Burkina Faso, “la tierra de los hombres íntegros”, es un Estado de África Occidental, uno de los países más pobres del mundo. La población está concentrada en el centro-sur del país pero, debido a la alta tasa de desocupación, muchos emigran por temporadas a los países limítrofes. Gran parte de su economía es financiada por ayudas internacionales.
Bobo-Dioulasso es una ciudad multiétnica y multicultural debido a su papel de encrucijada de rutas comerciales trans-saharianas. En uno de los barrios populares más pobres, Sarfalao, desde el 2005 la Asociación Teens4Unity promueve el proyecto Semilla de Fraternidad, dirigido a los chicos. La iniciativa, está injertada en el proyecto de solidaridad entre chicos del Norte y del Sur del mundo Schoolmates, ofrece tareas dirigidas y becas para quien no tiene la posibilidad de frecuentar la escuela debido a su situación económica y condiciones de pobreza.
A lo largo de los años, el proyecto se ha ampliado ofreciendo a un número cada vez mayor de chicos lecciones de refuerzo, formación humana y social, organizadas según los distintos grados escolares: está quien necesita ayuda en inglés, en matemática, en francés… El objetivo es ayudarles a pasar los exámenes finales.
Gracias a la beca dos chicas pudieron frecuentar un curso de formación profesional: una está asistiendo a lecciones de costura y la otra está estudiando para ser peluquera.
A los chicos y también a las familias de los más pobres se les ofrece una comida al día, para muchos de ellos, es la única del día.
En el área reservada al deporte, con la ayuda de la Cancillería del deporte de Austria, se han podido realizar un área techada, un recinto y un depósito para el material.
Mediante el proyecto los profesores pueden adquirir material escolar que es costoso después venden a las familias a mejores precios haciendo posible que lo puedan adquirir. Esto les permite a los papás sentirse parte activa de la educación de sus hijos.
Se intenta de hacer todo, siempre, con una atención especial a la dignidad de la persona, en un intercambio recíproco basado en el dar y tratando de hacer crecer la relación entre los profesores, los chicos y los padres. Algunas mamás, por ejemplo, van, con alegría, a cocinar para todos. Cada tanto se da una pequeña recompensa monetaria que les permite proveer a las necesidades de la familia. Un chico que recibe ayuda del proyecto, queriendo a su vez ayudar a los demás, fabricó un columpio para los más pequeños.
No faltan momentos de juego y de compartir durante los cuales se cocina, se aprenden a hacer flores de papel, caramelos, tortas, mermeladas, etc… ¡y nos divertimos con canciones y alegría!
En un momento de encuentro con los chicos se habló de los derechos y deberes de los niños y adolescentes. Nació un diálogo al respecto. Ante la pregunta de que quién podía citar un derecho de los niños, otro respondió: “¡Amar!”.
Fuente: www.school-mates.org
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