Sep 29, 2015 | Focolare Worldwide
“Start Now!” o bien, empieza aquí y ahora. A ¿hacer qué? A construir relaciones auténticas, a generar confianza. La invitación que el Gen Verde puso en el título del concierto-taller “pesa oro”. El espectáculo se presentó en el palco del Tágas Tér Festival, el 25 de septiembre pasado, en Szeged (Hungría). Entre los protagonistas, junto a las artistas, estuvieron también los participantes de los ocho talleres que se realizaron previamente; 120 chicos de dos liceos, entre ellos, un instituto profesional frecuentado por estudiantes que llevan a sus espaldas situaciones familiares difíciles. “Tágas Tér, que literalmente significa espacio abierto” – explica uno de los organizadores- “es una gran cita ecuménica que presenta la red de cientos de actividades del mundo de la solidaridad ciudadana. Szeged está a 15 Km. de la frontera con Serbia y por lo tanto, su gente cotidianamente ve pasar a miles de emigrantes, con el mar de cuestionamientos y dolor que ello comporta.
“On the Other Side”: en el lugar del otro – Dentro del concierto hay muchas piezas del último trabajo del Gen Verde, “On the Other Side”, que se presentó hace menos de un mes. Pero ¿cuál es “la parte del otro”?, se habrán preguntado muchos espontáneamente. “Es la de quien tengo al frente, la de quien piensa distinto de mí; es esa persona que no estimo, que incluso rechazo”, explica Adriana García, la bajista mexicana del grupo. Un espectáculo potente, que te involucra y al mismo tiempo tiene la capacidad de poner en tela de juicio posiciones, opiniones y estilos de vida, como dijo alguien. Porque lo que emerge de la música y de los textos es la certeza de que el camino hacia la solución de un mundo fracturado y dividido por muros, pasa por el saber acoger la riqueza implícita en la diversidad. Entre las once piezas del álbum está la historia del difícil camino de todo un pueblo, en la pieza “Voz de la Verdad” se cuenta la historia del Obispo salvadoreño Oscar Romero, o la canción sobre la división de las dos Coreas, actualísima y construida con melodías K-pop, casi como diciendo que también entre los jóvenes coreanos la herida no ha dejado de sangrar. “Son historias que no nos permiten dormir en la indiferencia –comenta una chica- u olvidar a nuestros hermanos de quienes nos separa una frontera. Sentimos un fuerte llamado a dar incluso la vida en la lucha por la justicia”. “El momento más fuerte del concierto, quizás también por lo que estamos viviendo en nuestro país con la situación de los emigrantes, fue la canción “‘Quién llora por ti’” –una dulce canción de cuna dedicada a una niña sepultada en la tumba azul del canal de Sicilia- nos dijo una amiga que trabaja en los medios de comunicación. Y el pastor reformado Gábor Czagány, uno de los organizadores del Festival dijo: “Lo que más me impresionó fue ver los rostros de los chicos de las escuelas que participaron en los talleres. Había alegría, participación, compromiso. Se intuía el alcance de la experiencia hecha: siete días que han dejado una huella. Ahora nos toca a nosotros hacer todo lo posible para que esto no se pierda”.
Una esperanza de unidad que nace de los jóvenes- Alessandra Pasquali, actriz y cantante en el Gen Verde, quiso subrayar que “Nuestro trabajo no es subir al escenario, cantar, exhibirnos y regresar: no podemos prescindir de la construcción de relaciones auténticas con las personas, de ‘sentir’ lo que vive la gente que asiste a nuestros conciertos, de saber en qué aguas se mueven los chicos con los que hacemos los talleres”. Es por eso que las video-entrevistas a los jóvenes participantes en los talleres, proyectadas al inicio del concierto en Szeged, fueron parte integrante del espectáculo, porque de hecho lo construyeron también ellos. He aquí algunas de las impresiones de los muchachos: “El proyecto ‘Start Now!’ me ha abierto los ojos, me ha enseñado a no juzgar a los extranjeros. Y esto requiere trabajo, se necesita constancia y confianza”. “Aprendí a poner atención a los demás”. “Entendí la importancia de formar juntos una comunidad y que para que la humanidad sea una familia se necesita la colaboración de cada uno”. “Estoy muy contenta de que mi escuela haya participado en el proyecto ‘Start Now!’ junto a otras escuelas. Al inicio no nos conocíamos; necesitamos un poco de tiempo, pero después nos ganamos la confianza recíproca y ahora puedo decir que nos sentimos uno. Estamos absolutamente contentos”.
Sep 28, 2015 | Focolare Worldwide
La participación como método, la capacidad de dialogar respetando no sólo las ideas y convicciones distintas, sino también los sufrimientos del otro; una biodiversidad que valora las riquezas culturales, el no conformarse con la “justicia del ‘ya está’, sino buscar la justicia del ‘todavía falta’”; transformar la indignación en acciones colectivas para cambiar el mundo. Estos son los valores que nutren las decenas de acciones y proyectos, expresiones de la vitalidad de la sociedad civil italiana de hoy. En Italia y en muchos otros países., concluyó la sexta edición de LoppianoLab. con una pluralidad de voces, acciones y estímulos que provienen “desde la base”. Fueron más de 2.000 los presentes que dieron prestigio al intercambio y al diálogo entre empresarios, políticos, docentes, ciudadanos, jóvenes, comunicadores y administradores locales, en síntesis, la sociedad civil en sus múltiples expresiones.

Mons. Nunzio Galantino, Secretario de la Conferencia Episcopal Italiana
“No debemos rendirnos ante la crisis actual. Estamos aquí para encontrar soluciones”, dijo Monseñor Nunzio Galantino, “Cerrarse al otro y negar la relación significa negarse a sí mismo – continuó el Secretario de la CEI, haciéndose eco de las palabras que el papa Francisco pronunció en los Estados Unidos en estos últimos días-. Hay que recuperar los impulsos culturales fuertes que ayudan a la humanidad a enfrentar la crisis cultural que el mundo está viviendo, aún antes que aquella humanitaria”. Agregó que el tiempo actual con sus murallas, sus contradicciones y sus múltiples preguntas existenciales sobre el sentido y el destino del hombre exige una visión unitaria y completa de la persona que no esté gobernada solamente por las ciencias, sino también por el espíritu, las relaciones y la cercanía. Las pistas de LoppianoLab 2015. Ciudadanía activa – Retomando las palabras de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, Lucía Fronza Crepaz, coordinadora de los proyectos de “Escuela de Preparación Social” en Trento, en la convención central del 26 de septiembre titulada: “Ir más allá del miedo”, resumió la función social de la política: “No queremos realizar acciones ‘para los pobres”, sino con los pobres, porque ellos son sujetos y medida de la sociedad que queremos construir e indicó que la ciudad es como el “laboratorio” de la fraternidad universal. Carlo Petrini, fundador y presidente de “Slow Food” y “Terra Madre”, confirmó sus palabras diciendo que la ciudadanía activa es el lugar donde se generan nuevos campesinos, nuevas empresas, consumidores conscientes. Fue profunda la consonancia con la Encíclica Laudato si’ del papa Francisco. Él mismo escribió el prefacio a una de las ediciones que fueron impresas. “Una oportunidad inesperada –declaró-. Podía sucederme de todo en la vida, pero nunca hubiera creído que a los 67 años me llamase por teléfono un Papa, a mí, que soy agnóstico. Este es un nuevo humanismo. Lo estábamos necesitando. No existe hoy en el mundo un líder político más incisivo, visionario y concreto como este Papa”. El Sociólogo Mauro Magatti agregó: “Si no recuperamos la dimensión de la relacionalidad como rasgo distintivo de nuestra condición, la humanidad está destinada a sucumbir. Hay que volver a ‘producir valores” junto con los demás”. 
Luigi Bobba, subsecretario del Ministerio de Trabajo – Luigino Bruni, economista
Compromiso civil – Luigi Bobba, Subsecretario del Ministerio de Trabajo y de Políticas Sociales, definió el momento actual como un viento de novedad del cual hay que aprovechar la energía para dar vida a instituciones que sean capaces de realizar un cambio. El economista Luigino Bruni, en plena sintonía con él, afirmó que las minorías pueden cambiar el mundo si son capaces de transformar la indignación en acciones políticas y economías colectivas. Cultura del diálogo – “Es necesario superar la perspectiva eurocéntrica, cuando se habla de emigración: ésta no es sólo un hecho humanitario, sino que es un tema de política internacional”. Así afirmó Pasquale Ferrara, diplomático y secretario general del Instituto Universitario Europeo de Florencia, quien trató este tema. “Los emigrantes son el testimonio trágico de los cambios históricos. Con ellos camina la historia y se vuelven evidentes todos los nudos sin resolver de la política internacional. Todos los hombres son destinatarios de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Esta Declaración crea una segunda ciudadanía, por esta razón nadie puede ser considerado clandestino y nadie puede ser considerado ilegal”. 
Vincenzo Morgante, director de TGR Rai – Michele Zanzucchi, director de Città Nuova
Vincenzo Morganti, Director del TGR RAI hizo presente el mundo de las comunicaciones, observatorio privilegiado de la “capacidad” de diálogo en las comunidades italianas. “A través del trabajo de las encuestas regionales me doy cuenta de que la cultura del diálogo existe, pero no se ha incrementado lo suficiente. A menudo prevalece la cultura del desencuentro. Sería necesario hablar un poco menos de los fenómenos y un poco más de las historias, de las personas que están dentro de estos fenómenos”. La edición 2015 de LoppianoLab concluyó también con una amplia participación a través de las redes sociales, pues los proyectos, las acciones y el compromiso concreto y cotidiano de millares de ciudadanos continúan presentes en el ambiente. Se trabaja para reconstruir un tejido social a menudo llagado, a través de procesos de reconciliación y reconstrucción de comunidades que no sean el ensamble de una multiplicidad de intereses, sino que sean capaces de una toma de conciencia personal y colectiva. Fuente: Comunicado de Prensa Servicio Información Focolares Loppiano Lee también (en italiano): Città Nuova online: Giustizia sociale. Segnali di vita dopo la lunga notte Galantino: la comunione è una risposta alla crisi Essere musulmani al tempo dell’Isis Alleanza uomo-donna (e bambini) Muri contro gli immigrati e l’accoglienza secondo Rosmini GeneriAMO idee Loppiano.it Dalla Convention EdC il microcredito per l’Economia di Comunione Mons. Nunzio Galantino: Solo una visione unitaria della persona può ricomporre le divisioni dell’umanità
Sep 23, 2015 | Focolare Worldwide
“Desde el jueves 17 de septiembre –día del golpe de Estado- estamos todos en casa; las escuelas, las oficinas, el comercio, todo está cerrado. Escasea la gasolina y los víveres, y si se logra conseguir algo, es a precios muy costosos”, explica Aurora De Oliveira del Focolar de Bobo-Dioulasso, la segunda ciudad de Burkina Faso. Allí la protesta se siente, pero no tan fuerte como en la capital Uagadugú (1.500.000 hab.) que ha sido el centro de los principales acontecimientos de la última semana, donde han habido más de cien heridos y al menos diez muertos. “Es una población valiente que ya no quiere estar subyugada. En las grandes ciudades de Burkina Faso todos han participado en las manifestaciones, pero en paz. Se siente mucho temor, no se puede negar, porque la guerra podría explotar de un momento a otro”. “Las actividades en Uaga –donde ya entró el ejército- se han paralizado”, escribe Jacques Sawadogo, de la comunidad de los Focolares en la capital. “Los bancos, el comercio, las estaciones de servicio, están cerradas. Se mantienen abiertas sólo pequeñas actividades de subsistencia. Como miembros del Movimiento en Uagadugú, tratamos de mantenernos en contacto, por e-mail o por teléfono. Tratamos de ser artesanos de paz mediante las acciones y las palabras”. También localizamos por teléfono al padre Sylvestre Sanou, vicario general de la diócesis de Bobo-Dioulasso. La situación está en continua evolución y se teme que pueda empeorarse. “Hay una huelga general en todo el país –explica el P. Sylvestre – En realidad no se trata de un auténtico golpe de Estado sino de la irrupción de un pequeño grupo de la Guardia Presidencial, comandado por el general Gilbert Diendéré, hombre cercano al expresidente Blaise Compaoré, quien subió al poder mediante un golpe de Estado en octubre de 1987 y a quien obligaron a huir en octubre del 2014, después de 27 años, después de días de protestas. Desde entonces está refugiado en Costa de Marfil. “El general Diendéré ha intentado negociar su inmunidad, por lo que se entiende, después de haber sido la mano derecha del presidente Compaoré”. Por lo tanto no se trata de conflictos religiosos, entre musulmanes (50%), cristianos (30%) o religiones tradicionales (20%) sino que son de naturaleza política. “Parece que el ejército ha tomado posición a favor de la población, y también los gobernadores de las distintas regiones están en contra del ‘golpe’, incluso en el pueblo natal de Diendéré fue quemada su casa. Sin embargo, la violencia engendra violencia”, prosigue el P. Sylvestre. “El 22 de septiembre nos quedamos sin aliento ante el ultimátum del ejército, que llegó a la capital procedente de 4 ciudades. El futuro político del país es incierto, a pesar de la mediación de los presidentes de Benín y Senegal, a nombre del CEDEAO (Communauté Economique Des Etats de l’Afrique de l’Ouest) y del regreso del presidente de transición de Burkina Faso, Michel Kafando y del primer ministro Isaac Zida (arrestados y liberados)”. “Yo recién había llegado de una estadía en la ciudadela “Victoria” del Movimiento de los Focolares en Costa de Marfil y me encontré en esta situación” concluye el P. Sanou.” Fue bloqueado el proceso de diálogo que estaba en curso entre varios partidos y que estaba llegando a un consenso. Pero ahora todo quedó sin resolución. Rezamos para que se llegue a una solución rápidamente sin esparcimiento de sangre. Mientras tanto, con los sacerdotes, los religiosos/as y los catequistas de la diócesis y nuestro obispo, hemos empezado el encuentro pastoral que teníamos programado antes de estos eventos. Nos parece importante seguir adelante y rezar por nuestra gente y nuestro país”. “¿Cómo estamos viviendo? Al inicio estábamos enojados, desilusionados –cuenta Aurora De Oliveira- porque después de los hechos del 2014 la situación política estaba yendo muy bien. A un paso de las elecciones previstas, programadas inicialmente para el 11 de octubre (y ahora postergadas para el 22 de noviembre), llegó un grupo armado y generó caos en todo el país. Ésta fue la primera reacción, que nos hizo sentir la necesidad de protestar. El paso siguiente fue reconocer en este dolor un rostro de Jesús Abandonado y tratar de saldar la unidad entre nosotros para poder transmitir la paz y el perdón. Hemos tratado de contactar a cuantos comparten la espiritualidad de la unidad, porque el amor debe vencer”. “Seguimos rezando y viviendo en una unidad aún más fuerte con todos ustedes, seguros de la protección de María”, escribe la presidente de los Focolares, María Voce a la comunidad de Burkina Faso, durante el curso del encuentro de los delegados de los Focolares de varias naciones, que hace sentir más cercanas las expectativas y los dolores de tantas partes del mundo. https://vimeo.com/140074710
Sep 19, 2015 | Focolare Worldwide
«“He perdido todo” confiesa entre lágrimas un pescador de Guanaquero –un pueblito a 450 km al norte de Santiago, en el Pacífico. “Pero nos restableceremos, como hemos hecho siempre nosotros chilenos”. El camarógrafo lo abraza con un gesto solidario. Son algunas de las reacciones después de la noche del terremoto. La noche del miércoles 16 de septiembre, poco antes de las ocho de la noche, empezó la cadena de movimientos sísmicos de los cuales el primero fue uno muy fuerte de 8,4 grados en la escala Richter. Los siguientes, de asentamiento, llegaron a superar los 7 grados. La longitud del movimiento sísmico nos llevó a buscar refugio en el jardín de casa. Los vecinos del barrio también salieron a la calle. “¿Cómo estás? ¿Todo bien?”. “Todo ok, no te preocupes. ¿Y vos?, se preguntaban recíprocamente. “¿Necesitas algo?”. No hay temor ni nerviosismo. Incluso los niños ya saben qué hay que hacer. En Chile lo enseñan en las escuelas y en los grandes edificios, las escuelas y los supermercados está bien señalada la zona de seguridad que protege de eventuales derrumbes. Después de la experiencia del 2010 el país está más preparado. Estamos en La Serena, a 480 km al norte de la capital chilena, Santiago. El epicentro del terremoto evidentemente fue cerca de nosotros por la intensidad del sisma. La luz se fue y sólo cuando encontramos una radio de pilas supimos que el epicentro había sido más o menos a 100 km de aquí. En un triángulo de pequeñas ciudades, de 20/30 mil habitantes. Illapel sufrió fuertes daños. Pero los grandes centros no. Pasa menos de una hora y por radio confirman que hay alerta de tsunami. En todo el país empiezan la evacuación de 6 mil km. de costa, del desértico norte al frío sur: un millón de personas tienen que buscar refugio en lugares más altos, por lo menos a 30 metros sobre el nivel del mar. Las olas llegan, en forma de una masa de agua que avanza elevando cuatro metros el nivel del mar. El puerto de Coquimbo, con 150 mil habitantes queda sumergido en parte. También llegan noticias de las víctimas. Las más esperadas. Estamos a pocas horas de los tradicionales festejos por la independencia chilena, el 18 y el 19. Doce personas este año no participarán en la cita. Hay cinco desaparecidos. De los muertos, tres fallecieron por un infarto, a otros tres se los llevó el mar, el resto perdió la vida debido a la caída de rocas de la montaña, o al derrumbe de algún muro. El gobierno declaró estado de emergencia en algunas provincias de la IV Región. La presidente Michelle Bachelet, le habló al país: el operativo de rescate ya está en marcha. El pensamiento se dirige a quien lo ha perdido todo: aldeas de pescadores, los habitantes de la zona del epicentro. Es la octava emergencia en menos de dos años. El terremoto en el norte el año pasado, y este año, las inundaciones. En marzo se inundó la región más árida del planeta: el desierto de Atacama. Después los volcanes: uno el año pasado y una erupción hace algunos meses; la tremenda sequía de sur a norte, y todavía Valparaíso que se vio afectada dos veces por los incendios en zonas de los alrededores, y ahora nuevamente el terremoto y el tsunami… Terminando el terrible balance, recordamos al viejo pescador de Guanaquero. “¡Nos restableceremos!”. En sus ojos brilla un destello de tenacidad y perseverancia. La misma que te explica cómo en las laderas áridas y escarpadas de los montes del norte, repentinamente aparezcan manchas verdes. Son los cultivos de aguacate y de uva. Literalmente arrancadas a la tierra, aprovechando cada gota de humedad para su irrigación. Sólo la tenacidad y la perseverancia puede sacarle frutos a una naturaleza que, aquí, no te regala nada. Y es que es así como se ha construido este país. ¿Cómo no amarlo?». De Alberto Barlocci, desde Chile
Sep 18, 2015 | Focolare Worldwide
«Durante más de 30 años he vivido fuera de mi país. Cada vez que he regresado, he encontrado que una de mis hermanas o hermanos, entre mi ida y vuelta se había casado, o había nacido un sobrino… Nuestros ligámenes familiares y sobre todo la fe de nuestra madre, una mujer simple y valiente como muchas mujeres africanas, ha sido la fuerza que me ha sostenido en mis elecciones personales. Desde niño me ha impresionado un tío, hermano franciscano que, cuando nos visitaba, se encargaba de todos los niños del barrio y no sólo de sus sobrinos; esto ha dejado una marca en mi corazón de niño, el deseo que una vez crecido pudiera llegar a ser como él. Durante la adolescencia – Mandela estaba aún en la prisión – el masacre de los jóvenes de Soweto me desestabiliza y explotaba de rabia con el Padre Paulo, un jesuita belga. Le decía: “Si dependiese de mí, todos los blancos deberían regresar a sus casas”. Con calma, él me respondía: “Sabes, se puede combatir contra la discriminación racial con otra arma”. Algunos meses después, me invitaba a conocer al grupo de la Palabra de vida de mi ciudad. Cinco años después, me encuentro en Fontem, en Camerun, la primera ciudadela de testimonio del Movimiento de los Focolares en tierra africana, codo a codo con jóvenes italianos, franceses, irlandeses, belgas, y de varias naciones africanas: Burundi, Uganda, Kenya, Camerún; y con ellos, descubro que somos hermanos, no obstante las diferencias. Así nace en mi corazón un gran deseo, no sólo de gritar esta fraternidad desde los techos, sino sobre todo, de testimoniarla cotidianamente. En 1986 llego a Man, en Costa de Marfil, donde permanezco durante ocho años. Junto a quienes quieren vivir el mismo ideal de la fraternidad, experimentamos el amor recíproco entre nosotros que nos impulsa a promover iniciativas concretas a favor de quien se encuentra en necesidad y, a través de la música, decimos que un mundo unido no es una utopía. Con 40 años me encuentro en San Pablo, en Brasil, y debo aprender una nueva lengua. Encuentro un pueblo que me gusta llamar “pueblo hecho de pueblos”: indios, brasileños originarios y luego descendientes de alemanes, italianos, ucranios, japoneses, chinos, afro brasileños y muchos otros ¡pero todos brasileños! Creativos, generosos, de una alegría contagiosa, que en África conocemos muy bien. En breve tiempo me siento uno de ellos, es decir brasileño.
Durante quince años, he trabajado en la Mariápolis Ginetta come graphic designer y en la producción de libros y revistas para la editorial Ciudad Nueva, contrayendo relaciones sinceras en nuestra casa editora o con proveedores, tipógrafos, y asimismo con los guardianes que te hacen abrir el baúl del auto para controles de rutina. He coordinado también, junto a otros, las actividades de los adolescentes del Movimiento de los Focolares: Gen3 y Chicos para la Unidad; una experiencia que considero entre las más importantes de estos años, porque con ellos he aprendido a ser “adolescente”, aunque soy un adulto. Por el amor que hemos tenido cada uno y entre nosotros, he descubierto que somos capaces de grandes sacrificios, porque energía y entusiasmo tienen para “regalar”. He entendido también que los padres comienzan a tener los cabellos blancos cuando tienen un adolescente en familia. Heme ahora nuevamente en Costa de Marfil: he regresado para continuar construyendo juntos este recorrido iniciado hace años con los jóvenes. Siempre me ha impresionado que los focolarinos en la ciudadela Victoria durante el período de la guerra, si bien hubiesen podido dejar la zona, han elegido quedarse. Habían sellado un pacto, como Chiara Lubich y sus primeras compañeras, para estar siempre dispuestos a dar la vida el uno por el otro. Este testimonio está vivo en mi corazón, y quisiera, con la gracia de Dios, vivir según esta medida con todo nuestro pueblo. No sé si viviremos cosas extraordinarias, pero quiero vivir cada momento como si fuese el último de mi vida”. Fuente: Nouvelle Cité Afrique, julio 2015
Sep 16, 2015 | Focolare Worldwide
“Me acogió llorando “Era un mito para mí. Estaba orgulloso de tener un padre así, pero un día nos dejó. Mi madre no nos explicó nunca el por qué, debía crecer para saberlo: había formado otra familia. No quise verlo más, ni aun cuando nos venía a buscar. Un día una compañera de escuela en una situación similar a la mía me dijo que, como cristiana, había perdonado a su padre y había obtenido gran alegría. Para hacer concretamente este acto, que me costó mucho, fui a visitar a mi padre. Él me recibió llorando. No fueron necesarias las explicaciones. Habíamos vuelto a ser amigos”. (R.S. – Venezuela) El alumno “incómodo” “Un día un muchacho de la clase un poco rebelde tuvo una crisis, tirando al aire un pupitre, por fortuna sin graves consecuencias. Un colega, que desde siempre quería liberarse de ese alumno “incómodo”, pensó encarar la vía legal, haciendo un severo informe al director. ¿Qué hacer? Por un lado quería evitar una rebelión ulterior del muchacho con el empeoramiento de su situación psicológica; pero también quería tener en cuenta la opinión del colega y respetar su sufrimiento. Al final decidimos escribir el informe, pero lo hicimos juntos buscando las palabras justas, evitando empeorar la situación. Pudimos evidenciar las causas de su comportamiento y logramos una mayor comprensión del problema. Ahora con el colega hay un entendimiento nuevo: ha decidido colaborar conmigo en los proyectos de recuperación de los alumnos en riesgo”. (R.R. – Italia) La abuelita
En nuestro barrio vivía una anciana. Estaba sola. De tanto en tanto venía a visitarnos para que le leyésemos las cartas que recibía o para que la acompañásemos a cobrar la pensión. En alguna fecha especial la invitábamos a nuestra casa, donde ella se sentía siempre a gusto. También nuestros hijos la querían, y siempre la recibían con alegría: para ellos era la “abuelita”, para todos era la más “pequeña” de la que habla el Evangelio. Un día tuvo un ictus y los vecinos nos llamaron enseguida, casi como si fuésemos de su familia natural. Permaneció en el hospital durante dos meses, siempre asistida por nosotros. Cuando se recuperó, aceptó ir a vivir en una casa para ancianos. Pero continuamos ocupándonos de ella, con la colaboración de otras personas. Gracias a la abuelita, en el hospital y en el barrio se ha puesto en marcha una gran solidaridad”. (M. S. C. – España)