La historia del Movimiento de los Focolares en tierra checa tiene, muy a menudo, rasgos de heroísmo. El ideal de la unidad llegó a Checoslovaquia alrededor de los años ’60 cuando estaba en el poder el comunismo soviético. De 1968, el año de la “Primavera de Praga” que fue sofocada con a ocupación armada, después de la cual el comunismo se volvió más opresivo, hasta noviembre de 1989, cuando cayó el régimen, la historia del pueblo checo se vio marcada por grandes sufrimientos. Pero entre la clandestinidad y las persecuciones muchos vinieron a formar parte del Movimiento y hoy, son más de 700, provenientes de todo el país para encontrarse con la presidente de los Focolares, se reúnen en el Palacio de la Cultura de Praga 5, uno de los 10 municipios en los que está dividida la ciudad. Hay conmoción, alegría, expectativa: es la “fiesta” de la familia que plática y mira hacia adelante. Las preguntas para María Voce y Giancarlo Faletti son numerosas. Una gen 4 pregunta: “¿Cuáles eran tus sueños cuando eras pequeña?”, y algunos gen 3: ¿Cómo conociste a Dios? ¿Qué harías si te encuentras con una familia pobre? ¿Por qué Dios no intervino cuando Hitler asesinó a tantas personas?”. Los adultos se refieren al significado de los viajes de la presidente, al cómo llevar adelante el compromiso de algunos de ellos en la “reconstrucción” del país, sobre la vida de las comunidades del Movimiento, sobre el riesgo del activismo. “Viajar es ir a visitar a mi familia y es para mí una gran alegría. Voy para sostener, animar, entender lo que hacen”, cuenta María Voce. Y no importa que sean cosas grandes o pequeñas, “durante el reciente viaje a América del Norte –prosigue la presidente-, donde todo es enorme y nuestra comunidad en comparación parece pequeña, sentí que Jesús presente entre las personas que se aman es una superpotencia”. La invitación es por lo tanto, también en Chequia, a creer en esta potencia para “llegar a toda la nación. Con este ideal no sólo podemos, sino que debemos llevar al mundo el anuncio de la resurrección, llevar a Jesús con nosotros a la escuela, a las fábricas, al parlamento. Es la cosa más grande que podemos hacer”. La tarde del mismo 21 de mayo se abrió a quien quisiera conocer mejor la “revolución” focolarina. Testimonios de vida que involucran a personas de todas las edades. Se hace un balance de la operación “Praga de oro” lanzada por Chiara Lubich en su visita a la ciudad en el 2001. El compromiso para re-evangelizarla y reanimarla no ha faltado, y los frutos tampoco. María Voce propuso un nuevo paso: “Llegando aquí se respira la historia y la espiritualidad que incluso en los años duros no fue destruida, sino cubierta e incluso protegida. Aquí no arrancamos de cero, se parte de la raíz profunda de quien conoció esta civilización, esta cultura. Ahora el paso que tenemos que hacer es la nueva evangelización, un nuevo anuncio hecho por personas renovadas por el amor recíproco. Tenemos que comprometernos a anunciar a los otros que Jesús ha resucitado, que todos los dolores han sido rescatados: hoy es tiempo de alegría”. Páginas de una nueva historia esperan ser escritas. Lo confirma Mons. Frantisek Radkovský, delegado de la Conferencia Episcopal Checa para los Laicos: “La Iglesia tiene grandes expectativas con respecto a los Movimientos –afirmó en su intervención- porque son su parte más dinámica, un regalo del Espíritu Santo para este tiempo. Nuestra sociedad está secularizada, pero ahora hay apertura hacia las cosas espirituales y es importante demostrar con la vida que el cristianismo puede llevar al verdadero humanismo. Los Movimientos tienen la capacidad de alcanzar a todos y están abiertos a los más diversos campos de acción, de la familia a la escuela, de la política a la economía, de los medios de comunicación al deporte”. Mientras que el encuentro se encamina hacia su conclusión el cuarteto que a lo largo de la jornada ha ejecutado algunas piezas de alto nivel tocó “Misión imposible”. Hace pensar que lo no es posible para los hombre es posible para Dios. De la enviada Aurora Nicosia [nggallery id=42]
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