“La multiplicidad es un don de Dios“, afirmó Mokrani en la jornada interreligiosa de Baar, el pasado 13 de febrero de 2011, en donde los 70 entre musulmanes y cristianos, provenientes de las diversas regiones lingüisticas de Suiza, experimentaron este don.
Es la cuarta vez que tiene lugar en el Centro de encuentros y formación Eckstein una jornada de diálogo islamo- cristiano. Las principales ponencias fueron sostenidas por musulmanes. De hecho vinieron desde Roma dos teólogos musulmanes, Adnane Mokrani, tunesino sunita y Sharhzad Houhmand, inarí schiita, quienes, junto con Paul Lemarié, cristiano especialista en el Islam, dieron un aporte fundamental a la jornada que tenía como título: “Un sol-muchos rayos: La voluntad de Dios en el cristianismo y en el Islam”.
Unidad dinámica. “Consideramos la multiplicidad como un don de Dios que nos ayuda a completarnos”, declaró Mokrani. “Se trata de una unidad dinámica que no anula las diferencias, sino que las presenta como una riqueza. Esta unidad es parte del plan de Dios para nosotros los hombres”, subrayó el teólogo musulmán. Explicaba Houshmand que según el corán las palabras de Dios son infinitas. Se puede entonces deducir que cada uno de nosotros es una palabra de Dios, creada por Dios como don para los demás.
La regla de oro. Después de las ponencias, se dejó un espacio para el diálogo en pequeños grupos. “Escuchando el mensaje proveniente de las dos religiones, en un intercambio recíproco, se pusieron en evidencia en forma positiva tanto lo que tenemos en común como las diferencias”, comentó Ornella Carù, miembro del comité organizador de la jornada. “La base de este diálogo vivo y enriquecedor fue el principio de la Regla de oro que se expresa de forma similar en todas las religiones: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”.
Los imán presentes y los responsables de varias comunidades estaban muy impresionados por este diálogo que reforzó en cada uno el deseo de trabajar juntos para responder a los retos de nuestra sociedad.
En el momento de despedirse, un señor musulmán que participaba por primera vez en un encuentro de este tipo, exclamó: “¡Vine pensando que era ‘rico’, aquí en cambio me di cuenta de que era ‘pobre’ y ahora me encuentro enriquecido y libre!”.
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