A partir del proyecto “Preset”, donde se planteó como objetivo llegar a ser una ciudadela sustentable, ya en 2016 se hizo la primera Ecoferia. Desde el principio se sobreentendía que sería un proceso largo, de años, y dentro de ese camino se veía como muy importante poder relacionarse con otras personas e instituciones que estuvieran en el tema. De allí la propuesta de brindar un espacio de conexiones, vínculos, contactos en el que se pudiera ir construyendo una red donde compartir recíprocamente conocimientos y experiencias.
“La primera Ecoferia fue particularmente internacional, porque coincidía con el cierre del Proyecto Preset en el que participábamos de varios países en los que se estaba trabajando, Alemania. Eslovenia, Croacia, Italia, Argentina, Bolivia, Colombia – cuenta Ana Lucía Castro, recién recibida de ingeniera en recursos naturales y medio ambiente, que actualmente habita con su familia en Mariápolis – En esa ocasión fue muy heterogénea. De allí en más se fue apuntando a temas en particular que se están trabajando hoy en día, las energías renovables, el recurso agua, el cultivo orgánico, tratamiento de residuos… , para ir más en profundidad. En esta quinta edición el tema será la agricultura relacionada con prácticas agroecológicas, distintas del sistema convencional, mostrando experiencias que se están llevando adelante hoy en día”.
También aquí, la situación de la pandemia, obligó a postergar la fecha, que siempre ha sido en octubre, y a organizarla en forma virtual, con distintas exposiciones y opción a preguntas de los participantes.
Haciendo un repaso del camino que se ha recorrido desde que se planificó aquella agenda, con “Preset”, hasta el 2025, es alentador constatar que en Mariápolis se van concretando pasos con respecto a la energía eléctrica, térmica, residuos, como la instalación de biodigestores, la clasificación de residuos, los ecoladrillos, se está construyendo un aerogenerador, y ya está el proyecto armado, aprobado y con los fondos disponibles para una planta fotovoltaica que alcanzaría el 60% de la energía que se consume en la ciudadela. Hay que decir que la pandemia está demorando los trabajos, pero al mismo tiempo ha sido también ocasión de plantearse, en estas tierras tan fértiles y de humedad óptima, el inicio de una huerta orgánica que comienza a dar sus frutos. A ello hay que agregar que, desde hace dos años, el cultivo de la tierra para sembrado comenzó un proceso de transición hacia la agroecología con distinto tratamiento del suelo, abono orgánico y reducción de agroquímicos.
Hay que destacar que todo este proceso se trabajó desde el principio en conjunto y coordinación de objetivos con el pueblo de O’Higgins.
Para más información, se puede ver el el vídeo.
Ecoferia 2020: la inscripción está abierta clikear en el link a continuación:
