Movimiento de los Focolares

Pasquale Foresi: una elección que hay que renovar siempre

Jul 5, 2016

En el aniversario del nacimiento el 5 de julio de Pasquale Foresi (1929-2015), cofundador con Chiara Lubich del Movimiento de los Focolares, proponemos algunos fragmentos de una de sus más conocidas conversaciones con los focolarinos: La segunda elección de Dios.

Chiaretto2«A aquéllos que ya se han donado a Dios con toda su mente, con todo su corazón, con todas sus fuerzas e incluso por encima de sus mismas fuerzas, en cierto momento Dios les pide que se lo elija una segunda vez. La primera vez habíamos entendido que a Dios había que amarlo por encima de todo. Pero si se pudiera seccionar esa elección nuestra, nos encontraríamos que en realidad contenía un 30% de amor de Dios, un 30% de hastío por la mediocridad y vacío en el que vivíamos, un 15% de alegría y de entusiasmo por el hecho de habernos donado a una causa tan hermosa y santa, para alguno quizás un 10% de remordimiento por los pecados cometidos en el pasado… (…) En realidad, es prácticamente imposible que la primera vez que  elegimos a Dios seriamente, lo hayamos hecho con un amor total y pleno. Pero desde el momento en que entendemos que la perfección consiste sólo en la caridad, todos aquellos motivos secundarios que al principio nos ayudaron porque venían acompañados por nuestra buena voluntad y por nuestro deseo de amar a Dios, poco a poco salen a flote y nos molestan. Es lógico que salgan a flote, pues ya estaban allí anteriormente, como cizaña que ha crecido junto con el buen trigo, como dice el Evangelio de Mateo. Se trata de pequeños apegos, de defectos, de actitudes que no son en realidad  santidad auténtica, porque no construyen el Reino de Dios sino que nos molestan a nosotros y a los demás. Quizás no son siquiera pecados veniales, pero no son tampoco amor puro. ¿Qué tenemos que hacer en ese momento? Una nueva elección de Dios. Es decir, querer que el motivo de toda nuestra vida sea solamente el amor de Dios, el amor puro, y ninguna otra cosa en absoluto. (…) Hay que hacer un salto de calidad: elijo amar a Dios por Dios, no por lo que siento, no por los frutos que produce  sino por Él mismo, para responder con mi amor personal al Amor personal que Él tiene por mí. Debo encontrar en esta unión con Dios el motivo de mi existir, de mi vida cotidiana. Cuando se llega a tener esta relación con Dios, se llega a ser personas libres, no condicionadas. Cualquier cosa que suceda, cualquier calumnia, dificultad, preocupación, motivo de amargura, nada altera esa paz, porque se vive insertados en Dios. Y se encuentra en Dios esa unidad, esa alegría, esa serenidad que sólo el amor de Dios puede dar. (…) Lo cierto es que la elección de Dios hay que renovarla siempre. Quizás se nos pedirá una tercera elección y después seguirán otras , porque la vida en Dios es siempre nueva, inagotable y llena de sorpresas». Pasquale Foresi Fuente: Pasquale Foresi, Colloqui, Città Nuova Editrice, 2009

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

Buscar la paz: un camino en manos de cada uno

Buscar la paz: un camino en manos de cada uno

Erradicar todo deseo de dominación . En un mundo constantemente desgarrado por los conflictos, y siguiendo el llamamiento del Papa León XIV a construir una paz «desarmada y desarmante», compartimos una reflexión de Chiara Lubich sumamente actual, tomada de una Palabra de Vida de 1981.

Hacia una pedagogía de la paz

Hacia una pedagogía de la paz

¿Cómo podemos ser artífices de paz, desde nuestro lugar, en la realidad que vivimos a diario? Anibelka Gómez, de República Dominicana, nos cuenta desde su experiencia cómo, a través de la educación, es posible formar redes humanas capaces de sembrar belleza para el bien de comunidades enteras.