Ene 16, 2016 | Focolare Worldwide
El pasado 8 de enero, no podía pasar desapercibida la presentación de la edición italiana del texto del estudioso chino, antes que nada por el lugar en el que se desarrolló, es decir, la sede de Radio Vaticana en Roma. El autor estudia estos temas desde hace años y ahora está finalizando su Doctorado de investigación en el IUS. Especialmente interesantes, además, fueron los aportes de los invitados que intervinieron junto con el autor: Mons. Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede y de Radio Vaticana padre Federico Lombardi, el historiador Agostino Giovagnoli y el vaticanista Gianni Valente. Sin embargo, lo que resonó más en los numerosos artículos publicados en los días siguientes en la prensa y en la web, es sobre todo el tema del desarrollo del cristianismo en China. Además ,Chiaretto Yan, en el texto “El Evangelio más allá de la Gran Muralla. Desafíos y perspectivas del cristianismo en China” (Emi 2015), lee el avance de las relaciones con la Santa Sede a la luz de la confianza y de la apertura al diálogo. Una lectura que encontró confirmación también en la intervención de padre Lombardi, quien recordó algunas expresiones del papa Francisco, plenas de significado. De hecho, el Santo Padre, en varias ocasiones, subrayó públicamente “su deseo de ir a China”: “muy libremente manifestamos que hay una búsqueda de caminos de diálogo con las autoridades” para encontrar soluciones a las cuestiones aún abiertas. Hay “un gran deseo de ir adelante”.
Existe una sustancial continuidad de perspectiva en la acción de los últimos tres pontífices, desde Juan Pablo II hasta Francisco. Mons. Celli, quien dio varias pistas para la reflexión, contó un episodio que vivió en primera persona y que expresa, más que muchas afirmaciones, la profunda atención y la participación con la que Juan Pablo II siempre acompañó la vida de los cristianos en China. “Ya estaba en silla de ruedas y me preguntó: ‘¿Usted cree que lograré ir a China?”. “El diálogo no es fácil – afirmó Mons. Celli – pero el camino es ir adelante, absolutamente”. El historiador Agostino Giovagnoli subrayó “la novedad en la continuidad” constituida por el enfoque más libre de Francisco al hablar de China. “Los chinos perciben su determinación en querer cambiar las relaciones entre China y Santa Sede – observó –. Esto da seguridad y borra ciertas incertidumbres del pasado”. También el periodista Gianni Valente mencionó una serie de recientes aperturas. La investigación de Chiaretto Yan evidencia el paso a través de distintas fases que, en medio de baches y de momentos a veces dramáticos que volvieron a abrir ciertas heridas, habla también de la resolución de las tensiones y de la percepción de un diálogo que está madurando. Diálogo que ha sido facilitado también por las mayores posibilidades de comunicación directa, después del black out que había marcado los años de la persecución.
En los últimos veinte años, la exigencia más sentida es la de acabar con la fracturas entre las distintas comunidades eclesiales, en nombre “de una única Iglesia y varias comunidades”. Es de 2007 la histórica Carta a los católicos chinos de Benedicto XVI, alto pronunciamiento del magisterio que pidió abandonar el conflicto interno y externo a favor del diálogo. El pleno reconocimiento con el que también papa Francisco selló dicho documento, no hace sino confirmar la intención de seguir el mismo camino. “El desafío para la Iglesia – concluyó Chiaretto Yan contestando a una periodista – es siempre el mismo: testimoniar la unidad en la distinción; lo que en este horizonte, puede significar también apoyar la vida de varias comunidades eclesiales en el interior de la misma sólida experiencia de comunión”. Fuente: www.iu-sophia.org
Ene 15, 2016 | Focolare Worldwide
«Me gustan mucho la natación y los autos; apenas salga de ésta, me saco el pase para conducir. Tengo una hermana a la que quiero mucho y mi hermano mayor es mi modelo. Escucho casi todos los tipos de música, sobre todo la tecno. Quisiera tener un perro… Antes no leía, pero ahora se ha vuelto muy interesante la lectura, también porque así el tiempo pasa más rápido en el hospital». Una noche, estando en el cine con su hermana, sintió dolor en un diente. No podía imaginar que se trataba del primer síntoma de algo grave. En los días siguientes se le hinchó la mejilla derecha y casi no lograba ni abrir la boca. «Me dolía mucho, pero, en vez de ir al odontólogo, traté de curarme solo, aplicándome compresas y cremas. Nada me aliviaba el dolor, que en cambio iba empeorando. Al final fui al odontólogo, que quedó estupefacto y en seguida me remitió al cirujano. Éste me hospitalizó. Quedé sorprendido, pero no estaba muy preocupado. Pensaba volver a mi casa en un par de días». Sin embargo, los análisis demostraron que algo en la sangre no andaba bien. Lo trasladaron a otro sector, luego a otra clínica. Finalmente llegó el diagnóstico severo: leucemia. «No sabía nada de esta enfermedad – cuenta Nikola –, no imaginaba que debería someterme a la quimioterapia y que el tratamiento sería bien largo. Empecé las primeras sesiones de quimio y me parecía estar a punto de perder la cabeza. Se me venían todos los pensamientos más negros. Empecé a dudar de la existencia de Dios y me preguntaba por qué me había pasado esto precisamente a mí. ¿Qué mal había hecho? ¿Tal vez Él me había abandonado? Busqué las respuestas y entendí que esta enfermedad era un mensaje de Dios para mí. Experimenté su presencia de una manera más fuerte, estaba siempre a mi lado. Advertía que quería algo de mí y pensé mucho en qué podía ser. Se me ocurrió de todo. ¿Tal vez tenía que donarme totalmente a los demás? La enfermedad me despertó de una vida vacía que me pasaba por delante y cambió mi visión del mundo. Ahora veo todo de una forma más serena. Una de las cosas que he logrado, ha sido dejar de fumar y ¡estoy muy orgulloso de ello! Aquí en el hospital he conocido a muchas personas lindas y ya tengo un par de buenos amigos. Un día muy soleado abrí la ventana y vi pasar a una chica. La miré y ella me sonrió con mucho amor. Luego descubrí que era una enfermera. Entendí entonces que la felicidad está en pequeños signos de atención como éste. Un chico me dijo: todo lo que es mío es también tuyo. Jamás nadie me había dicho algo parecido. Experimenté una gran alegría».
«Tuve suerte, porque resulté compatible con mis hermanos para el trasplante de médula. Esto reduce la duración del tratamiento y las probabilidades de que la enfermedad vuelva a presentarse. Estoy muy agradecido por todas la oraciones y por todos los mensajes que llegan de todo el mundo a través de Facebook. En el hospital nos hacemos compañía, y cuando estamos juntos, un grupo de jóvenes, el tiempo pasa rápido. Además tengo un hermano querido que me dejó su computadora. Así puedo ver películas, navegar en internet… Mucho tiempo lo paso rezando. Las condiciones en las que vivimos no hacen fácil la vida, pero uno se acostumbra a todo…». A la pregunta sobre qué les diría a sus coetáneos, Nikola contesta: «Les diría: está bien aprender del pasado, está bien hacer planes para el futuro, pero más importante es vivir el momento presente. Esto es lo que aprendí. Sepan que la verdadera felicidad se alcanza a través de pequeños signos de atención y no se preocupen por el mañana, porque cuando aprendan a hacerlo se sentirán mucho mejor. Si les asaltan pensamientos negativos, cámbienlos en seguida por otros positivos. Hagan así cada vez y, con el tiempo, desaparecerán. Amen a quienes pasan a su lado y estén siempre agradecidos de todo lo que tienen». Fuente: Novi Svet 1-2. / 2015
Ene 13, 2016 | Focolare Worldwide
“Una sociedad es buena cuando el último y el más pequeño tienen acceso a una vida digna”. Esta idea fundamental impulsó al Dr. Aram y a su esposa Minoti, junto con una comisión de amigos Gandhianos, a dar vida al Shanti Ashram de Coimbatore en el Tamil Nadu, en 1986. Alfabetización, desarrollo de la condición de la mujer, salud, política ambiental, lucha contra la pobreza, programas de liderazgo para la juventud y proyectos para la infancia, son las acciones que promueve el Ashram, del que participa el proyecto Bala Shanti nacido en 1991 para ayudar a los niños muy pobres de las aldeas más cercanas. La señora Minoti escribía en 2013: “Tagore, el tan amado poeta ganador del premio Nobel, dice: ‘Cada niño y cada niña trae consigo este mensaje: Dios todavía no se ha desanimado con respecto al ser humano’. Es en este contexto que se enmarca nuestro trabajo a favor de los niños: poderlos servir es cuidar uno de los más preciados dones de Dios a la humanidad”. Inicialmente el proyecto Bala Shanti estaba orientado a ofrecer nutrición, educación y asistencia sanitaria a un pequeño grupo de niños de los 3 a los 5 años. Hoy en día el proyecto presta ayuda a miles de niños en 17 aldeas y a su vez, los involucra, de forma directa, en la lucha contra la pobreza, suscitando así en ellos mismos y en sus familias, una participación social activa.

Chiara Lubich con Minoti Aram (2002) – © Centro S. Chiara Audiovisuales
En 2002, después de los primeros contactos con los Focolares y de las dos visitas de Chiara Lubich a la India, el programa Apoyo a Distancia de Familias Nuevas empezó una colaboración con el proyecto Bala Shanti, colaboración que aún continúa, ayudando a un centenar de niños. Uno de los programas del Bala Shanti es un parlamento de los niños, nacido en 2006 y conformado por ex-alumnos del proyecto: más de 800 niños y jóvenes de 6 a 18 años quienes se reúnen periódicamente para dialogar sobre temas que les atañen directamente, como la promoción de la higiene, la educación permanente, la cohesión social y el servicio a la comunidad. Es bien conocida una iniciativa más reciente, el Banco de los Niños, creado por los niños y para los niños. Esta iniciativa fue lanzada en mayo de 2013 con la finalidad de enseñar a los niños la importancia del ahorro y de la planificación financiera para la propia educación, además de donar una parte de sus ahorros para ayudar a los niños más pobres que ellos. En 2015, más de 1500 niños, pequeños ahorristas, participaron del proyecto. Este año se celebra el 25˚ aniversario del Bala Shanti con tanta alegría y un saldo netamente positivo. Info: Proyecto Bala Shanti
Ene 12, 2016 | Focolare Worldwide
«A la “Villa delle Querce” las personas no van a curarse, sino sólo a morir. No lo sabía porque era un joven de quince años que pedaleaba feliz en la bicicleta y también porque esos lugares horribles se mantenían escondidos. Pero me vino curiosidad: me parecío ver algunos ancianitos que caminaban encima de los árboles. En cambio, era el séptimo piso de ese hospital “de cuidados paliativos” escondido detrás de árboles, donde había una terraza por la que paseaban algunos pacientes terminales. Entré por curiosidad, pero repentinamente cinco ancianos me comenzaron a gritar. Encontré entre ellos un joven paralítico y con la excusa de ir a visitarlo a él, me dejaron pasar. Entre ellos había también algunos dementes, pero demostraban gran respeto hacia aquél que llamaban Gianni. Estaba contento de que lo visitara un joven y enseguida me habló de su enfermedad, que comenzó a los veinticuatro años, después de una carrera en la marina y también cinematográfica. Dijo adiós a las lindas chicas y a la posibilidad de ganar dinero, ahora sólo tenía soledad y muerte segura en pocos meses. Me pidió que le llevara veneno para poder quitarse la vida. Volví a visitarlo después de una semana y ya no hablaba más. Lograba comprenderlo por el movimiento de los labios. Me dijeron que con la silla de ruedas se había subido hasta el séptimo piso para tirarse hacia abajo pero se volcó en escaleras y allí se detuvo y ahora yo no podía bajarse de la cama. Ante su desesperación le hice un fuerte llamado para que creyera que Dios lo amaba y vi que esta gracia caía en su corazón cuando imprevistamente sus ojos comenzaron a brillar como el fondo del mar que refleja el sol. Y comenzó a reír con fuerza, mientras que nuestro diálogo continuaba sólo con el movimiento de sus ojos, que yo sabía interpretar. Yo era el que hacía preguntas o propuestas y él me respondía parpadeando o estallaba en maravillosas sonrisas. Comencé a llevarle a las personas más extrañas: una joven anárquica, que él transformó en una perfecta enfermera para toda la vida, solamente con sus risas. Una de éstas personas nos hizo comprender el verdadero motivo de su rebelión: no eran motivos “políticos” sino un odio profundo hacia la forma de su cuerpo que no aceptaba. Y allí mismo decidió cambiar totalmente de vida. Venían con ateos, protestantes, misioneros y él en forma inexplicable transmitía su vida y ésta se prolongaba. Después de una operación los doctores no querían coserlo porque pensaron que ya había muerto. Cuando repentinamente vieron que se recuperaba y se reía de forma tan linda como sólo él sabía hacerlo, entonces le cosieron la herida. Tengo también una linda foto de Gianni con el Papa Pablo VI, a quien le pedía que rezara. Ahora que están juntos son una fuerza para nosotros, esa fuerza de quien en el dolor sabe también sonreír». (Padre Marco S. – Italia)
Ene 11, 2016 | Focolare Worldwide
Hermine Schmölz, austriaca, cuenta: “Hace unos diez años me di cuenta de la necesidad de hacer algo por la integración de los inmigrantes musulmanes, sobre todo de las mujeres, a las cuales, a pesar de tener muchos años de vivir y trabajar aquí, no las conocemos”. Habla con una persona de la parroquia. También otros amigos se muestran entusiasmados con la idea y juntos van donde el párroco para compartir su proyecto y pedirle un lugar donde poder comenzar. Desde entonces va adelante una aventura realmente apasionante. Tanto para las mujeres musulmanas que participan en la iniciativa como para los miembros del equipo que estudia el programa: una señora luterana, tres musulmanas, una que declara que no tiene convicciones religiosas y tres católicos que adhieren al Movimiento de los Focolares. Desde el primer momento advierten que la primera atención debe ser la de descubrir cuáles son los reales intereses de esas mujeres. No es fácil, dada su dificultad de expresarse en nuestro idioma. Por eso los organizadores intentan hacer sentir bienvenida a cada mujer, creando una atmósfera cordial y alegre. “La fecha de los encuentros la publicamos siempre en el periódico – aclara Hermine – así el grupo crece cada vez más. Todas las veces hacemos algo diferente e interesante: invitamos a hablar a políticos, expertos en educación, asistentes sociales, a una enfermera obstétrica, a una doctora, y les pedimos que dejen amplio espacio al diálogo con las señoras, a quienes siempre tratamos de animar para que se expresen. Para los niños hay un programa especial en la sala del lado, así también ellos, desde pequeños, experimentan la importancia de las relaciones interculturales. Cada encuentro concluye con un buffet al que contribuyen las mismas señoras musulmanas. Otras veces organizamos paseos o fiestas. Antes de cada Navidad, como grupo interreligioso llevamos regalos a las personas que viven en la calle, e involucramos a las señoras para que establezcan, a su vez, relaciones con personas de otras culturas. Y como en un juego, por cada contacto, las invitamos a engarzar una perla en un collar y al final del año tratamos de adivinar cuántas perlas habrá. También tenemos la fortuna de podernos comunicar con personas de los Focolares de otros países que hacen un camino intercultural similar, así surgen cada vez ideas nuevas. Las señoras demuestran que les agrada mucho esta forma de diálogo y de integración recíproca. Y también sus parejas están contentos”. “El 20 de diciembre –escriben del Focolar de Nueva York– fuimos invitados a la Mezquita Malcolm Shabazz de Harlem – la misma donde estuvo Chiara Lubich en el ’97 – para hablar en la Seerah Conference”. Se trata de una jornada de retiro anual para profundizar en la vida y las enseñanzas del Profeta y del Imán W.D. Mohammed, quien fue líder de los musulmanes afro-americanos. La cálida acogida reservada a los dos invitados por parte del Imán Pasha y de las 200 personas presentes, son el signo evidente de que la semilla de diálogo, lanzada años atrás, sigue dando frutos. No por casualidad el tema para ese día era precisamente la unidad, desarrollado a través de pensamientos del Imán W.D. y de Chiara. Todo concluyó con un breve video de Chiara Lubich, al que siguió un fuerte aplauso que hizo pensar que en esa tensión a la unidad que ella propone estamos realmente todos. https://www.youtube.com/watch?v=O6It6CJ3Q0E
Ene 9, 2016 | Focolare Worldwide
«En los días anteriores a la Navidad fuimos a Gostilya, una aldea en el norte de Bulgaria, para visitar a algunos amigos venidos a Sofía para la Mariápolis. Queríamos demostrar nuestro reconocimiento y afecto, yéndolos a visitar al lugar donde viven». Es el relato de M. Lucía, Majda, Julia e Ildiko, originarias de Italia, Eslovenia, Alemania y Rumania quienes actualmente componen el centro del Movimiento de los Focolares de Bulgaria. «No esperábamos encontrar un pueblito casi muerto», prosiguen. De hecho, de los 1.500 habitantes de los inicios de los ’90, ahora son apenas un centenar debido a la fuerte emigración. Los chicos son unos 20. Cerraron la escuela, el preescolar, la biblioteca y otros lugares públicos. A la iglesia católica la volvieron a abrir hace tres años, cuando fue ordenado un anciano diácono que vive la espiritualidad de la unidad.
«Habíamos preparado una tómbola con regalos para todos y llevamos también la imagencita del Niño Jesús hecha de yeso, que hacen los niños. No podíamos imaginar que su alegría iba a ser tan grande; estaban agradecidos de que alguien hubiese venido a visitarlos. Llegó también una familia que habita a 30 Km. de distancia, y otras personas a casi 3 horas en automóvil. El alcalde quiso que fuéramos sus huéspedes y nos hizo “una visita guidada” del pueblito». «Todos competían por regalarnos algo. Una anciana señora, muy pobre y enferma, que no pudo venir al encuentro, nos hizo un pan dulce para el desayuno. Antes de irnos, pasamos por su casa para agradecerle y regalarle un Niño Jesús. Conmovida, escuchó nuestros cantos en Navidad desde la puerta. Y también recibimos un pollo enorme para el almuerzo de Navidad, frascos de miel y otras conservas caseras “ecológicamente limpias”- como quisieron aclarar».
Después de Gostilya, fuimos a la extrema periferia de la capital búlgara. En Sofía, las focolarinas fueron a visitar a una familia de gitanos con 7 niños. Los conocen desde hace años, y tratan de ayudarlos como pueden. Una de ellas, Majda, los preparó para el bautismo y es su madrina. Como una forma de subrayar el amor y la estima hacia ella, quisieron bautizar a la última hija Majda, que es un nombre esloveno, que no existe en Bulgaria. Julia, quien en cambio trabaja en una escuela alemana, les habló de esta familia a sus colegas, que quisieron donar ropa, alimentos y juguetes. «Preparamos regalos personalizados para cada uno –cuentan- Un profesor quiso que sus tres hijos (de 8, 11 y 13 años) nos acompañaran, para que entraran en contacto con una realidad distinta de la que están acostumbrados. Sostenidos por toda esta solidaridad, partimos para Botunetz, es decir el barrio donde vive dicha familia. Habíamos comprado un pequeño árbol de Navidad, para adornarlo juntos. La mamá limpió la casa y vistió bien a los niños, pero había mucha humedad, frío y moho. Estuvimos con ellos algunas horas decorando el árbol, cantando canciones de Navidad, coloreando dibujos del pesebre, abriendo los regalos. Todos estaban felices y había entre nosotros un clima de verdadera Navidad». También fue así la tradicional Misa en las cárceles de Sofía, donde un grupo del Movimiento de los Focolares va todos los años junto con las Hermanas de Madre Teresa; y para la fiesta en un club de pensionados… Fue una Navidad en la cual pudieron experimentar la comunión, caracterizada por la alegría, la sobriedad y la solidaridad. Maria Chiara De Lorenzo