«Así es la lujuria, así es la ira, ellas nacen del “rajas”, de la pasión de los sentidos que devora todo…» (Bhagavad Gita 3, 37). Ésta fue una de las frases que citó Paramahamsa Svami Yogananda Ghiri, presidente honorario de la Unión Hindú italiana (UII), en su discurso de saludo en la 1ª Conferencia cristiano-hindú que tuvo lugar el 6 de diciembre en el Aula Magna de la Universidad Gregoriana (Roma) que ese día estaba desbordante de personas. Quien inició los trabajos fue el Card. Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso. Él fue el promotor del encuentro, en colaboración con la UII, la Conferencia Episcopal Italiana, Religions for Peace y el Movimiento de los Focolares. El prelado, expresando su alegría por ese momento de diálogo, auspició con confianza: «Con nuestra luz interior que arde e ilumina, seremos capaces de orientar cada paso nuestro por el camino de la Paz» Cristianismo e hinduismo, ambas religiones estuvieron representadas en igual cantidad por 300 personas animadas por un profundo deseo de conocimiento y de comunión recíproca. Dos emblemas notorios en el aula: la Lámpara y el Crucifijo, ambos son símbolos de luz. “Luz de Paz”, fue, en efecto, el título de la jornada transcurrida en el diálogo y en la búsqueda de construir juntos la Paz. Fueron significativas las palabras del obispo Paul Gallagher, secretario de las relaciones del Vaticano con los Estados, que, después de haber recordado los numerosos conflictos presentes en el planeta, hizo un llamado a la comunidad internacional a «superar la lógica del individualismo, de la competitividad, del deseo de ser los primeros» y pidió que lo más pronto posible se promueva “una ética de la solidaridad”. Fueron también muy interesantes los análisis del Prof. Naso de la Universidad La Sapienza (Roma). Él, después de haber referido los tristes datos de la conflictividad generada por motivos religiosos, recordó los numerosos casos en los cuales son justamente las comunidades de fe las que se convierten en mediadoras de procesos de paz (por ejemplo, Irlanda del Norte, Sudáfrica, Mozambique). Esto hace esperar que «las religiones puedan verdaderamente jugar un rol constructivo en las situaciones de conflicto». Vivaz y sustentada con experiencias personales fue la relación de la psicóloga hindú Sangita Dubey, quien habló sobre las diferencias culturales y sobre los costos psíquicos de las migraciones, debido a la alimentación, el idioma, la mentalidad, completamente diferentes…. Afirmó, por lo tanto, que es necesario multiplicar los eventos interreligiosos, de modo de penetrar en las tradiciones del otro, acogiendo las respectivas diversidades. “La derrota del diálogo”, subrayó Svamini Hamsananda Ghiri (UII), en su intervención sobre la perspectiva hindú, «es el miedo, la indiferencia, el fundamentalismo, la desconfianza en el otro». Para perseguir el bien común es necesario «ver al otro como un hermano, porque fue generado por un Dios Padre». Y Paolo Trianni, del Ateneo de S. Anselmo, a quien se le pidió que expresara la perspectiva cristiana, concluyó: «Cuando se encuentran dos civilizaciones milenarias, dos espiritualidades tan profundas, no pueden más que aparecer grandes riquezas». Dos experiencias de diálogo presentaron concretamente las perspectivas trazadas: Fray. Cesare Bovinelli, monje de Camaldoli (Italia), recordó la gran sintonía sobre los temas del ambiente en los encuentros de Asís. Una joven de los Focolares, Aileen Carneiro, de India, describió las múltiples actividades desarrolladas en su país por jóvenes hindúes y cristianos. En particular, la sinergia con el grupo gandhiano Shanti Ashram de Coimbatore, del cual nació un proyecto que tiende a resolver la pobreza a través de la Economía de Comunión. Aileen explicó que se le da prioridad al diálogo de la vida, poniendo en práctica la llamada Regla de Oro: «Haz a los demás todo lo que quisieras que fuese hecho a ti» La Conferencia concluyó con un espacio cultural de poesías, cantos y danzas sagradas hindúes, en las cuales el arte se convirtió en un ulterior motivo de comunión, digno marco para la lectura del Comunicado que se redactó entre todos. Anna Friso
Juntos somos fuertes
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