“La voluntad de Dios en la vida de los cristianos”. Este es el tema central del 29º Congreso Ecuménico de los Obispos que, por iniciativa del Movimiento de los Focolares, se está desarrollando del 9 al 13 de septiembre en el Centro Mariápolis de Castelgandolfo (Roma). Forman parte del encuentro más de 35 obispos de 17 países del mundo. De Australia a Hong Kong, de la India a Brasil. Están presentes representantes de la Iglesia Siro-ortodoxa, de la Comunión Anglicana, de la Iglesia Metodista, Luterana, Evangélica y Católica. El domingo 12 los prelados participarán en el Angelus del Papa. Se prevé la intervencón del Card. Walter Kasper, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que hará un balance sobre el estado del ecumenismo.
El testimonio de los cristianos – “Hoy las prédicas no tienen valor. Ante la inflación de la palabra a la que los medios nos están acostumbrando, lo que hoy vale es el testimonio, ésta es la perspectiva más prometedora de la evangelización”. Quien habla es el Card. Miloslav Vlk, arzobispo emérito de Praga, presentando a los periodistas el Congreso Ecuménico de los Obispos. El tema central de reflexión este año será: “La voluntad de Dios en la vida de los cristianos”. “Una cuestión –explicó el Cardenal- no sólo y exclusivamente religiosa, porque en un mundo secularizado donde se experimenta la ausencia de Dios, el hombre tiende a encerrarse en su voluntad fatigando en aceptar el confrontarse con la del otro”.
La finalidad del Congreso. Ante la crisis que, según muchos, el diálogo ecuménico está atravesando, los obispos rebaten la constatación de que “lo que nos une es mucho más de lo que nos divide. Hay muchísimas cosas que nos permiten vivir ya desde ahora como una Iglesia unida: poniendo en práctica la misma Palabra de Dios, habiendo recibido el mismo bautismo, acogiendo los dones del mismo Espíritu Santo”. “La experiencia vivida en estos 29 años de encuentros anuales entre obispos de varias Iglesias –concluye uno de ellos -, nos confirma en la certeza de que la unidad es posible”.
Del mismo parecer es el obispo alemán Christian Krause, ex – presidente de la Confederación Mundial Evangélico-luterana quien, aun constatando que en Europa existe “una crisis institucional a todo nivel”, no quiere hablar de “invierno ecuménico”, también porque son muchas las iniciativas que dan testimonio de lo contrario. Afirma que, “la experiencia vivida en el Ökumenischer Kirchentag de Múnich, llevado adelante por laicos de los cuales tantos jóvenes, y la realidad ya consolidada de 250 Movimientos diversos en el “Juntos por Europa”, nos hacen pensar más bien en el inicio de una nueva primavera”.
Al tomar la palabra, el obispo inglés anglicano Robin Smith, quien desde hace años participa en los encuentros promovidos por el Movimiento de los Focolares, precisa: “En estos encuentros no se participa para discutir sobre nuestras diferencias, sino para vivir una experiencia concreta de unidad, haciendo propia la oración de Jesús al Padre, ‘que todos sean una sola cosa’. Este ‘ser uno’ en Cristo es una experiencia que nos permite experimentar la presencia del Resucitado entre nosotros como Él prometió”.
Un pacto que permanece. Los encuentros ecuménicos de los obispos se concluyen con un “pacto de amor recíproco”. Quien cuenta la experiencia es Mons. Armando Bortolaso, antes vicario apostólico de Aleppo (Siria), quien ahora vive en Líbano. “Nos declaramos que estamos dispuestos a dar la vida el uno por el otro y a amar la diócesis del otro como la propia y nos intercambiamos un abrazo de la paz”. Es siempre un momento muy fuerte, conmovedor, que marca –dice el obispo católico– “la temperatura de este ecumenismo de la vida y del corazón”.
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