Roberto Catalano, nuestro corresponsal en Ammán, recogió los testimonios de muchos sirios presentes en la capital jordana por el encuentro con María Voce, presidente del Movimiento de los Focolares.
¿Cómo perciben y viven los cristianos sirios los acontecimientos trágicos que están desgarrando al país? ¿Tiene sentido hablar de diálogo entre las religiones en este contexto?
«El diálogo en Siria siempre existió, a nivel oficial, promovido por los muftí, por otras personalidades musulmanas y por las Iglesias, que siempre fueron respetadas en su trabajo. Sin embargo en estos tres años se ha pagado el precio del integralismo que se manifestó con la matanza de exponentes del Islam sunita moderado. Fueron asesinadas personas de gran valor, como por ejemplo, el chekr El Boudi, presidente del Consejo internacional de los profesores de ley islámica. Algunas amigas me contaron que desde su infancia escuchaban con mucho gusto sus prédicas de los viernes, porque estaban impregnadas de sentimientos de amor, compasión, respeto recíproco. Todo esto hasta el momento de su bárbaro asesinato ocurrido en Damasco hace algunos meses».
¿Y los cristianos?
«Con el inicio de la violencia comenzó a sembrarse entre los cristianos el miedo, fruto por un lado, de lo que podríamos llamar “memoria histórica” (por ejemplo la guerra libanesa). Por otro lado, el ingreso en las diversas ciudades sirias de grupos armados terroristas declaradamente hostiles a los cristianos. No es que antes todo fuese de color rosa, pero la verdad es que los cristianos eran respetados y podían tener acceso a cargos de cierta responsabilidad en la administración pública y en el mundo académico. En todo caso, si bien es cierto que lo que ocurre en Siria no es un ataque directo a los cristianos, en realidad los coloca frente al drama de la emigración como único camino para huir de la violencia y para asegurar un futuro a sus hijos»
¿Cómo se vive la vida cotidiana bajo atentados y bombas?
«En Aleppo los precios han aumentado aún más. En la parte que se encuentra bajo el control del ejército sirio no se encuentra pan porque los caminos para llegar a los silos de harina están bajo el control de los rebeldes. El camino que une Aleppo-Homs-Damasco es muy peligroso. Realmente se arriesga la vida sobretodo en el primer tramo. Viajar por el país, exceptuando la costa, se ha convertido en algo problemático: recorridos que antes llevaban tres horas, ahora requieren hasta 36 horas para realizarlos. Hace diez días, terroristas de Jabat el Nouszra viajaron desde Irak des Chevaliers hacia la zona cristiana de Wadi Nazara. Eliminaron los soldados en dos puestos de control. Entraron al primer pueblo cristiano e hirieron con la guadaña a 18 transeúntes en la calle principal. Esto ha llenado de terror a las familias, muchas de ellas ya huyeron hacia otros lugares de Siria»
¿Existe la esperanza de una solución pacífica o política para el conflicto?
«No existieron señales positivas en estas últimas semanas. Al contrario, los combates se intensificaron en varias partes del país, y por consiguiente, aumentó el miedo en los civiles. La impresión que tuve en Damasco la semana pasada fue escuchar resonar las palabras Isaías (53:7 ): “Como un cordero conducido al matadero”. Pero nunca como en ese momento comprendí la realidad del Cordero inocente que no puede hacer nada frente a la muerte irracional e injusta. Es ésta la realidad que vive la gente, sobretodo después de la amenaza del ataque por parte de USA: desaliento y desolación. Nos miramos a los ojos incrédulos diciéndonos: “¿Realmente van a atacar?”».
Fuente: Città Nuova online
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