El Concilio de Nicea: una pรกgina histรณrica y actual de la vida de la Iglesia
Mucho se ha dicho y se seguirรก diciendo sobre la importancia ecumรฉnica del aรฑo 2025. El 1700ยบ aniversario del Concilio de Nicea es solo uno, aunque fundamental, de los diversos aniversarios importantes para toda la cristiandad que se celebran este aรฑo. ยฟPor quรฉ es esencial recordar Nicea incluso hoy? ยฟCuรกl es su relevancia? Para comprenderlo bien, debemos remontarnos al siglo IV.
En el aรฑo 313, el emperador Constantino accediรณ a conceder a los cristianos la libertad de culto, poniendo fin a la persecuciรณn religiosa en todo el imperio. Mรกs tarde, en el aรฑo 324, Constantino se convirtiรณ en la mรกxima autoridad de todo el imperio, tanto en Occidente como en Oriente, pero comprendiรณ que una controversia doctrinal podรญa perturbar la paz territorial. Por lo tanto, decidiรณ convocar un Concilio de toda la Iglesia para resolver el asunto; era consciente de que se trataba de una cuestiรณn religiosa, pero tambiรฉn estaba convencido de que la unidad religiosa era un factor importante para la estabilidad polรญtica. Entre 250 y 318 obispos de todo el Imperio llegaron a Nicea. El objetivo principal era defender y confirmar la fe y la doctrina transmitidas por los apรณstoles sobre la Persona divina y humana de Jesucristo, frente a otra doctrina que se extendรญa entre los cristianos: la del presbรญtero Arrio de Alejandrรญa en Egipto y sus partidarios, quienes afirmaban que Jesucristo no siempre habรญa sido Dios, sino la primera y mรกs sublime criatura de Dios.



Es comprensible que tal misterio, es decir, la persona de Jesucristo, representara un desafรญo para la inteligencia humana. Pero, al mismo tiempo, el testimonio de los apรณstoles y de muchos cristianos capaces de morir โ para defender esta fe โ fue mรกs fuerte. Incluso entre los obispos que acudieron al Concilio, muchos aรบn llevaban las marcas de la tortura y el sufrimiento padecidos por esta razรณn.
Asรญ definiรณ aquel Concilio la fe en la que se funda el cristianismo y que profesan todas las Iglesias cristianas, el Dios revelado por Jesucristo es un Dios รบnico, pero no solitario: Padre, Hijo y Espรญritu Santo son un solo Dios en tres Personas distintas que han existido siempre.
Recordar Nicea hoy es, por tanto, de gran importancia y actualidad: un Concilio que sentรณ las bases de la estructura sinodal de la Iglesia, de la que hoy buscamos mayor concreciรณn; un Concilio que unificรณ el dรญa de la celebraciรณn de la Pascua para toda la Iglesia (siglos despuรฉs, hasta hoy, con el cambio de calendarios, la fecha se volviรณ diferente para las Iglesias de Occidente y Oriente) y que sentรณ los puntos fundamentales de la fe cristiana. En particular, este รบltimo punto nos interpela hoy de forma contundente. Quizรกs la tendencia a no creer en la divinidad de Jesucristo nunca haya desaparecido del todo. Hoy, para muchos, es mรกs fรกcil y cรณmodo hablar de Jesรบs privilegiando sus prerrogativas humanas como hombre sabio, ejemplar y profeta, en lugar de creerlo como el Hijo unigรฉnito de Dios, de la misma sustancia que el Padre.

Ante estos desafรญos, podemos pensar que Jesucristo tambiรฉn nos dirige hoy la misma pregunta que dirigiรณ a los apรณstoles: โY ustedes, ยฟquiรฉn dicen que soy yo?โ (Mt 16,13-17).
Aceptar el Credo de Nicea y profesarlo juntos es, por tanto, ecumรฉnicamente importante, tambiรฉn porque la reconciliaciรณn de los cristianos implica reconciliaciรณn no solo con y entre las Iglesias del presente, sino tambiรฉn con la tradiciรณn de la Iglesia primitiva y apostรณlica.
Considerando el mundo de hoy, con todas sus angustias, problemas y expectativas, nos damos cuenta aรบn mรกs de cรณmo la unidad cristiana no es sรณlo una necesidad evangรฉlica, sino tambiรฉn una urgencia histรณrica.
Si queremos confesar juntos que Jesรบs es Dios, entonces sus palabras, especialmente lo que รฉl llamรณ su nuevo mandamiento, el criterio que estableciรณ para que el mundo nos reconociera como sus discรญpulos, adquirirรกn gran valor. Vivir este mandamiento โserรก la รบnica manera, o sin duda la mรกs eficaz, de hablar de Dios hoy a quienes no creen, de hacer que la Resurrecciรณn de Cristo sea comprensible para el hombre de hoyโ [1].
[1] BENEDICTO XVI, Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos. Una conversaciรณn con Peter Seewald, Herder, Barcelona 2010.
Centro โUnoโ
Para profundizar sobre el tema estรก disponible el video: Desde Nicea caminando juntos hacia la unidad
[1] BENEDICTO XVI, Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos. Una conversaciรณn con Peter Seewald , Herder, Barcelona 2010. 98.
