Darci Rodrigues es el ejemplo de aquellos que, de un modo “mariano”, supieron gastar su vida por la causa de la unidad.

Desde el primer momento en que murió Darci Rodrigues, focolarina brasileña, el pasado 10 de febrero, y en las horas posteriores a su funeral, las redes sociales se inundaron de expresiones de agradecimiento. Fue una figura muy conocida tanto en Brasil como en el exterior por los numerosos cargos que ocupó en el Movimiento de los Focolares, lo que le permitió cultivar infinidad de relaciones.

“Una vida comprometida y exigente como la suya nunca le impidió mantener una sana normalidad y, según muchos, una gran profundidad espiritual”. “Y por eso fue querida por todos”, ha escrito sobre ella Saad Zogheib Sobrinho, focolarino brasileño. Un comentario que parece resumir el pensamiento de muchas personas que han convivido con ella.

Darci conoció el carisma de Chiara Lubich cuando aún era muy joven, en 1963, durante una “Mariápolis”, una reunión de varios días realizado en la ciudad de Garanhuns, en el estado de Pernambuco.

“Fue una experiencia muy fuerte, quedé fascinada, sobre todo porque allí he visto ‘vivir’ el Evangelio”, cuenta la propia Darci, contando el primer contacto con los Focolares.

En ese momento, ella era estudiante de historia en la Universidad de Recife, “un ambiente impregnado de ideas marxistas y de fuerte crítica a la Iglesia”, dice. Por eso su encuentro con Dios y su adhesión al carisma de la Unidad fueron tan irresistibles que decidió consagrarse y hacerse focolarina.

Tras esta decisión, Darci dejó a su novio, su familia y sus estudios para asistir a la escuela de formación de focolarinos en Italia de 1964 a 1966. A su regreso a Brasil, comenzó a trabajar intensamente al servicio de los Focolares.

De Belo Horizonte, se traslada a las afueras de la actual Vargem Grande Paulista, cerca de San Pablo, para dar vida a la Mariápolis Araceli (hoy Mariápolis Ginetta), uno de los tres centros del Movimiento de los Focolares en Brasil. De allí pasó a San Pablo, donde trabajó durante 20 años al frente del Movimiento en la región que, en ese momento, comprendía varios estados brasileños del sureste y centro-oeste del país.

En 2002 fue elegida consejera del Movimiento por Brasil y posteriormente, tras la muerte de la fundadora, Chiara Lubich, en 2008, fue reelegida consejera y nombrada por la entonces presidente de los Focolares, Maria Voce, delegada central, con un papel importante en el gobierno del Movimiento a nivel internacional.

“A veces tuve que enfrentar situaciones difíciles, pero siempre sentí paz en esos momentos y una ayuda especial del Espíritu Santo”, dice la propia Darci. “Muchas veces ya tenía una idea, pero en cierto momento Jesús me hacía entender, a través de alguien, que quería otra cosa, quizás lo contrario de lo que yo pensaba. Era importante para mí confiar en la presencia de Jesús entre nosotros, y no solo en mi sentido común”, dice.

En mayo de 2012, le diagnosticaron una enfermedad pulmonar grave. “Después de algunos exámenes – dice – el diagnóstico era muy grave: el médico me dijo que tenía que armarme de mucha valentía para luchar y perseverar. Dentro de mí tenía la fuerte convicción de que nada sucede por casualidad y que Dios tiene un plan de amor para cada uno de nosotros”.

El tratamiento tuvo un resultado sorprendente, para asombro de los médicos. De este periodo de tratamiento, su entonces secretaria, Gloria Campagnaro, dice: “La vida transcurría con la solemnidad y la paz de siempre, entre terapias, paseos recomendados por el médico y trabajo para el Movimiento, con horario reducido; una vida que daba fecundidad y unidad”.

En mayo de 2020, de repente, hay una recaída de la enfermedad. Llegan nuevas hospitalizaciones, hasta que, en condiciones de salud irreversibles, Darci vive sus últimos momentos rodeada del cariño y la oración de toda la comunidad de los Focolares. En un video grabado en este periodo, antes de Navidad, ella misma reafirma la convicción que la ha guiado durante toda su vida: “Tenemos a Jesús en medio de nosotros”.

“Deja una lección ejemplar de vivir plenamente el ideal de unidad y fraternidad que tanto necesita la humanidad”, declaró Luiza Erundina, diputada federal, al conocer la noticia de su muerte. En las múltiples expresiones de agradecimiento por el don de la vida de Darci, son comunes las referencias a la serenidad y la alegría acogedora que transmitió a todos a lo largo de su vida, dondequiera que estuviera. En una palabra, una presencia mariana.

Luis Henrique Marques

Redactor jefe de la revista Cidade Nova

14 Comments

  • o comentário de Saad me trouxe à memória os encontros de aggiornamento quando ele se referia à esta grande (e discreta) focolarina…

  • Tenho uma gratidão imensa a Darci.
    Trazia a Obra para nós através dos ajornamentos, conseguia com o seu infinito Amor nos levar ao Centro da Obra.
    Com o seu olhar profundo e seu sorriso largo acolhia em seu coração.
    Simples e ao mesmo tempo luminosa.

  • Gostaria de deixar registrado aqui a minha gratidão à Darci pela sua fidelidade em encarnar o Carisma de Chiara com tanta abertura e CONFIANÇA em Jesus no meio! Pude conviver com ela em tantas oportunidades! Hoje , ofereceremos , além das que já foram celebradas por nós, a Sta missa por ela…. E por nós!! Pé. Tadeu, ( sac. Foc)

  • Um ser iluminado, com doçura, leveza e firmeza! Eu a conheci pessoalmente na Mariápolis Araceli (Ginetta) junto com Ginetta, num ajornamento Gen 2 , em Janeiro de 1992. Jamais me esquecerei aquele dia, aquele momento e aquele toque ao segurar minha mão! ❤️ Pra sempre Darci! Tenhamos sempre Jesus em Meio! ❤️

  • Acho que mais que os cargos dentro do Movimento dos Focolares que a amável Darci Rodrigues ocupou, ela é referência pelo chamado, pela visão que o Ideal de Chiara Lubich, Deus-Amor, floresceu em cada coração que lhe fez vizinho…e, assim, ecoou o voo de cada uma e um que seguiu a vida de unidade….obrigado, Darci…. «somos, filhos teus»! OBRIGADO!

  • Merci infiniment pour ce témoignage très fort de la vie de de cette focolarine qui nous aide à continuer de vivre malgré nos difficultés personnelles rencontrées dans notre propre vie.

  • Darcy me fez ter tranquilidade com aquilo que consigo porque aprendi ter o Espírito Santo como o meu amigo. Gratidão

  • Com Darci nuca tive uma convivência com ela mas sabia da sua unidade através das focolarinas que me acompanhavam nos grupos e que sempre me senti muito amada pela obra .E. Darci sempre que a via me comprimentava com um sorriso e este sorriso me dava uma paz , uma serenidade sentia a presença de Jesus no meio.

  • Grazie infinite Darci, ormai è ‘chiaro che senza spargimento di sangue non avanza il Regno di Dio, raccogliamo il testimone

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