A pesar de las fragilidades y los miedos de los discípulos, Jesús tiene confianza en ellos y los llama a seguirlo para compartir su misión, que es la de servir a todos.  Servir, no tanto como un esclavo, que está obligado a su trabajo, sino como una persona libre que ofrece generosamente sus capacidades y sus fuerzas.

Solidaridad con los gitanos
La pandemia ha agudizado los problemas sociales de nuestro territorio. Y uno de los problemas más graves en nuestro ambiente es el habitacional. Mucha gente no sabe cómo resolverlo y vive en situaciones de angustia y a veces de gran deterioro. Con mi parroquia, en un momento ayudamos a una familia a mudarse de una choza húmeda y en ruinas, a una vivienda más digna. Ese gesto sirvió para superar ciertos prejuicios; porque era como si pensaran que si el Padre Peppino y los demás reciben a extranjeros gitanos, quería decir que son personas como nosotros, a quienes podemos y debemos ayudar. Para ellos se puso en marcha una verdadera competencia de solidaridad.  Hubo quien donó muebles, quien se ocupó de transportarlos y armarlos, algunos se encargaron del contrato y otros de los servicios.  M., madre gitana de dos niños preciosos, ni bien volvieron del hospital en donde había estado internada por el Covid-19, me dijo: “Estoy emocionada y quería agradecerles, porque nunca me sentí querida como me quieren ustedes y toda la comunidad”.
(Padre Peppino – Italia)

Haz a los demás…
En el colegio tenía un compañero de clase perezoso y muy malo en matemática. Varias veces le había insistido en que debía poner más empeño en estudiar, pero nunca obtenía resultados. En las pruebas del primer semestre salió insuficiente.  Se sintió humillado delante de todos y lloró. Aunque no había escuchado mi consejo y era culpa suya, una frase venía a mi mente: “Haz a los demás lo que quisieras que te hiciesen a ti” y pensé en ayudarlo.  Me ofrecí para darle clase de matemática y él, sorprendido y feliz, enseguida accedió. No fue fácil llevarlo a un nivel aceptable, pero se dio un pequeño prodigio pues en el examen del segundo semestre obtuvo un resultado superior a la suficiencia.
(Radu – Rumania)

Proximidad
Hace unos diez años, cuando vivir en Siria se había vuelto difícil para nosotros cristianos, nos preguntamos si debíamos quedarnos.  Muchos parientes y amigos habían optado por partir y por las noticias recibidas parecía que habían encontrado ambientes tranquilos, sin ruidos de armas, terrores y peligros.  Sin embargo, por más que hagamos poco, nos parece que nuestra presencia aquí, día tras día, es una verdadera misión.  No es una cuestión de dar testimonio de nuestra fe o de fidelidad a la patria, sino de esa proximidad de la que habla el Papa Francisco. Estamos seguros de que para nuestros hijos –aunque siga siendo difícil– también será una gran maestra de vida.
(V.M. – Siria)

Recogido por Maria Grazia Berretta

 

(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VII, número 4, septiembre-octubre de 2021)

 

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