Hemos preguntado a María Voce de qué modo Chiara Lubich sigue inspirando su vida. La presidente del Movimiento de los Focolares da un pequeño adelanto de su intervención y explica que – como decía Chiara – María, Madre de Dios, es la forma y el modelo de toda acción social en el Movimiento.

 

Maria Voce:
Veo a Chiara siempre a mi lado, no con los ojos naturalmente, pero la siento presente siempre, realmente. A veces me preguntan: ¿Tú te inspiras en lo que Chiara dijo? Verdaderamente  digo: no. No me inspiro en lo que Chiara dijo; me inspiro en ella y me pregunto: ¿Qué diría Chiara ahora? ¿Qué haría Chiara ahora? ¿Qué respuesta inventaría para este problema que se le presenta? Trato de escuchar al Espíritu Santo,  intento hacerlo con la misma atención y profundidad que lo hacía ella, y reacciono.

Chiara nos decía que conoció a María de un modo muy especial cuando descubrió su grandeza como Madre de Dios. Descubrió así una María que –  como ella misma decía –no había conocido nunca antes: no era la jovencita o la niña pura de Nazaret, o la sencilla mujer de su casa, sino una María grande, una María tan grande que Dios la eligió para ser madre de su Hijo, del Verbo hecho carne, por tanto, de Dios mismo. Y esta María,  que le ha gustado a Dios por  su humildad, puede darle gloria  por lo que obra en Ella, y en Ella realiza esas cosas grandes que Dios quiere obrar como son: la igualdad de todos los hermanos de la familia humana, la distribución justa de las riquezas de este mundo, que todos puedan beneficiarse de los bienes que Dios creó para todos, que todos se reconozcan hermanos entre sí; María sabe hacer esto porque es madre.

Pienso que las características de estas obras sociales que nacen del carisma de Chiara tienen precisamente la particularidad de estar hechas por una madre que ama a todos sus hijos, para los que desea el máximo bien y, en primer lugar, quiere que todos se unan entre ellos, que estén unidos por el amor recíproco y que sea este amor el motor de sus relaciones sociales. En fin, una nueva sociedad animada por el amor evangélico con una madre que es Ella, María.

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