Chiara Lubich en contacto con el Islam
Presidente, seis mil musulmanes participan en las actividades, es más forman parte –si entendí bien- de los Focolares: ?no teme que su Movimiento pueda recibir una influencia no controlable?
«No lo pienso. La participación en las actividades del Movimiento, sobre todo el formar parte en diversos modos, no es una improvisación. Ésta exige un serio entrenamiento de vida, compartir objetivos en modo fuerte, atento y participativo. Esto crea entre los miembros del Movimiento, más allá de las diferencias, una profunda unidad espiritual, radicada sobre grandes y reales valores sinceramente compartidos. Unidad que no cancela las diferencias sino que hace de ellas, por el contrario, elementos de enriquecimiento recíproco y –paradójicamente- lleva a una apertura y a una comprensión más profunda de las riquezas de los demás y también de las propias ».
Juzgando por el número de musulmanes involucrados en sus iniciativas, se diría que el Islam constituye hoy – para ustedes – un interlocutor privilegiado, respecto a las otras religiones…
«No diría. Son numerosos también los hebreos con los cuales mantenemos relaciones muy vivas y cordiales. Además tenemos interlocutores en el mundo hindú y en el mundo budista, sobre todo en Tailandia y en Japón –pensemos, por lo que respecta a éste último, a la gran amistad espiritual con el vastísimo Movimiento de la Rissho Kosei-Kai. Y no quiero olvidar los numerosísimos participantes en el espíritu y en las actividades del Movimiento, en África, de las religiones tradicionales: están involucrados grupos tribales enteros, como en Camerún. Los contactos con estas realidades espirituales y culturales tienen lugar a varios niveles: desde el compartir de los aspectos concretos de la vida cotidiana, dolores y alegrías, al poner en común los bienes espirituales y la repartición de los bienes materiales; hasta los encuentros de expertos alrededor de las verdades profesadas por cada uno, para conocerse mejor y conocer las riquezas que Dios siembra en las culturas del hombre. A propósito de esto, en el mes de Abril tendremos, en nuestro Centro internacional de Castelgandolfo (Rm), dos simposios con intelectuales hindúes (con ellos es ya el segundo que realizamos) y budistas respectivamente. Sucesivamente lo tendremos con un grupo de hebreos ».
Quizás el espíritu de los Focolares es el más manso entre los espíritus que soplan en la gran familia católica: ?cómo es que los más mansos han ido a elegir el interlocutor más agresivo?
«Con respecto a la mansedumbre del Movimiento, me parece justo precisar que la misma no es fácil aceptación o irenismo, sino obediencia a una de las bienaventuranzas evangélicas: esa mansedumbre, porque es caridad y no sentimiento, es también fuerza. Por otra parte, no hemos sido nosotros quienes hemos elegido los interlocutores. Nosotros decimos: ha sido Dios quien ha llevado adelante nuestro camino. Después por lo que se refiere a la agresividad en general, me parece que no se debe olvidar la violencia de la que nosotros cristianos hemos sido portadores, y por la cual Juan Pablo II sigue pidiendo perdón. Después, por lo que respecta a la agresividad del Islam, pienso que no debemos en ningún modo generalizar. Conocemos musulmanes fuertemente amantes de la paz, personas de exquisita y auténtica vida espiritual, muy capaces de dialogar. Son precisamente ellos quienes nos hacen ver el Islam bajo una luz diversa de esa con la cual, demasiado a menudo y superficialmente, éste es percibido. Después hay otro punto que hay que tener presente: la mansedumbre en uno de los dos interlocutores, antes o después suscita la mansedumbre en el otro ».
En una carta de 1980 a los Focolarinos, usted daba esta consigna: «Si en sus ciudades hay una mezquita o una sinagoga o algún otro lugar de culto no cristiano, sepan que allí está su lugar ». Repetiría esa indicación después de haber oído las palabras violentas que provienen de las mezquitas?
«La siento más actual que nunca. Ella es, en síntesis, una respuesta a la invitación de Jesús de hacerse todo a todos. Por otro lado, no creo que se pueda decir que desde todas las mezquitas provienen palabras de violencia. Además, nuestra experiencia dice que, si estas palabras son acogidas por espíritus amantes de la paz, a menudo pueden ser redimensionadas, y regresar a quien las ha dicho liberadas precisamente de la violencia, hasta cambiar el ánimo de quien las ha pronunciado».
En Pakistán ustedes han edificado incluso una ciudadela islamo-cristiana, en Dalwal, entre Lahore y Islamabad: ?sobrevivirá al incendio anti-cristiano que acecha en ese país ?
«Lo espero. De todos modos, el futuro está en las manos de Dios. A nosotros nos interesa, viviendo el momento presente, lanzar semillas de fraternidad y de paz. Y si alguna de estas semillas debe morir, esta es una enseñanza evangélica y, según las palabras de Jesús, precisamente por ello podrá dar fruto de esa vida que no pasa ».
?Han recibido críticas externas o desaprobaciones internas –después del 11 de septiembre- por el comentario mensual en idioma árabe, redactado por una teóloga iraní, que paragona pasajes del Corán y del Evangelio?
«Ningún desacuerdo o crítica, que yo sepa. Es más notamos un aumento en las solicitudes, y un ofrecimiento de participación en este tipo de trabajo por parte de otros expertos musulmanes».
Luigi Accattoli
Entrevista publicada en el Corriere della Sera, 13.02.2004
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