Se concluyó en Rocca di Papa el encuentro anual de los dirigentes del Movimiento de los Focolares. Entre las prioridades emergidas para el 2020 hay un nuevo compromiso en el campo de los derechos humanos y la justicia, el centenario de Chiara Lubich y la próxima Asamblea General de los Focolares. Al final se cerró el círculo. Una larga comunión entre los participantes del encuentro anual de los delegados del Movimiento de los Focolares en el mundo y el Consejo General, que se desarrolló del 14 al 28 de septiembre de 2019 en Rocca di Papa, puso en evidencia el principio que había dado el tono al congreso desde un inicio y que será el principio guía para todo el Movimiento el próximo año; todo lo que se hace a nombre del Movimiento en campo eclesial, social o cultural, ya sean actividades para los más pequeños o para los grades, las familias o personas comprometidas en la política, tiene sentido si se caracteriza y es guiado por la presencia de Jesús en medio de quienes se aman como Él ha enseñado. Esto no significa que los Focolares estén tomando una línea espiritualista. Todo lo contrario, la primera parte del encuentro estuvo dedicada a hacer un balance de la vida del Movimiento, que expresa las características propias de los distintos ambientes donde actúa, ya sea en el ámbito eclesial, político o cultural. Se presentaron proyectos sociales y educativos, el compromiso a favor de los refugiados también en zonas, donde se habla poco de esto en los medios de comunicación, así como iniciativas artísticas o a favor de la dignidad humana Es este intercambio se puso en evidencia la reforma, que ya está en curso desde hace algunos años con el título “Nueva Configuración”, y que ya está dando sus primeros frutos. En muchas partes del mundo, estructuras más ligeras parecen liberar nuevas fuerzas creativas. Han nacido también nuevas formas de anunciar y evangelizar, sinergias entre las distintas ramificaciones del Movimiento y con otras realidades eclesiales y laicales. Y también una mayor relación entre el gobierno central y las zonas geográficas, ha favorecido un nuevo equilibrio entre la sensibilidad global y la acción local. En este equilibrio ha sido posible identificar las prioridades para afrontar el próximo año 2019/2020, respetando la diversidad presente dentro del Movimiento, por cultura, confesión, fuerzas y recursos. Para continuar el camino propuesto por los jóvenes, el Movimiento se comprometerá el próximo año con el lema “Un tiempo para la Paz” en el campo de los derechos humanos, de la paz, de la legalidad y de la justicia, tratando de involucrar también a personas e instituciones para dar pasos concretos e importantes en estos campos. Un papel importante en los próximos meses lo tendrá el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich. Las actividades comenzarán el 7 de diciembre de 2019 con el título “Celebrar para encontrar” y quieren ofrecer la posibilidad de un encuentro vivo con la fundadora y su carisma. Finalmente el 2020 también se caracterizará por la Asamblea General del Movimiento que tiene lugar cada seis años y ofrecerá nuevas perspectivas. “Pero todo lo que hacemos tiene un único fin –subrayó María Voce, Presidente de los Focolares, al concluir el encuentro-. Queremos transformar el mundo, dando visibilidad a la presencia de Cristo en él, mediante el amor recíproco entre nosotros”. Este es –por decir de alguna forma- la fortaleza típica de los Focolares, su “competencia transversal” que no se produce con metodologías ni programaciones, pero es a base de cualquiera de sus compromisos, el punto de partida y el punto de llegada.
Joachim Schwind
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