Movimiento de los Focolares

Mayo 2012

Abr 30, 2012

«He venido a traer fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!» (Lc 12,49).

«He venido a traer fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!».

Jesús nos da el Espíritu. Pero, ¿en qué modo actúa el Espíritu Santo?

Lo hace difundiendo el amor en nosotros. Ese amor que nosotros, como es su deseo, debemos mantener encendido en nuestros corazones.

Y ¿cómo es este amor?

No es terrenal, limitado; es amor evangélico. Es universal, como el del Padre celestial que manda la lluvia y el sol sobre todos, sobre los buenos y sobre los malos, incluso, los enemigos.

Es un amor que no se espera nada de los demás, sino que siempre toma la iniciativa, es el primero en amar.

Es un amor que se hace uno con cada persona: sufre con ella, goza con ella, se preocupa con ella, espera con ella. Y lo hace, si es necesario, concretamente, con obras. Un amor, por lo tanto, no sencillamente sentimental, no sólo de palabras.

Un amor por el cual se ama a Cristo en el hermano y en la hermana, recordando sus palabras: “Conmigo lo hicieron”[3].

Es un amor, todavía, que tiende e la reciprocidad, a realizar, con los otros, el amor recíproco.

Es este amor que, siendo expresión visible, concreta, de nuestra vida evangélica, subraya y da valor a la palabra que después podremos y deberemos ofrecer para evangelizar.

«He venido a traer fuego sobre la Tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!».

El amor es como un fuego, lo importante es que permanezca encendido. Y, para que sea así, hace falta siempre quemar algo. Ante todo, quemar nuestro yo egoísta, y esto se hace porque, amando, estamos proyectados en el otro: o en Dios, cumpliendo su voluntad, o en el prójimo, ayudándolo.

Un fuego encendido, aunque sea pequeño, si es alimentado, puede llegar a ser un gran incendio. Ese incendio de amor, de paz, de fraternidad universal que Jesús trajo a la Tierra.

                                                                                              Chiara Lubich


[1]     Lc 3,16.

[2]     Cf Hch 2,3.

[3]     Mt 25,40.

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

En camino con Emmaus

En camino con Emmaus

Desde su elección en 2008 hasta el final de su segundo mandato en 2021, algunas imágenes de los momentos que han marcado los 12 años en los que Maria Voce Emmaus ha sido presidenta de los Focolares : eventos, etapas en el camino del diálogo, encuentros con personalidades religiosas y civiles, y con diversas comunidades de los Focolares en el mundo.

María Voce ha regresado a la casa del Padre

María Voce ha regresado a la casa del Padre

Primera Presidenta del Movimiento de los Focolares tras la fundadora Chiara Lubich, Maria Voce falleció ayer, 20 de junio de 2025, en su casa. Las palabras de Margaret Karram y Jesús Morán. El funeral será el próximo 23 de junio, a las 15.00 en el Centro Internacional de los Focolares en Rocca di Papa (Roma).

¡Gracias Emmaús!

¡Gracias Emmaús!

Carta de Margaret Karram, Presidenta del Movimiento de los Focolares, con motivo del fallecimiento de Maria Voce – Emmaús.