El Movimiento de los Focolares en Perú está difundido en sus tres regiones geográficas: costa, sierra y selva.
Cuenta con 3 centros: 2 en Lima y 1 en Arequipa. Existen, además, numerosas comunidades esparcidas en todo el País: Talara, Trujillo, Chiclayo, Lima, Ica, Arequipa e Tacna, con un total de 2000 miembros.
Perú es un país rico en recursos naturales,;fue la cuna de la civilización Inca y pre-inca. Esto dejó una gran riqueza cultural y arqueológica como las ruinas de Machu Picchu, consideradas una de las nuevas siete maravillas del mundo.
La llegada de los españoles y después la inmigración africana y asiática han hecho de Perú un país multicultural, ya que es una suma de tradiciones, creencias y culturas procedentes de todo el mundo. Como dijo el escritor peruano, nobel de literatura, Mario Vargas Llosa: “Si escarbamos un poco descubrimos que el Perú es, en pequeño formato, el mundo entero”.
La majestuosa Cordillera de los Andes es el marco natural de los valores del pueblo peruano: trabajador, solidario, hospitalario, profundo, sólido; al igual que las montañas de hasta casi 6.800 metros que atraviesan todo el País.
La familia, no obstante los problemas del mundo de hoy, todavía se puede considerar una célula sana; la vida es considerada y acogida como un don de Dios; la figura de la mujer es emblemática por su amor y sacrificio en llevar adelante la familia. Sobre estos valores el Movimiento Familias Nuevas de los Focolares, encontró el humus apropiado para sostener, iluminar y ayudar la vida de la familia en sus alegrías y dolores.
Con su programa de Sostén a Distancia, ayuda alrededor de 300 niños, distribuidos en los lugares más pobres de los Andes Peruanos.
La población juvenil e infantil en el País es del 59%. Los jóvenes y niños que han conocido el Movimiento se han sentido atraídos por el ideal del Mundo Unido, comprometiéndose a vivir por los demás.
Un poco de historia- Tres jóvenes de Arequipa, en 1972, participaron en un encuentro del Movimiento en Argentina. Regresaron entusiasmadas por el estilo de vida evangélico y en pocos meses contagiaron del ideal de la unidad a otras personas. Luego, en 1981, una familia de Lima fue invitada a participar a un encuentro en la ciudad de Bogotá, Colombia. A su regreso, abrieron el camino a muchos otros. Después, miembros del Movimiento de Colombia empezaron a visitar, con cierta frecuencia, a estos grupos que cada vez crecían y estaban sedientos de conocer más profundamente la espiritualidad de la unidad.
Se empezaron a hacer las primeras Mariápolis peruanas en la ciudad de Arequipa (1982) y luego en Lima y Trujillo.
En 1989 se inauguró el primer centro femenino en Lima. Después, en 1995 se abrió el masculino y, en el 2001, otro centro femenino en la ciudad de Arequipa, al sur del País.
“El pueblo peruano tiene una dignidad ancestral”, comentaba Bruna Tomasi -una de las primeras compañeras de Chiara Lubich– en su visita en mayo del 2011. “Parece que también en la tradición religiosa de los Incas existan huellas de la Regla de Oro”, afirmava.
Como reconocimiento al aporte que la espiritualidad de los Focolares ofrece al Perú, en el 2009 la Pontificia Universidad Católica de Lima confirió a Chiara Lubich, el título póstumo de Profesora Honoraria. Y el 31 de marzo de 2011 se la recordó con una conferencia sobre la Economía de Comunión, por ella fundada.
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