Movimiento de los Focolares
Fraternidad episcopal

Fraternidad episcopal

Vescovi Braga 6Cada verano, obispos provenientes del mundo entero pasan juntos un periodo de descanso que les permite compartir sus vivencias y preguntarse cómo ser Iglesia, signo e instrumento de unidad, en los más variados escenarios de un mundo global surcado por tensiones y contradicciones. Este año se reunieron del 2 al 11 de agosto en Braga, Portugal. «Hoy en la Iglesia vivimos el momento de la unidad y de la comunión; es un momento en el que estamos invitados a experimentar a Dios juntos. No estamos aquí sólo porque somos obispos sino porque somos hermanos. Deseamos ser como los Apóstoles con Jesús, un cuerpo de hermanos». Estas son las palabras de la homilía pronunciada por el Card. João Bráz de Aviz durante la Misa en la Capilla de las Apariciones, con ocasión de la peregrinación de 67 obispos de 27 naciones a Fátima el pasado 4 de agosto. Vescovi Braga 4«Durante estos días hemos sido realmente felices. Hemos vivido como hermanos. Nos hemos sentido libres y hemos podido abrir el corazón el uno al otro. Entre nosotros ha estado realmente el único Maestro. Nos hemos sentido en la casa de María», dijo el Card. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok y moderador del encuentro, resumiendo al final de ese periodo la experiencia realizada. Los obispos fueron acogidos, por invitación de Mons. Jorge Ortiga, arzobispo de Braga, en el Centro apostólico “Mater Ecclesiae”, a la sombra del Santuario de Nuestra Señora de Sameiro. Era un ambiente muy adecuado para poder tratar, en un clima de distensión, cuestiones como el escenario que nos presenta el mundo de hoy, con el experto en política internacional Pasquale Ferrara, o la reforma de la Iglesia, siguiendo el surco trazado por el Papa Francisco, con el teólogo Piero Coda. Teniendo todo esto como telón de fondo, los presentes se han preguntado cómo ser obispos con un estilo sinodal y actuar una cultura pastoral marcada por la comunión. Vescovi Braga 1Las sesiones plenarias y los encuentros de grupo, los paseos y los momentos de sobremesa, han servido para poner en común situaciones dolorosas y señales de esperanza: el grito angustiado que se eleva de las Iglesias de Oriente Medio; el crecimiento de una fecunda interacción entre comunidades eclesiales de base y nuevos Movimientos y Comunidades en una gran diócesis de Brasil – significativo ejemplo de lo que desea la Carta Iuvenescit Ecclesia publicada en junio por la Congregación de la Doctrina de la fe – ; los desafíos y las potencialidades que plantea la inculturación en un contexto plural como el de India; los frutos que pueden nacer cuando un obispo y sus auxiliares viven juntos y cuando un obispo logra hacerse hermano y amigo de sus sacerdotes; el duro trabajo de la evangelización en un contexto marcado por la pobreza como en Madagascar. Vescovi Braga 7 La participación de tres obispos de otras Iglesias durante un par de días – dos luteranos y un siro-ortodoxo, y una tarde de encuentro con siete obispos de Portugal, han sido fuente de un gran enriquecimiento. El encuentro tuvo como temática espiritual de fondo, por un lado, a Cristo crucificado en cuanto punto cardinal de la espiritualidad de la unidad y, por otro, la pasión por la Iglesia. Sobre estos temas intervinieron la presidente de los Focolares, María Voce (Jesús abandonado, ventanal de Dios – ventanal de la humanidad”) y el copresidente Jesús Morán (“La genialidad eclesial de Chiara Lubich y el carisma de la unidad”).

Jóvenes sirios, atletas del alma

Jóvenes sirios, atletas del alma

FB_IMG_1470750480992«Aprendí cómo transformar lo negativo en algo positivo y cómo transmitirlo a mis amigos» y no «estar desesperado frente a las dificultades». Estas palabras pronunciadas en un contexto como el que se vive en Siria, donde los jóvenes están «sometidos a constantes presiones psicológicas» adquieren un peso especial. «Desde Siria, lamentablemente, siguen llegando noticias de víctimas civiles de guerra, en particular de Alepo», recordó una vez más el papa Francisco en el Angelus del pasado 7 de agosto. «Es inaceptable – continuó- que muchas personas inermes –también muchos niños– deban pagar el precio del conflicto, el precio del corazón cerrado y de la falta de voluntad de paz de los poderosos». Y exhortó a todos a estar «cercanos con la oración y la solidaridad hacia los hermanos y las hermanas sirios». El clima de guerra es desgastante, aunque no faltan semillas de esperanza, y es en ellas en las que hay que afirmarse. «Sentíamos que teníamos que hacer algo distinto con los jóvenes, para apoyarlos desde el punto de vista espiritual y humano», cuentan Lina Morcos y Murad Al Shawareb, educadores del Movimiento de los Focolares, «y así fue que nació la idea de invitar al Sr. Noha Daccache, libanés, del Sagrado Corazón, docente de la universidad con especialización en lo social. Hemos elegido profundizar en el año de la misericordia, “la misericordia en nuestra vida cotidiana y la oración”». «Ya desde la preparación –hecha por whatsapp– se sentía una gran madurez», que se manifestó en el desarrollo de los tres días (desde el 10 al 12 de junio pasados). La intervención del Sr. Noha sobre la misericordia y la oración, y sobre la Sagrada Escritura –que tocaba la vida espiritual de los jóvenes– generó preguntas y reflexiones.FB_IMG_1470750449838_b «El primer día nos dimos cuenta de que estábamos muy estresados por causa de la situación que estamos viviendo, por lo tanto, hicimos una hora de diálogo y después alguien propuso hacer un momento de oración. Fue un momento muy fuerte con cantos y meditaciones, en el que los jóvenes rezaron espontáneamente pidiendo con mucha fe el don de la Paz». «El segundo día profundizamos varios aspectos de la vida que impiden la plena correspondencia a lo que Dios nos pide cada día. Mientras que el último día, el escrito de Chiara Lubich “Mejor que ayer”, proporcionó mucha luz porque nos indicó una clave concreta para amar a Jesús cada vez mejor». «Comprendí que tenía que vivir el momento presente con solemnidad, ofrecer el dolor y vivirlo por Jesús; todo lo demás es secundario – escribe una chica- . Durante la oración sentí que Jesús me decía: estoy contigo». «Ustedes son jóvenes muy capaces -dijo el Sr. Daccache cuando se marchaba-. Los llevo a todos en el corazón y rezamos intensamente por la Paz». Maria Chiara De Lorenzo

Nada es imposible al amor

Nada es imposible al amor

Experience-01Nadie de mi familia conocía a los Focolares y, por lo que recuerdo, el impulso de asistir todos los sábados al encuentro para profundizar el Evangelio se debía al hecho de que había encontrado gente que me quería desinteresadamente. Nací y crecí en Ascoli Piceno (Italia), y cada año asistía a cursos de formación para jóvenes, consolidando así mi camino de fe. A los 19 años tuve que operarme la rodilla y en seguida se presentaron algunas complicaciones inesperadas. Mientras estaba todavía en el hospital, los médicos me dijeron que no podría jugar nunca más al voleibol y que mi pierna nunca tendría su completa movilidad. En ese momento comprendí claramente el significado de la frase: “Dios es un ideal que no se derrumba” y decidí confiarme a Él. Si no podía practicar más ningún deporte, El encontraría seguramente otra cosa que me gustara hacer. Después de los estudios superiores ingresé en la universidad, pero cada sábado volvía a mi ciudad para trabajar como animador en la parroquia, aprovechando mi capacidad de preparar juegos para los adolescentes y los jóvenes. Aunque no podía jugar, descubría que era igualmente muy divertido y gratificante hacer jugar a los otros, tal vez ¡sometiéndolos a pruebas de acrobacia! En esos años comencé a advertir en el corazón un fuerte llamado de Dios a gastar mi vida por El en los demás. En la Mariápolis del 2007, después de haber recibido a Jesús Eucaristía, sentí en el corazón cuál era mi camino: llevar el carisma de la unidad a mi diócesis. Era una elección total de Dios, puesta al servicio de una realidad particular. Esta zambullida en Dios me llevó a vivir la vida en la plenitud de la alegría, y de modo particular me permitió enfrentar una situación que humanamente nunca hubiera logrado enfrentar. En el 2010, comencé a tener nuevos problemas en la pierna operada, después en la otra, en la espalda, y en el plazo de pocos meses hacía mucho esfuerzo para caminar y estar de pie. Los médicos no encontraban la explicación, y, dado que faltaba poco para graduarme, supusieron que era una especie de agotamiento nervioso o depresión. Yo seguía sintiendo en el corazón la alegría de vivir junto con mis compañeros de aventura ideal y no comprendía lo que me estaba pasando. Una noche, me refugié en la iglesia y recé delante de Jesús Eucaristía: “Si es tu voluntad que comience un tratamiento, dame una señal. Si, en cambio, tengo una enfermedad extraña, haz que lo comprenda, porque yo quiero seguir siendo un don para los demás”. Luego de un enésimo análisis se descubrió que yo sufría una rara enfermedad genética que desencadenaba toda la otra problemática que estaba viviendo y que aún ahora me obliga a convivir con un dolor crónico. Enseguida mi cabeza fue invadida por todo tipo de pensamientos, preguntas y angustia. ¿Cómo haría para seguir viviendo por los demás? Comprendí que el Amor de Dios no cambiaba ni siquiera frente a todo este dolor, tal vez yo lo percibía de forma distinta, pero su amor era siempre inmenso. ¿Qué podía hacer entonces? Seguir amando y construyendo la unidad con todos, aunque ahora fuera más difícil, aunque tuviera ganas de estar solo. Algunos meses después me pidieron que atendiera a un grupito de chicos muy jóvenes. Pensaba: ¿podré? Dejé de lado los miedos y decidí ponerme otra vez al servicio de los demás. Hoy debo decir que, en estos años, los muchachos del grupo a menudo han sido mi fortaleza y los que me han dado ánimo. Porque amando todo se supera. Son muchas las ocasiones que nunca hubiera imaginado que lograría sostener físicamente, y sin embargo lo logré, constatando que de verdad “Nada es imposible para Dios”.

Mariápolis en Tierra Santa

Mariápolis en Tierra Santa

Mariapoli-2016-TS_02 «Fueron días espléndidos, sentí paz y seguridad. El diálogo en los grupos fue muy enriquecedor, especialmente en el de las familias». «Agradezco a Dios por la gracia que recibimos también como pareja. Entre nosotros dos estábamos discutiendo un poco, pero aquí muchas cosas cambiaron. Ahora estamos felices y dispuestos a comprometernos en cualquier actividad». «Por primera vez estuve ayudando donde se encontraban los más chiquitos: una experiencia muy especial. De ellos aprendí la sencillez y cómo vivir el amor en lo cotidiano». «Sentí que debo aceptar al otro así como es. ¡Estoy cargado de energía para seguir avanzando!». Éstas son algunas impresiones, como tantas otras, que la gente expresa en todo el mundo donde está en curso alguna Mariápolis, la cita típica de verano de los Focolares. Hasta aquí, nada nuevo. Lo extraordinario es que estas impresiones provienen de la sufrida Tierra Santa. «Nuestra Mariápolis –escriben desde Jerusalén- se desarrolló desde el 30 de junio hasta el 2 de julio, en Jenín, Palestina. Un lugar muy lindo, que favorece la distensión, que ayuda a profundizar el hilo de oro del programa que invitaba a experimentar la misericordia de Dios y con los hermanos. Asistieron 230 personas de distintas localidades; muchas de ellas participaban por primera vez, entre ellos muchos jóvenes y niños. Había también 20 personas de la Franja de Gaza que para la ocasión lograron obtener el permiso para salir del país». «Entre los participantes más representativos se encontraba el arzobispo melquita de Galilea Mons. Georges Bacaouni, cuyas palabras –según escribió un participante- fueron de gran luz, porque nos alentaban a todos a vivir de modo que alrededor nuestro se viera que amábamos a Jesús». Mariapoli-2016-TS_04«Estando en el Año de la Misericordia, estaba previsto también un espacio que llamamos “de tú a tú con Dios”. Después de un profundo examen de conciencia delante de Jesús Eucaristía, cada uno podía escribir los pasos que sentía que tenía que dar para crecer en el amor hacia Dios y hacia los demás. Luego quemaba el papel en una gran fogata, símbolo de la misericordia de Dios. Después de este momento solemne, una señora de Gaza nos confesó con muchísima alegría: “Yo lo hice, perdoné a todos.  Ahora recomienzo desde el principio”». Algunos reencontraron la relación con los Focolares después de mucho tiempo: «Vuelvo a la Mariápolis después de 15 años, pero la estoy viviendo como si fuese la primera vez. Escuchando los temas de Chiara Lubich comprendí que en cada momento es posible retomar el paso con los demás, es suficiente recomenzar  y amar en el presente. Experimenté nuevamente que cuando estamos juntos existe una fuerza especial que nos da la energía para ir adelante».  

La JMJ empieza ahora

La JMJ empieza ahora

2016-LA STANCHEZZAAnthony es de Chicago y ha venido con otros 26 amigos a la JMJ. Nos cuenta: «Estoy acostumbrado en mi ciudad a que cada uno se ocupe de sí mismo, sin preocuparse por el otro. Mientras íbamos caminando para llegar al Campus Misericordiae, una persona salió de su casa y nos regaló una bandeja llena de helados… Otra persona nos dio agua… ¡No me lo podía creer!». Antonel es rumano de origen húngaro: «Aunque vivo en Rumanía, hablo poco el rumano y tengo poco contacto con los rumanos. En realidad, nosotros nos sentimos húngaros, no rumanos. En la JMJ estuvimos juntos, un grupo rumanos y húngaros, y ha sido una experiencia increíble: he aprendido más de la lengua rumana en esos días que durante toda mi vida; he sentido que de veras somos hermanos. ¡Se han caído muchos prejuicios!». Y Ana de Italia: «Llevábamos maletas muy pesadas; una familia nos invitó a entrar en su casa y nos ofreció guardárnoslas hasta el día siguiente, cuando regresáramos del Campus Misericordiae. No creíamos a nuestros oídos. Después, al regreso, nos invitaron a entrar en sus casas para ofrecernos bebidas, un poco de descanso y alimento. Nos hemos quedado allí un rato y después hemos seguido adelante…». 20160308messaGMGSon una marea… Acaban de llegar de Cracovia después de más de 10 horas de viaje para lograr cubrir 180 km. Están cansados pero felices, llenos de empuje y de entusiasmo. Las palabras del Papa han entrado profundamente en sus corazones. «La JMJ, podríamos decir, empieza hoy y sigue mañana, en casa, porque es allí donde Jesús quiere encontrarte de ahora en adelante – había dicho el papa Francisco en la  misa en el Campus Misericordiae– . El Señor no se quiere quedar solo en esta bella ciudad o en los lindos recuerdos, sino que desea ir a tu casa, habitar en tu vida de cada día: en el estudio y los primeros años de trabajo, en las amistades y los afectos, en los proyectos y los sueños». Son más de 600 y, después de la experiencia inolvidable de la JMJ, se encuentran durante 5 días en Jasna sobre los Montes Tatra en Eslovaquia. Quieren hacer que penetren en sus vidas las palabras del Papa Francisco y entender juntos cómo ponerlas en práctica en su diario vivir. Son jóvenes del Movimiento de los Focolares de 33 Países, desde Australia al Brasil y Argentina, de Portugal a Rusia. La experiencia de acogida y fraternidad que han vivido – además de las palabras del Papa – no las olvidarán jamás. Les esperan días intensos. El título del encuentro es significativo: You Got(d) Me! (me has raptado, pero también yo a Ti, Dios).  En el programa, de hecho, además de sumergirse en la hermosísima naturaleza de los montes Tatra, se tratarán 3 temas esenciales para la vida de toda persona: la relación con Dios, la relación consigo mismo y la relación con el otro. Todo esto teniendo muy presentes las palabras del Papa y con el deseo de no dejar que nadie les “quite la libertad” de hacer opciones valientes para llegar a ser verdaderos “constructores del futuro”. 20160308VegliaGMGEl primer día no paran de contar. De la acogida recibida, de la ayuda mutua, de las sonrisas, de los intercambios realizados… Y, claro está, ¡del Papa! De su invitación a advertir que «Jesús te llama a dejar tu huella en la vida, una huella que marque la historia, que marque tu historia y la historia de muchos». A no ser «jóvenes-sofá, sino jóvenes con los zapatos, mejor aún, con las botas puestas». Domenico de Camerún resume en pocas palabras la impresión de muchos, es decir que «el mundo unido es posible, que podemos llegar a la fraternidad universal». «Como decía el Papa, debemos construir puentes y estrecharnos las manos. Tenía ganas de juzgar a los países que hacen muchas guerras en África y, mientras hablaba el Papa, sentía que tenía que cambiar mi mentalidad y empezar a construir esos puentes. Construyendo puentes llegamos a la fraternidad pero con el odio los destruimos. Jesús me ha permitido redoblar mi fe. Muchas veces en mi vida me he preguntado por qué existe el dolor en el mundo y he comprendido que en él está Jesús que se ha hecho fealdad para embellecerlo todo. Quisiera ser un instrumento para los demás, ser un protagonista en la construcción de puentes. Si nosotros de verdad ponemos las manos en la masa, llegaremos con seguridad a vivir el testamento de Jesús: que todos sean uno». Y Eva de Eslovaquia: «Nos ha impresionado cuando el Papa Francisco ha bendecido nuestros sueños y nuestros pies, queriendo significar de esta manera que bendecía cada esfuerzo que habíamos realizado». «Nos esperan días intensos – concluyen – pero la JMJ nos hace ver que es posible un mundo nuevo…. ¡A nosotros nos toca construirlo en los pasitos que damos cada día!».   Homilía del Papa Francisco durante la Misa de la JMJ – Campus Misericordiae 31 de julio de 2016 Vigilia de oración junto con los jóvenes – Discurso del Santo Padre 30 de julio de 2016 Via Crucis con los jóvenes  – las palabras del Papa  

Bruno Venturini, testigo de misericordia

Bruno Venturini, testigo de misericordia

BrunoVenturini_a«Ha sido para muchísimas personas un verdadero testigo de la misericordia infinita de Dios – escribe Maria Voce a los miembros del Movimiento –, que ahora ciertamente experimenta en su plenitud». Nacido en Pistoia, el 8 de septiembre del 1926, tuvo su primer contacto con el Movimiento naciente en diciembre de 1949, con ocasión de una visita de Graziella De Luca a su ciudad – también ella una de las primeras focolarinas – para encontrarse con Pasquale Foresi. Fue ordenado sacerdote en 1978, y asumió muchas tareas en el Movimiento, pero “una de las mayores gracias que he tenido – dirá – ha sido la de compartir el encargo del aspecto de la Economía y el Trabajo por más de 30 años con Giosi Guella, una persona excepcional; y experimentar la intervención constante de la Providencia que me hacía sentir que estamos en las manos de Dios”.

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Bruno Venturini (el tercero a la derecha). Siempre estuvo muy cerca de Chiara Lubich.

Ha estado siempre muy cerca de Chiara Lubich, en especial durante los últimos años de su vida, en los cuales Bruno celebraba cada mañana la misa en la capilla de la casa de Chiara. Una experiencia que lo lleva a “una nueva intimidad con Jesús”, como confía a alguien. Bruno tenía un alma grande, capaz de acoger y de escuchar hasta el fondo a cualquier persona con un corazón rico de misericordia; esta característica suya la subraya también la presidente de los Focolares al indicar la coincidencia de su fallecimiento con el “día del perdón de Asís”. Los funerales se llevarán a cabo mañana 3 de agosto, a las 16,30, en el Centro internacional de Castel Gandolfo.