


“Habitandando” (Habitar andando) 2016
Quinientos kilómetros. Tres estudiantes de arquitectura colombianos, una lista de lugares, personas de Italia y Malta, paisajes y experiencias con los cuales confrontarse, privilegiando los lugares menos conocidos. «Estos son los ingredientes de una gira inspirada en los Grandes Tours que hacían los estudiantes recién graduados en Italia, para aprender en el lugar, para palpar, para hacer una experiencia directa», explican los arquitectos italianos Iole Parisi y Mario Tancredi, coordinadores del proyecto. Revelando así el origen del nombre, “Habitandando (Habitar-andando): el viaje como método, el territorio como aula”. Es un viaje que comenzaron el 29 de junio y concluyeron el 16 de julio: «Habitar, que quiere decir algo así como poseer; y andar, representa en cambio lo fugaz, lo errante. El territorio hay que poseerlo para poder comprenderlo y el viaje es el método de aprendizaje». El viaje, realizado por ‘Diálogos en Arquitectura’ junto con el taller itinerante de la Universidad de La Salle de Bogotá, con quienes desde hace años existe una fluida colaboración, tuvo un componente académico y una parte más experiencial. Las etapas del recorrido llevaron al grupo Habitandando (Habitar andando) a Catania, donde un grupo de arquitectos e ingenieros está trabajando en un gran proyecto – dirigido por Paolo Mungiovino – que consiste en la recuperación de un antiguo edificio histórico. Se trata del ex “Convento dei Crociferi”, situado en el centro histórico que será acondicionado como Museo Egipcio, gracias a un convenio con el Museo de Turín.
En Chiaramonte Gulfi (RG), después de un cálido recibimiento, con la presencia del vice-alcaldesa y algunos miembros del consejo comunal, conocieron la experiencia de la Cooperativa Fo.Co, que trabaja para responder a los desafíos actuales de Sicilia y de la región: la llegada de los emigrantes y refugiados. «Allí aprendimos cómo se puede conciliar el amor por la propia tierra con los desafíos de la integración; en forma capilar, atenta. Una verdadera lección de diálogo», cuentan Mario y Iole. En Calabria, la guía fue María Elena Lo Schiavo, vice-alcaldesa de Marina di Gioiosa Ionica: «Con su sencillez, nos mostró la conocida determinación de la gente de esta tierra que dice “no” a las pandillas, a través de muchos “sí”, al compromiso, a lo positivo, a la creatividad. Anna Cundari, arquitecta de Consenza, nos llevó al corazón del Parque nacional del Pollino, pasando por barrios de alto riesgo, abandonados, y nos hizo conocer a personas que por el amor a su propia tierra, también ellos dicen “si”, con fuerza y generosidad, restaurando y levantando, a menudo con sus propias manos, casas y capillas y, a través de ellas, devuelven también poco de alma a este territorio». En Pescara, los estudiantes y docentes de la Universidad de Annunzio, inspirados por el fuerte impulso social de la Universidad de Bogotá, se comprometieron en un difícil proyecto, en uno de los grandes barrios marginales de la ciudad adriática, habitada por gitanos e inmigrantes, involucrando escuelas y asociaciones. «La lista de los contactos de estos 15 días de viaje –concluyen los organizadores- sería todavía bastante larga, pero en síntesis nos parece que pudimos saborear una “belleza” que, lejos de apreciaciones estéticas, surge de las relaciones entre las personas y de la relación que ellas tienen con los territorios. De modo que la belleza de los paisajes, de las aldeas y de las ciudades se “encendió” gracias a las relaciones, al diálogo, al poner en relieve las buenas prácticas que todavía muchos, sin demasiado ruido, son capaces de poner en movimiento». Maria Chiara De Lorenzo

Comenzó la JMJ 2016

27 de julio: cita con los jóvenes del Movimiento de los Focolares en el contexto del Festival de la Juventud

El Evangelio vivido: querer todos el bien de los otros
Ludo-dependiente «Soy sacerdote. Un ex compañero mío del seminario que no continuó con los estudios para el sacerdocio cayó en los juegos de azar, convirtiéndose en víctima de ellos. Era un joven brillante. La esposa lo abandonó debido a las deudas que adquiría e inclusive su propia familia se desinteresó de él. Sus ingresos no logran cubrir los intereses de los bancos. Cuando se me acercó, pidiéndome ayuda, lo escuché durante largo tiempo, pero su preocupación era sólo la de lograr pagar las deudas, no quería otros consejos. Le presenté a un amigo médico y a un abogado: su situación de dependencia del juego era clara. Busqué posteriormente un centro que lo pudiese curar y también el abogado se comprometió a atenderlo gratis. Ahora está en un instituto y se está recuperando bien. Un día, mientras rezaba por él, me daba cuenta que la caridad, para ser verdadera, precisa el corazón, la mente y las fuerzas» (B. D. – Italia)
La vecina de casa «Mi vecina estaba en dificultades: se notaba por la forma de vestirse y por su tristeza. Una tarde la invité a mi casa, me contó que la enfermedad de su esposo había agotado todos sus ahorros y que la pensión que recibían era insuficiente. Mi marido y yo decidimos ofrecerle una parte de nuestros ahorros. Ella no quería aceptar porque no sabía cómo iba a hacer para devolvernos el dinero. Pero insistimos, seguros de que la Providencia nos habría ayudado en caso de necesidad. Poco después nuestra hija empezó a trabajar; precisaba un auto para trasladarse, pero lo que teníanos no nos permitía comprar el auto. Un pariente de nuestra vecina supo que teníamos esta necesidad y nos regaló un auto en perfecto estado que él no usaba más. El motivo de este gesto: “Supe lo que ustedes hicieron con mis tíos. Es lo mínimo que yo puedo hacer para agradecerles”» (R. F. – Francia)
Jugo de nabos rojos «Cristina, viuda desde hace algún año, no se detuvo ante las dificultades que aparecieron después de la muerte de su marido, al contrario, ella siguió con mayor compromiso ocupándose de los demás. En su trabajo tiene una colega, que también es viuda, que por su modo de actuar, era antipática para todos. Un día, viéndola especialmente pálida, Cristina le preguntó si tenía algún problema. La colega respondió evasivamente que no se encontraba bien y que tomaba muchos medicamentos. Cristina entonces empezó a pareparar para ella, todas las semanas, botellas de jugo de nabos rojos o de zanahorias. Sorprendida por estas atenciones, la colega le confió a Cristina: “Pienso que tu fuerza de ir hacia los demás es un don que te viene de Dios. Yo, en cambio, después de la muerte de mi marido, me llené solamente de rabia y dolor. Esta es mi verdadera enfermedad”» (C. K. – Hungría) Fuente: El Evangelio del Día, Editorial Città Nuova, Julio 2016
Embu, una comunidad a los pies del Monte Kenia
https://vimeo.com/171597089

En Man (Costa de Marfil), las Jornadas de la Misericordia
«”Un incendio nunca comienza con un gran fuego, sino siempre con una pequeña llama. Hoy, estamos aquí para encender esa llama”. Estas palabras de Mons. Gaspard Béby Gnéba, pronunciadas en las “Jornadas de la misericordia y de la fraternidad entre los pueblos” expresan cómo fue la experiencia que vivieron», escriben Vitoria Fransiscati y Bertin Lubundi desde la ciudadela de los Focolares en Man, la Mariápolis Victoria, al concluir las “Jornadas de la Misericordia”, organizadas por los Focolares por iniciativa del Obispo de Man, desde el 24 al 26 de junio pasado. La preparación dio pie a realizar una serie de encuentros entre las categorías más variadas, en una diócesis que cuenta solo con el 6% de personas bautizadas. Las ocasiones de diálogo, por lo tanto, ¡no faltaron! En la jornada de formación sobre la Fraternidad en la vida política, el 25 a la mañana, estuvieron presentes 15 jefes tradicionales y 18 imames de los 33 barrios de la ciudad. Resolución de los conflictos, pensamiento y experiencias sobre el “ejercicio del poder” según la espiritualidad de la unidad, fue uno de los temas que trataron juntos y que despertaron una viva polémica. Entre todos los testimonios, uno muy interesante, fue el del Imam Rev. Koné, de la mezquita más importante de Man. Habla de su relación con el obispo católico: “Fue él el primero en venir a verme, él me amó antes que yo a él. Elaboramos un trabajo en conjunto; ahora llegó el momento de ponerlo en práctica: deberemos instruir a nuestros fieles, aprender a respetarnos, aceptar nuestras diferencias y conocer la fe el uno del otro”. Estas jornadas comenzaron la noche anterior (viernes 24 de junio) con un concierto que tenía por título, “Muchos pueblos, una familia”, que contó con las actuaciones de algunos grupos artísticos de diversas etnias. Las Jornadas de la Misericordia despertaron la ciudad de Man con una marcha por la paz. Cristianos y musulmanes juntos, caminaron 7 km desde el centro de la ciudad hasta la ciudadela de los Focolares. Luego se realizaron una serie de visitas, para llevar regalos a 32 familias pobres, llegando así prácticamente a todos los barrios de Man. Los protagonistas fueron el obispo, con su delegación y las familias. «Momentos de emoción y de alegría de las personas que fueron visitadas, también por la sorpresa de ver que el obispo personalmente llevaba un regalo sin esperar nada a cambio, como lamentablemente sucede a menudo, sobre todo por parte de algunos políticos que lo hacen para “comprar un voto”, escriben desde Man. Un comienzo, para llegar a realizar un sueño, como lo expresó el Obispo: «Un proyecto de formación para quien tiene la responsabilidad en la sociedad: políticos, administradores, los que trabajan en el diálogo interreligioso», para continuar «viviendo la misericordia en la vida social» El reportaje de RTI (Radio Televisión de Costa de Marfil) en francés https://www.youtube.com/watch?v=yvsr0KwISTs&feature=player_embedded Maria Chiara De Lorenzo