la ocasión de conocer los orígenes del carisma que le dio las raíces a las Fazendas». Y recuerda cuando, en 1990, escribió una carta a Chiara Lubich compartiendo con ella esta llamada suya a amar a “Jesús abandonado en las personas que eran víctimas de la droga”. Chiara lo alentó a seguir el impulso del Espíritu. Hoy en día son más de 124 las Comunidades de Vida esparcidas en distintas partes del mundo. Reciben a más de 3.000 jóvenes empeñados en liberarse de la dependencia de la droga, a través de un descubrimiento personal de la dignidad y de los valores de la vida. En Europa, hay 14 Fazendas y en estos meses se inaugurarán otras 4 (en Francia, Polonia e Italia).
En las “Fazendas da Esperança”, las personas voluntariamente se dedican, con esfuerzo y gratuidad, al servicio de los jóvenes y constituyen la comunidad de la “Familia de la Esperanza”. «Mi padre era alcohólico, no creía en el amor…- cuenta Priscila, joven argentina-. Cuando encontré la Fazenda y me quedé como voluntaria en ella, recuperé la relación con él, después de 15 años de lejanía. Lo perdoné y poco a poco él dejó el alcohol. El perdón para mí es todo, la síntesis de mi vida: a Dios lo encuentro en el amor que doy». Jesús Morán, copresidente de los Focolares, les llevó los saludos de María Voce y les agradeció por su testimonio evangélico. Les deseó a todos «que estén siempre cerca del hombre que sufre, de Jesús abandonado, para que “todos sean uno”, comenzando por los últimos» Su estadía en Italia tiene prevista la visita a Asís, la ciudad de san Francisco y a la ciudadela internacional de Loppiano, donde participarán en el Meeting “Pulse” y en la tradicional fiesta de los jóvenes del 1º de mayo.
Abr 21, 2017 | Focolare Worldwide
Todos los años, en el hemisferio norte la primavera se abre unos días antes con respecto al calendario, para quien recuerda a Chiara Lubich. El 14 de marzo fue todo un florecimiento de iniciativas y citas, en todos los rincones del mundo, con características y matices distintos, para recordar a la fundadora de los Focolares, el día del aniversario de su fallecimiento, o mejor dicho de su nacimiento al cielo, que ocurrió en el 2008. En el 2017 esta especial y sentida conmemoración se vinculó con otra, el 50º aniversario de la fundación de Familias Nuevas la rama del Movimiento que abraza a 800 mil familias de todos los continentes que se proponen vivir la espiritualidad de la unidad e irradiar en sus ambientes con los valores de la fraternidad universal. Chiara Lubich y la familia es un binomio muy fuerte. Evidenciado por la atención especial y el justo relieve que le dio la fundadora a un “designio audaz, bellísimo, exigente”, en el cual “valores inmensos y preciosísimos, proyectados y aplicados a la humanidad, pueden transformarla en una gran familia”. “Aquí, delante de ustedes, me parece ver a Jesús que mira al mundo, mira la multitud y tiene piedad –había dicho Chiara Lubich en el histórico discurso de fundación de Familias Nuevas, el 19 de julio de 1967- porque, en esta porción de mundo, se ha puesto sobre sus hombros las realidades más fragmentadas, más parecidas a Él abandonado (…) Que esta piedad no se quede en el campo sentimental sino que se transforme en obras”.
Obras que hoy día son visibles: iniciativas culturales, apoyo a menores, seminarios para familias, ayuda a los separados, proyectos sociales y educativos que ponen de relieve el valor antropológico y universal de la familia dentro de la “gran familia humana”. La concreción es propia de esta “primera célula” de la sociedad, como fue fuertemente subrayado también en los dos Sínodos sobre el tema (2014-2015) cuyos contenidos fueron expresados en la exhortación apostólica Amoris laetitia del Papa Francisco, de la cual precisamente en estos días se recuerda el primer aniversario de publicación. “La alegría del amor”, de la que habla el Papa, está bien representada en las mil voces y en los rostros de las familias de los cinco continentes llegadas a Loppiano (Italia) el marzo pasado, para participar en el evento (mejor dicho en los múltiples eventos internacionales) “FamilyHighlights”, tres días para aprender el arte de la reciprocidad («La vida matrimonial es como un barco, comentaba una familia de Perú: si uno rema solo hace un enorme esfuerzo»), es ese “arte de amar” el que da la fuerza a la familia para regenerarse a sí misma, mediante la confianza, el perdón, la responsabilidad, la creatividad, la acogida, el apoyo.
El evento de Loppiano fue el eje alrededor del cual, antes o después, se desarrollaron más de cien manifestaciones en todo el mundo, a partir del primero, el 27 de enero en El Cairo (Egipto) y después en los meses siguientes (aunque todavía hay algunos en curso) en Panamá, Croacia, Italia, Uganda, Tanzania, USA, Brasil, Francia, Kenia, Lituania, Australia, Bélgica, Canadá, Brasil, Burundi, Singapur… en donde se presentaron experiencias concretas y seminarios sobre el tema de la educación, la relación de pareja, la acogida, historias cotidianas de heroísmo desconocido en lugares donde hay guerra, de solidaridad en situaciones difíciles o a favor de los pueblos menos favorecidos, junto a talleres, espectáculos, momentos de fiesta o de oración en común. Si bien, es difícil nombrarlos todos y describir las características que cada evento tuvo en las distintas latitudes, es imposible no reconocer, en este festivo despliegue de luces –casi como fuegos artificiales– realizados en sinergia con otros Movimientos, representantes de Iglesias, religiones e instituciones civiles, esas “semillas de comunión de la humanidad del Tercer milenio” que Chiara Lubich profetizó en 1993.
Abr 10, 2017 | Focolare Worldwide
«Un atentado no sólo a los cristianos sino al pueblo, a la religión», así perciben los miembros del Movimiento de los Focolares de Egipto las matanzas que tuvieron lugar el Domingo de Ramos. Las comunidades de los Focolares subrayan la solidaridad inmediata demostrada por parte de muchos musulmanes que se ofrecieron a donar sangre en los hospitales. «El pueblo egipcio tiene una profunda religiosidad, por eso tanto los musulmanes como los cristianos se sintieron llamados a reforzar su fe después de los atentados», dijo un miembro del Movimiento. Dos iglesias cristianas coptas fueron el blanco elegido por los terroristas: una en la ciudad de Tanta, en el Delta del Nilo, y la otra en Alejandría, la segunda ciudad del país norafricano. En Tanta fue atacada la Iglesia de San Jorge, provocando 27 víctimas. En Alejandría, la Iglesia que pusieron en la mira fue la de San Marco, donde mataron a 18 personas. El presidente de Egipto Abd al-Fattah al-Sisi declaró el estado de emergencia por tres meses, en los cuales se suspende el derecho a las manifestaciones de todo tipo, entre otras limitaciones. Los atentados coincidieron con la celebración del Domingo de Ramos que marca el inicio de la semana litúrgica más importante para los cristianos. «Fue un verdadero inicio de la Semana Santa», escriben. «Nos venía a la mente, especialmente, el pasaje del Apocalipsis que describe una “multitud inmensa… de toda nación… que llevará palmas en las manos” y había “lavado sus vestidos… en la sangre del Cordero” (cfr. Ap. 7,9.14). El Santo Padre, el domingo en la mañana en la plaza San Pedro, rezó «por las víctimas del atentado», expresando sus condolencias «a mi querido hermano, el papa Teodoro II, a la Iglesia Copta y a toda la querida nación egipcia». Y concluyó: «Que el Señor pueda convertir los corazones de quienes siembran el terror, la violencia y la muerte».
Abr 8, 2017 | Focolare Worldwide
Félicité: Habíamos colocado todas nuestras esperanzas en nuestro hijo mayor. Era de verdad el más brillante de nuestros hijos: inteligente, colaborador, capaz. En 2008 gané un concurso como epidemióloga y me tuve que mudar a Bobo-Dioulasso, en Burkina Faso. Mi marido en cambio se quedó en Benín: tenía que ocuparse de las dos empresas de la familia que debido a la fuerte recesión económica estaban en crisis. Pero la soledad y la gran preocupación perjudicaron su salud. Preocupados por los hechos, decidimos cerrar una de las dos empresas y confiar la gestión de la otra – una agencia de viajes- a nuestro hijo. Isaac: Para recuperarme fui a Burkina a encontrarme con Félicité, pero de vez en cuando volvía a Benín para asegurarme del buen manejo de los negocios. Aunque notaba que algunas reglas no estaban siendo respetadas, no me había dado cuenta del enorme agujero económico que en dos años llevó la empresa a la quiebra. Como los pagos no estaban siendo respetados, confiscaron todos los bienes de la sociedad y cerraron las cuentas bancarias. Estando en Benín descubrí que nuestro hijo había sido engañado. Teniendo todavía confianza en él, le di algunos cheques firmados en blanco. Pero imprevistamente desapareció: nadie tenía noticias suyas, no sabíamos si estaba vivo o muerto. La deuda era altísima y yo, siendo todavía el titular de la empresa, corría el riesgo de ir a la prisión. Con Félicité nos comprometimos en pagos en cuotas, convenciendo a los acreedores que era una víctima inocente de la mala administración de nuestro hijo. ¿Cómo podía imaginar que mi hijo mayor habría abusado de mi confianza y que, peor, habría desaparecido sin dejar huella? Él no era más mi hijo. No me quedaba otra cosa que hacer, que borrarlo completamente de la memoria. Félicité: Para mí la herida era más profunda. Temía que, por no enfrentar la ira de nosotros sus padres, se hubiese suicidado o hubiera sido raptado por los acreedores. Viví unos meses durísimos. Fue muy grande la sorpresa cuando, en ocasión de mi cumpleaños, recibí sus saludos a través de internet. Isaac, sin embargo, no quería perdonarlo y mucho menos buscarlo. Justo en ese período fuimos invitados a un encuentro en Costa de Marfil organizado por los Focolares. Allí, en un video, vimos que Chiara Lubich explicaba que, en las situaciones difíciles hay que ser como la gallina que cuando un pollito se cae en una zanja, baja con todos los pollitos a buscar a ése que se cayó. Muy impresionados por esta enseñanza, compartimos nuestra situación con las otras familias y todas nos animaron a ir a buscar a nuestro hijo.
La misericordia venció a la cólera. Después de una misa para confiarle al Señor el largo viaje, fuimos a Níger pues un amigo suyo nos había dado un número de teléfono de ese país. Era la única referencia que teníamos. Después de haber atravesado dos países, llegamos a la capital, lo llamamos y él llegó enseguida al estacionamiento donde estábamos. Estaba muy contento de vernos y sobre todo de experimentar nuestro amor a pesar de todo. Había adelgazado mucho, estaba lleno de problemas que bien o mal trataba de resolver. Nosotros le aseguramos que la solución la habríamos encontrado juntos. La acogida y la paz que había vuelto le permitieron retomar vuelo, que se concretó con algunas importantes etapas resolutivas: arrepentimiento, vuelta a Dios y a la oración, renacimiento profesional, noviazgo y matrimonio. Isaac: Finalizando esta experiencia, podemos decir que comprobamos que la Misericordia y la Paz son las armas que no hacen libres.
Abr 4, 2017 | Focolare Worldwide
El focolar del Himalaya del este, en Kalimpong, se abrió el 9 de septiembre de 2016, cuando tres focolarinos entraron en la casa ofrecida por el Obispo de la diócesis de Darjeeling, Mons. Stephen Lepcha. Ubicada a una altitud de 1250 metros, Kalimpong es una ciudad central en la diócesis, de la que se puede llegar – con algunas horas de viaje – tanto a las varias ciudades importantes de India (Darjeeling, Kurseong, Siliguri, Sikkim), como a Nepal y Bután. «Ya desde el inicio de junio viajamos a esa región para buscar una casa adecuada para abrir el focolar – cuenta Vivek de India – y el Obispo nos ofreció una en Kalimpong. En estos meses de espera ha habido varias ocasiones para encontrar a grupos de jóvenes (tanto en las parroquias como en las escuelas), familias, sacerdotes, religiosos y religiosas, además de personas involucradas en el diálogo interreligioso. Nosotros ofrecimos a todos la espiritualidad de la unidad que tratamos de vivir. El Obispo, de hecho, considera al Movimiento de los Focolares con su espiritualidad, como un elemento muy actual (“need of the hour”) para renovar tanto a la comunidad cristiana en su diócesis como al tejido de las relaciones interpersonales en la sociedad local».
«Apenas abrimos el focolar, experimentamos una gran acogida – agrega Rey, filipino – tanto por parte de nuestra comunidad en la India como de las personas del lugar, que nos han inundado con bienes de todo tipo para el focolar y la comida para los primeros días. Para nosotros era un signo de la bendición de Dios hacia esta nueva iniciativa». La noche anterior a la inauguración de la casa del focolar, las focolarinas de Delhi trajeron unas camándulas bendecidas por el Papa Francisco. «Recibiendo este regalo, uno de nosotros dijo que regalaría a alguien más su camándula. Esta propuesta no le gustó a otro de los presentes, así que la situación se puso un poco tensa. ¿Qué hacer? Sin duda no podíamos inaugurar el focolar al día siguiente, si entre nosotros no había unidad y armonía. Así que nos quedamos hasta pasada la medianoche, con tal de aclarar los malentendidos. De esta forma restablecimos la unidad y la presencia espiritual de Jesús en medio nuestro, que valía mucho más que todo los preparativos, que queríamos de todas formas cuidar».
Durante la inauguración, el Nuncio apostólico nos deseó «que la nueva casa del focolar sea un instrumento en las manos de Dios para realizar los ideales y la espiritualidad del Movimiento de los Focolares». El Obispo dio su bendición, ante unas 50 personas, evidenciando el aporte del Movimiento en el campo del diálogo interreligioso y el testimonio dado al Evangelio a través de la vida. En el pasado mes de enero, el Obispo Mons. Vincent Aind, de la cercana diócesis de Bagdogra, invitó a dos focolarinos para que ofrecieran unas reflexiones espirituales en un retiro de sacerdotes. «El tema se centraba en el ministerio público de Jesús y, en especial, en su actitud hacia los extranjeros. Fue una ocasión para entregar a los sacerdotes nuestra dinámica de construir en la sociedad relaciones basadas en el amor evangélico».
«En estos últimos meses – concluyen Vivek, Rey y Jonathan Lara, quien también es filipino –, estamos dictando una sesiones formativas a los estudiantes sobre liderazgo y desarrollo de la personalidad en algunas escuelas cercanas y en la colinas circundantes. Recientemente, nos pidieron además dictar unas sesiones formativas para los docentes. Hay muchas ocasiones para ofrecer nuestra espiritualidad a los jóvenes y niños a través de estas sesiones. Es un desafío para nosotros el hecho de entender juntos cómo es mejor proceder para llevar la luz del Evangelio en estas tierras montañosas y fértiles».
Abr 3, 2017 | Focolare Worldwide, Senza categoria
El aniversario de los 500 años de la Reforma, después del histórico encuentro en Lund – Suecia – entre la Federación Luterana Mundial y la Iglesia católica, el 31 de octubre pasado, sigue suscitando en el mundo entero un sinnúmero de iniciativas. El pasado 18 de marzo, la Asociación católica para el Ecumenismo Athanasios en Willibrord y el Movimiento de los Focolares, promovieron el encuentro “La unidad en marcha”. La fecha elegida fue la semana del aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich, cuyo compromiso por la unidad de los cristianos es bien conocido. Para esta ocasión llegaron a la ciudadela de los Focolares en Marienkroon, Nieuwkuijk (a unos 100 km de Ámsterdam), 380 personas entre las cuales estaban los líderes de las principales denominaciones cristianas. Un pueblo en marcha, tal como subrayaba también el lugar del evento: una gran carpa blanca, abarrotada hasta el último asiento, con otra sala conectada. Durante unas cinco horas, incluida la pausa del almuerzo, se subsiguieron reflexiones, testimonios, cantos y momentos artísticos. El punto culminante del encuentro fue un momento común de Oración, del mismo estilo del de Lund. La gran afluencia, pero sobre todo la atmosfera fraterna que se creó entre los presentes, incluidos los jefes de las Iglesias, convirtió este día en una etapa histórica, como afirmó el director de la Asociación Católica para el Ecumenismo, Geert van Dartel. Al mismo tiempo fue «una fiesta ecuménica», como expresó uno de los participantes.
«La unidad en la diversidad no es algo que podemos “fabricar” nosotros, sino que es un don de Dios», dijo en la apertura el ponente principal del congreso, Hubertus Blaumeiser, experto católico de Lutero y miembro del Centro internacional de estudios de los Focolares, la “Escuela Abba”. Con una mirada a la agenda ecuménica después de Lund, agregó, citando a Chiara Lubich: «La partitura está escrita en el Cielo». A nosotros nos toca saberla leer. En todo caso – siguió –, desde que Jesús en la cruz dio su vida por todos, la unidad ya nos ha sido donada. La parte que nos corresponde es la de darle respuesta. Se explica así el primero de los cinco “imperativos ecuménicos” rubricados en Lund, el cual recomienda partir siempre de la perspectiva de la unidad y no de la separación. Pero ¿cómo hacer de manera que esta unidad se concretice, en medio de situaciones a menudo difíciles, después de siglos de división? Poniéndonos a la secuela del Dios trinitario y de Jesús, todos nosotros estamos llamados a un éxodo – dijo Blaumeiser –, es decir a salir de nosotros y a aprender a «pensar y vivir partiendo del otro», y esto «no sólo a nivel individual, sino también de Comunidad de fe». En definitiva, el ecumenismo es un camino con Jesús: de la muerte a la resurrección. «La unidad nace allá, donde tenemos el valor de no huir ante las dificultades, sino de entrar con Jesús en la herida de la separación, acogiéndonos el uno al otro aun cuando esto puede ser laborioso o doloroso». A este propósito, los “imperativos ecuménicos” afirman que es necesario dejarnos cambiar por el encuentro con el otro y por tanto buscar la unidad visible y testimoniar juntos la fuerza del Evangelio. Quienes respondieron a estas perspectivas fueron el Obispo Van den Hende (Presidente de la Conferencia de los Obispos católicos de Holanda), el Dr. De Reuver (Secretario general de las Iglesias protestantes de los Países Bajos) y Peter Sleebos (quien fue coordinador nacional de las Comunidades Pentecostales). En sus intervenciones, comentando las líneas directrices expuestas, agregaron nuevos inputs y elementos de reflexión, partiendo cada uno de su propia tradición. Al empezar la tarde, algunos testimonios ecuménicos mostraron en la práctica lo que Chiara Lubich definió el “diálogo de la vida”. Luego un foro con los ponentes. «Este sábado – comentó uno de los participantes – fuimos capaces de “tocar” juntos notas muy hermosas de la partitura que está en el Cielo» . «Este encuentro – declaró el pastor René De Reuver a la revista católica – fue muy especial. Experimenté la presencia de Cristo en el entusiasmo, en la comunión y en la pasión por la unión con Él. Esto no quita las diversidades, pero nos lleva a enriquecernos recíprocamente».