«Nosotros estamos bien. ¡Os saludamos desde Damasco y Aleppo! En este momento, un grupo de nosotros está en un encuentro de jóvenes que, regularmente, se hace cada dos meses, en una parroquia porque quieren conocer el ideal de la unidad.

Sin duda, la ‘noche’ en el País, cada vez se hace más oscura, no se sabe hasta cuándo conseguiremos resistir ya sea a nivel de stress que a nivel económico. Los precios están por las nubes, la mayoría de la gente sólo piensa en asegurarse la comida, porque todo el resto se considera superfluo y esto, para gente acostumbrada a trabajar, es como un bofetón, sienten que, esta guerra, también ha pisoteado su dignidad.

En muchas localidades o barrios se convive con el riesgo, cuando se sale de casa, nos preguntamos: ¿volveremos? Después están los dos Obispos y dos sacerdotes secuestrados de los que no se sabe absolutamente nada y por los cuales se reza constantemente, al igual que por otras personas también secuestradas.

Pero en esta “noche”, os lo podemos asegurar, hay una luz muy fuerte y son las palabras de Jesús, de Chiara  Lubich que nos repiten: el momento presente, ama, amad, permaneced unidos, tened Jesús en medio.

Y entonces, sucede el milagro que nos sorprende: vivimos “fuera de nosotros”, por los demás, sólo pensamos en amar, en desarmarnos ante los resentimientos o incluso la rabia que podemos sentir en el corazón, pensamos en mejorar las relaciones entre nosotros y con todos y esto nos mantiene en una cierta normalidad, nos da paz y muchos sentimos que este es nuestro lugar, porque precisamente aquí podemos llevar la unidad y la gente está sedienta de esto.

Un joven que hace el servicio militar y trabaja en las oficinas, en un lugar que sufre muchos ataques, nos contaba que durante uno de los últimos, muy fuerte, mientras, con su compañeros escapaba al refugio, se dio cuenta de que habían disparado a uno de ellos y estaba tirado en el suelo. Por un momento le vino la duda: “¿Vuelvo atrás para amar a este hermano o continuo huyendo?” En el corazón sentía clara una voz que le decía: “No tengas miedo, Yo estoy contigo”. Y volvió atrás, se quitó la camisa para cortar la hemorragia de la pierna de su compañero y esperó bajo los disparos a que llegase la ambulancia.

En este momento en el que nos sentimos unidos con todos vosotros, quisiera daros las gracias a cada uno por las ayudas que nos llegan de diversas maneras y que cada vez nos conmueven. Son un signo de la realidad de ser familia que siempre nos acompaña. Son preciosos, nos permite hacer sentir, a Jesús en el hermano, ese amor que cada uno de vosotros Le tiene, para consolarlo, para darle la fuerza para resistir y no desesperarse.

Si estamos aquí es porque estáis vosotros y están también muchos con vosotros, y entonces un inmenso gracias y un especial saludo de parte de todos aquí, desde Siria

Maria Voce, en nombre de los miles de personas que están conectadas a través de internet, responde: «También nosotros, estamos aquí porque estáis vosotros, y juntos continuamos para ir adelante haciéndolo todo juntos, rezando, apoyándoos en todos los modos posibles».

Se pueden hacer llegar ayudas concretas a Siria a través de la AMU (Asociación Mundo Unido). Los datos bancarios se pueden encontrar en el sito de AMU-Emergenza Siria.

3 Comments

  • Quando ho sentito questa testimonianza dalla Siria, mi sono sentito piccolo, piccolo. Ho pensato che noi tutti del cosiddetto mondo del benessere (nonostante la CRISI), non facciamo abbastanza per aiutare questi nostri fratelli. Lancio un appello alla mia comunità di intraprendere delle iniziative per aiutare e fare sentire la nostra vicinanza, la nostra Unità, il nostro «AMORE» in modo concreto, a tutti coloro che vivono momenti difficili ma con l’ideale dell’unità nel cuore. Grazie.

  • Obrigada pelo testemunho de vocês. Todos os dias rezo pedindo a Jesus que lhes dê força e paz mesmo ante tantas dificuldades. Contém sempre com minhas orações.

  • el testimonio que manifiestan en el escrito es una clara motivacion para invertir y ofrecerles mi vida toda, de estos días siguientes, por ustedes, en lo que consideren que les sirvo me uno. Me es dificil contener mis lagrimas, provocan alegría y ganas de estar con ustedes. Mi manera de hacerlo es hacerme ofrenda a Dios por mis hermanos en esa tierra Siria. Gracias por hacerse luz, pan e inspiracion. A distancia hay un hijo de Dios que se une

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